jueves, 22 de diciembre de 2011

Registra el peso depreciación nominal de 41% en 10 años

Débil, la divisa mexicana
22 diciembre 2011 | Antonio Sandoval | El Financiero
México, 21 de diciembre.- Aunque el régimen de libre flotación ha demostrado ser eficaz en los momentos de volatilidad y por lo general refleja ajustes más ordenados en el mercado cambiario, el hecho es que nuestra moneda sigue siendo una divisa débil a la que los factores globales le pegan de diversas maneras.
Si hoy cerrara el año, el peso mexicano reportaría una depreciación de 12.01%, interrumpiendo dos años de apreciaciones; también sería la segunda mayor depreciación de la divisa nacional en una década, la más importante fue precisamente la de 2008 cuando cayó 26.5 puntos porcentuales debido a la crisis financiera global.

En la última década, el peso tuvo una depreciación nominal de 41%, ya considerando los años de apreciaciones y de estabilidad que lo llevaron incluso a recibir el mote de "superpeso".

La fuerza de la divisa mexicana ha quedado para otras épocas, el factor externo es el que más la ha desestabilizado en los últimos meses y posiblemente el fenómeno se prolongue por un tiempo aún indeterminado.

Una palabra es clave: incertidumbre, para los siguientes meses las expectativas no lucen muy favorables en lo referente a la crisis europea, los capitales están muy volátiles y de hecho ya se anticipa un prolongado periodo de desaceleración y estancamiento, irónicamente el dólar, cuya economía tampoco es sólida, tiene una posición de mayor activo de cobertura en éstos momentos.

Como la demanda por activos de cobertura es demasiada, y no hay mucha oferta de esos mismos activos, no porque no haya instrumentos para invertir, sino porque para recibir el estatus de activos sin riesgo deben tener una serie de particularidades que difícilmente se pueden observar en estos momentos, entonces el dólar y los instrumentos de inversión denominados en dicha moneda se vuelven un refugio seguro, el Tesoro estadunidense parece tener la solidez suficiente para garantizar los capitales.

Así, con bonos estadounidenses que prácticamente pagan el 0% en el mercado secundario dependiendo del plazo y valor de la operación, y con un bono a plazo de 10 años, cuya tasa de rendimiento se ha consolidado en menos de 2%, entonces no cabe mucha duda de que las divisas emergentes seguirán presionadas en los siguientes meses.

Es más o menos previsible saber que el peso no tiene la fortaleza suficiente para mantenerse con solidez y no exponerse a la especulación, Europa está en una grave crisis y pese a que Latinoamérica tiene fundamentos aceptables, no podrá mantenerse al margen por mucho tiempo, quizás con problemas menos fuertes, pero la región es muy sensible: el peso mexicano, el real brasileño y el peso argentino, entre otros, no tienen una perspectiva de corto plazo favorable.


Fuente: El Financiero