viernes, 1 de agosto de 2014

Pemex buscará cambiar esquema de jubilación

Jubilación en Pemex será a los 65 años
1 gosto 2014 | Luis Carriles | El Economista
Luego de que se aprueben las reformas a las leyes secundarias de la reforma energética y el gobierno se comprometa a asumir parte del pasivo laboral de Petróleos Mexicanos (Pemex) como parte de la construcción de la empresa productiva del Estado, se iniciará un proceso de negociación extraordinaria del Contrato Colectivo de Trabajo entre la dirección general de la petrolera y el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM).
Una de las opciones que se analizan es buscar ahorros entre los trabajadores en activo por medio de un esquema en el que se pueda mantener la actual condición de jubilación (mantener hasta 85% de su ingreso mensual neto), pero modificando los parámetros de jubilación y de antigüedad, explicaron fuentes del sector.

Es decir, se modificarían dos condiciones básicas que hoy existen, tener la edad de 55 años y 25 años trabajando dentro de la empresa.

La negociación buscaría extender ambas opciones tomando como base estándares que ya están en este momento activos, como una edad mínima de 65 años, por ejemplo. Todo esto se aplicaría a los trabajadores actuales.

Otra de las alternativas que se tienen en la mesa de trabajo es modificar las condiciones para la generación futura, es decir, para los trabajadores que sustituirán a los que actualmente están manejando la empresas, añadieron.

En este caso lo que se puede hacer es que se migre de un esquema de beneficio definido a uno de contribución definida con aportaciones obrero patronales, un caso similar a los que ahora mismo se tienen en las afores o los esquemas de pensiones logrados por la banca de desarrollo, una parte de la Comisión Federal de Electricidad o el PensionISSSTE, que son cuentas individuales.

LAS VENTAJAS VIGENTES

En el esquema actual y en el modificado, la ventaja que se tiene para la actual generación de operadores petroleros es que el monto a recibir al final de su vida laboral está asegurado, independientemente de que el trabajador aporte o no.

Para la siguiente generación, la ventaja que se tiene es que la empresa aporte recurrentemente y que el pensionado tenga su propia cuenta individual, de que sea portable no en dinero pero sí una cuenta que se pueda llevar de un lado a otro aun cuando cambiara de patrón o de tipo de empleo.

La diferencia es que con el nuevo esquema financiero no se les puede asegurar a los trabajadores que se van a jubilar con 85% de su último salario, explicaron fuentes del sector.

Mas aún, añadieron, si en este momento Pemex tiene capacidad para hacer frente o no a las pensiones es un asunto de la empresa, lo que no ocurre con las cuentas individuales, cuyos riesgos son otros porque dependen de las inversiones que se hagan por parte del operador de pensiones y las tasas de ahorro que se obtengan en el mercado.

En los esquemas actuariales de Pemex, lo que se tiene es que los jubilados y pensionados actuales cuestan cerca de 500,000 millones de pesos. Ese monto es intocable de cualquier forma y es un pasivo que debe de asumirse.

Pero la generación presente y futura son otra cosa. En las cuentas de Pemex, la generación presente tiene un costo de 750,000 millones de pesos y la futura tendría un costo de 400,000 millones de pesos, todos estos números son con base en los estados financieros del 2013.

Los cálculos que está presentando la SHCP son con base en el ejercicio del 2012, por eso es que para ellos suman 1.7 billones de pesos, explicaron las fuentes.

En los estados financieros de Pemex al cierre del 2013, el pasivo suma los 1.2 billones de pesos, a los que se suma un concepto que no está en los mismos porque aún no se debe, pero tiene que ser considerado en todos los análisis que es el efecto de la generación futura; por este monto son otros 450,000 millones de pesos.

PASIVOS DE PEMEX Y CFE REQUIEREN FONDEO Y NO SÓLO RESCATE DEL GOBIERNO: EXPERTOS

La estrategia del gobierno de asumir el pasivo laboral de Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que juntos suman 1 billón 674,000 millones de pesos, se llevó a cabo al revés, aseguraron especialistas, ya que primero era necesario un plan de fondeo para evitar deudas similares en el futuro y luego el pago paulatino del pasivo actual.

El analista de energía del Centro de Investigación para el Desarrollo AC (Cidac), Miguel Toro, explicó que lo más trascendente es qué pasará una vez que se pague el pasivo, ya que parece que la decisión está tomada y que el gobierno asumirá la deuda de las paraestatales, pero es necesario saber si efectivamente se va a restructurar, porque si no se cambia el esquema que genera este tipo de deudas en 20 años habrá un problema similar.

“Y no habremos aprendido nada y básicamente habremos solapado incentivos muy perversos sin cambios ni a la estructura del gobierno corporativo o del sindicato mismo para reducir esto”, dijo.

Según él, ahora se deben plantear objetivos claros como la elaboración de un contrato colectivo con menos prestaciones y reducir la plantilla laboral, ya que ésta es excesiva, con 158,000 trabajadores en Pemex y 97,000 empleados en la CFE.

RESCATE NECESARIO

En el foro “Diagnóstico de la situación energética en el Distrito Federal: Retos, pendientes y potencialidades”, organizado por el Cidac en la Ciudad de México, Rogelio López Velarde, de López-Velarde, Heftye y Soria, aseguró que si se quiere dar condiciones a Pemex o a la CFE para que compitan en el nuevo esquema sí es necesario quitarle parte del pasivo.

Sin embargo, reiteró que el tema central de cómo se asumirá esta deuda es el fondeo, si será a través de recursos de Pemex o mediante partidas especiales que el gobierno asigne para este plan, para lo cual será necesario modificar el esquema impositivo y de excedentes de la paraestatal; en tanto, la deuda de CFE requerirá de mayor participación del Estado hasta que la empresa logre obtener ganancias operativas. (Con información de Karol García)

Fuente: El Economista