domingo, 19 de agosto de 2012

Campesinos reunidos en Tepoztlán plantean encuentro nacional los días 21 y 22 de octubre

Buscan impulsar proceso de unidad en torno de la defensa de la tierra, el agua y el aire
Se oponen a diversos megaproyectos que amenazan hábitat, cultura y derechos ambientales y sociales
Rosa Rojas | Enviada | Periódico La Jornada | Domingo 19 de agosto de 2012, p. 15
Tepoztlán, Mor., 18 de agosto. Realizar un encuentro nacional campesino en Anenecuilco, cuna del Caudillo del Sur, Emiliano Zapata, los días 21 y 22 de octubre, y una marcha el primero de septiembre al Congreso del estado, acordaron 171 representantes de 58 pueblos indígenas y organizaciones de Morelos, Puebla, Tlaxcala, Oaxaca, Nayarit, Hidalgo, Michoacán, estado de México y Guerrero.

Esas son algunas de las conclusiones del Encuentro de Pueblos Unidos en Defensa de la Tierra, el Agua y el Aire en solidaridad con Tepoztlán, que se efectuó en el zócalo de este pueblo mágico, con la asistencia de unas 300 personas, pese a una lluvia que de a ratos era aguacero.

Las y los participantes, entre quienes estaban representaciones de #YoSoy132 del oriente de Morelos, una comisión de Suiza y diversos medios alternativos, acordaron asimismo iniciar un proceso de unidad entre las organizaciones presentes en defensa de la tierra, el agua y el aire, contra los diversos megaproyectos que amenazan el hábitat, la cultura y los derechos económicos, sociales y ambientales de los indígenas y campesinos del país.

La marcha del primero de septiembre es para informarle a los diputados locales que ese día tomarán posesión, los problemas que enfrentan pueblos morelenses por varios megaproyectos que se pretende construir en sus tierras –la ampliación de la autopista en Tepoztlán, la termoeléctrica en Huexca, construcción masiva de viviendas en Tetelpa por parte de la constructora Geo, entre otros– para que el Congreso saque un punto de acuerdo solicitando al entrante gobernador del estado, Graco Ramírez, la reconsideración de los mismos.

Lo anterior porque además de las afectaciones ambientales los megaproyectos están siendo cuestionados por las comunidades al ser violatorios de las constituciones federal y estatal, del Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo, de la Ley de Consulta estatal y de la ley reglamentaria estatal del artículo 2 bis de la Constitución, que obligan a realizar una consulta previa, libre e informada a los pueblos, para que éstos decidan si los aceptan.

Durante el encuentro los participantes relataron una historia común de lucha contra el despojo de su tierra, agua y recursos naturales y de represión por parte de los gobiernos federal, estatales y municipales que, sin embargo, no doblega su voluntad de defensa de su patrimonio y dignidad.

Aquí se habló de megaproyectos como la propia ampliación de la infraestructura carretera, que afectaría territorio del pueblo anfitrión; del parque eólico para lucro de otras trasnacionales españolas, australianas, japonesas, estadunidenses, cuya construcción resisten los indígenas ikoots (huaves) de San Dionisio del Mar, Oaxaca; de la termoeléctrica que se pretende construir en Huexca, Morelos, y el gasoducto que la abastecería, atravesando zona de riesgo volcánico también en Tlaxcala y Puebla para beneficio de dos trasnacionales españolas;

“Queremos frijoles, queremos maíz y la termoeléctrica fuera del país”, fue uno de los lemas coreados, junto con el de “Zapata vive, la lucha sigue”, que rubricaba cada una de las intervenciones.

Al encuentro asistieron puntuales los luchadores de Atenco, cuyos conocidos machetes exhiben leyendas que reclaman justicia y por lo tanto cárcel para Peña Nieto, quien siendo gobernador del estado de México reprimió su movimiento de rechazo a la construcción de un aeropuerto y como candidato priísta reconoció su responsabilidad al haber ordenado dicha represión. Los atenquenses enfrentan ahora presiones de Conagua para comprar su tierra.

Se hizo además el memorial de agravios que afrentan a Tezontepec, Hidalgo, donde una refinería que el Estado ha dejado convertir en chatarra ha contaminado su tierra, agua y aire y se les pretende despojar ahora de una zona donde se encuentra el principal acuífero de la región para llevarse el líquido al Distrito Federal. Y se quiere construir en sus tierras “el aeropuerto que rechazó Atenco”.

Un representante de la comunidad purépecha de Cherán, Michoacán, relató la lucha que libran desde abril contra los talamontes y el crimen organizado, y donde ahora se gobiernan por usos y costumbres: “No teníamos contemplado que íbamos a sacar a los partidos de ahí, pero se dio porque no podemos vivir con las instituciones del Estado que no respetan al pueblo”, apuntó.

Integrantes del Frente Ciudadano de Huamuxtitlán, Guerrero, relataron cómo decidieron crear su policía comunitaria para enfrentar a la delincuencia organizada, liderada desde la presidencia municipal por Soledad Romero, de extracción perredista, a quien destituyeron, y acordaron “hacer a un lado a los partidos políticos y unirse como pueblo”.

La Cooperativa El Ocotenco, de Zacacuautla, municipio de Acaxochitlán, Hidalgo, informó que cinco de sus integrantes, entre ellos su presidenta, Filiberta Nevado, tienen órdenes de aprehensión por haber evitado que talamontes custodiados por la policía municipal sacaran la madera de 25 árboles que habían derribado. Ahora los acusan de haber sido ellos quienes los derribaron. Y en ese proceso la Semarnat está en complicidad con los talamontes, que encabeza la familia Canales, indicaron.

Fuente: La Jornada