lunes, 7 de julio de 2014

Priva el nepotismo en reparto de plazas del Poder Judicial

Copan "recomendados" de juzgadores las plazas laborales en el Poder Judicial
Arriban a la Suprema Corte parientes, amigos y protegidos de los ministros, acusan
Piden establecer un concurso transparente entre aspirantes para acceder al máximo tribunal
Jesús Aranda | Periódico La Jornada | Lunes 7 de julio de 2014, p. 11
Casi 20 años después de que se realizó la reforma constitucional al Poder Judicial de la Federación (PJF), la cual renovó la integración y la forma de elegir a los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), la llamada familia judicial se mantiene vigente e incluso, indicaron servidores judiciales, se ha fortalecido con el arribo de parientes, amigos, recomendados y protegidos de los ministros y de altos funcionarios del máximo tribunal del país.

En el interior del PJF se afirma que “la familia más grande es la familia judicial” y es que gran parte de los ministros, magistrados, jueces y consejeros tienen hijos, hermanos, primos, sobrinos, cuñados y otros parientes dentro de este poder, el cual ofrece prestaciones y sueldos superiores, en promedio, a la media nacional.

La Suprema Corte no ha sido ajena a esta situación. Algunos funcionarios consultados no dudan en llamarle a esto corrupción; otros afirman que esos favores son porque los juzgadores se conocen de toda la vida y que no tiene nada de malo.
Aseveran que todo trabajador, por muy recomendado que sea, si no da resultados se tiene que ir.

En la Suprema Corte la familia judicial no sólo se refleja en los casos de personas que ingresan como secretarios de Estudio y Cuenta y que después hacen exámenes para ser jueces de distrito, sino también en cargos administrativos de confianza.

Basta poner como ejemplo al ministro retirado Mariano Azuela Güitrón, hijo del ministro y ex presidente de la Suprema Corte, Mariano Azuela Rivera. Además, tuvo una hermana que fue secretaria de Estudio y Cuenta y posteriormente magistrada.

El ministro Jorge Pardo Rebolledo, quien recorrió toda la carrera judicial desde actuario hasta magistrado de circuito, es nieto de quien fue ministro de la Corte, Guillermo Rebolledo Fernández; actualmente, su hija Daniela Pardo Soto ya forma parte de la familia judicial como funcionaria adscrita a la presidencia del máximo tribunal.

Como presidente de la Corte, Azuela invitó a Maricarmen Aguilar Arrangoiz, hija del actual ministro Luis María Aguilar Morales, como conductora de espacios informativos de la SCJN.

La ministra Margarita Luna Ramos, hermana del presidente del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), Alejandro, y del magistrado federal, Carlos Hugo, se ha distinguido por fortalecer a la familia judicial. En su ponencia estuvieron como secretarios de Estudio y Cuenta, Guadalupe Ortiz (hija del ministro en retiro Guillermo I. Ortiz Mayagoitia); Paula García Villegas (hija de la ministra Olga Sánchez Cordero); Fernando Silva García (hijo del ministro presidente Juan N. Silva Meza). Los dos últimos son actualmente jueces de distrito, después de haber superado el concurso de oposición.

El problema, explicaron secretarios de Estudio y Cuenta consultados, es que no hay norma o reglamentación que establezca la forma de acceder a la Corte. La inmensa mayoría de los secretarios llegó por recomendación, no por haber sido electo en un concurso abierto y transparente de oposición. Hasta la fecha, los ministros José Ramón Cossío Díaz y Fernando Franco González Salas son los únicos que le han solicitado al Instituto de la Judicatura Federal que realice exámenes entre secretarios proyectistas de tribunales para elegir a sus secretarios de Estudio y Cuenta.

Funcionarios consultados reconocieron que la calidad de los juzgadores federales se incrementaría si los mejores secretarios proyectistas de juzgados y tribunales se ganaran su lugar mediante concurso en la Suprema Corte y que de ahí el siguiente paso sería que los secretarios del máximo tribunal concursaran también para ser jueces federales y, posteriormente, para magistrado.

De esta forma, sostuvieron, se garantizaría no sólo que llegaran al cargo de juez personas con una sólida formación profesional y humana, sino que ello también permitiría la renovación y ascenso de los más calificados, sin sospecha de corrupción o favoritismo.

Poder judicial: vicios a prueba de reformas

Fuente: La Jornada