domingo, 23 de junio de 2013

Empresa española “presiona a vecinos de los Altos para que vendan tierras”

Abengoa obtuvo en 2011 contrato para construir acueducto, pero la obras están varadas: experto
No hay agua suficiente en la región; el gobierno de Jalisco debe revisar convenio de trasvase, dice
Juan Carlos G. Partida | Corresponsal Periódico La Jornada | Domingo 23 de junio de 2013, p. 26
Guadalajara, Jal., 22 de junio.- La empresa española Abengoa construirá el acueducto de 139 kilómetros desde la presa El Zapotillo (que se construye en Cañadas de Obregón, Jalisco) y León, Guanajuato, y presiona y hostiga a ejidatarios, comuneros y pequeños propietarios de la región de los Altos de Jalisco para que vendan sus terrenos, denunció Pedro Arrojo Agudo, académico de la Universidad de Zaragoza, dedicado al estudio sobre la economía del agua.

Abengoa obtuvo en septiem-bre de 2011 un contrato de prestación de servicios de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) por 25 años y por 4 mil 569 millones de pesos, el cual incluye de la elaboración del proyecto de ingeniería a la construcción, equipamiento, operación, conservación y mantenimiento de infraestructura. Debido a la falta de derecho de paso en los Altos de Jalisco no ha podido iniciar la construcción.

Sin embargo, la empresa está llegando a presionar a la gente que no le vende sus predios: quiere éstos para introducir la tubería. El gobernador (Jorge Aristóteles Sandoval Díaz) deberá estar muy atento de lo que va a ocurrir en los Altos, porque la preocupación es sobre los intereses de todos los jaliscienses. No hay agua suficiente en el río Verde, advirtió.

Durante el panel de gestión integral del agua realizado en Guadalajara, el especialista español, Premio Goldman 2003, advirtió que esta presión de Abengoa está por provocar una reacción en cadena, ante la conciencia que han tomado los habitantes de esa zona del peligro económico que significa la presa El Zapotillo, el acueducto y el proyecto privatizador de líquido.

La presa El Zapotillo es la caja de caudales de un proyecto que se llama Trasvase a León, Guanajuato. La caja, en pesos o en dólares, de un gran negocio privatizador mediante la empresa española Abengoa, resumió.

Dijo que los datos más recientes de la Conagua confirman que la región de los Altos está catalogada sin disponibilidad de aguas sobrantes, contra las proyecciones que se hicieron para justificar la construcción de la presa y el acueducto basadas en estadísticas sobre el flujo del río Verde durante más de 50 años, cuando hoy las condiciones por el cambio climático son muy diferentes y cualquier planificación hidrológica debe basarse en una serie de caudales de, cuando mucho, los 25 años recientes.

Aquí en México se debe asumir esa planificación por una postura de simple rigor técnico y de modernidad, el cambio climático ha influido y con el cambio climático las condiciones han variado de 20 años a la fecha, refirió.

Por ello, indicó que más allá de los derechos humanos violentados contra los pobladores de Temacapulín, Acasico y Palmarejo, comunidades que serían inundadas por la presa El Zapotillo, el gobernador Sandoval tendría que revisar el convenio de trasvase por “pura racionalidad económica. No debe hacerse el trasvase, hay que anteponer los derechos de ese tejido rural productivo, con un componente de valor social impresionante.

Los habitantes de los Altos de Jalisco no sólo son grandes productores de huevo, hay miles de productores, pequeños y medianos que articulan socialmente ese territorio. Si dinamitamos ese territorio se va a destruir el tejido rural en México, se avocará más las periferias de miseria en las grandes ciudades, agregó.

Como la mayoría de panelistas –académicos, técnicos y políticos–, el especialista coincidió en que existen alternativas viables a la presa El Zapotillo y el acueducto, en particular luego que las mismas autoridades reconocen que una tercera parte del agua que llega a León, Guanajuato, o Guadalajara, Jalisco, se pierde por fugas.