lunes, 20 de diciembre de 2010

Nuevo salario mínimo fomenta el crimen

El salario del miedo es una película del célebre director Henri Georges Clouzot, realizada en 1953, que narra la aventura de un grupo de hombres que se hace cargo de llevar una carga de dinamita con tal de escapar de la miseria y la desesperación. El argumento no es tan ajeno a México. Millares de jóvenes desempleados se contratan con las mafias porque no hay trabajo bien remunerado, aunque se juegan la vida y muchos la pierden; en su camino dejan una huella de horror entre gente inocente. Antes tenían una puerta de escape: migrar a Estados Unidos. Ahora nos parece una fortuna que hayan logrado huir millones de paisanos y que se ganen la vida pacíficamente con o sin papeles. Este fin de semana el gobierno calderonista dictó una disposición que inevitablemente fomentará el crimen en sus variadas expresiones: subió $2.40 el salario mínimo. Desde el próximo mes de enero el de la Zona A, que incluye el Distrito Federal, será de $59.80 al día. Los que corresponden a las zonas B y C todavía son más raquíticos: 58.10 y 56.75. El incremento es de 4.1%. Si hacen un comparativo con los ingresos que recibirá el presidente Calderón el próximo año, caerán en cuenta que el de un trabajador no es ni siquiera uno por ciento de su más que generoso ingreso. En la gráfica anexa incluyo un par de datos que sirven para hacer otro contraste: Lula, considerado uno de los mejores mandatarios de América y del mundo, gana menos de la cuarta parte que Calderón. Y en estos días entrega un país próspero y prestigiado internacionalmente, de lo cual difícilmente puede ufanarse el mexicano. El presidente de Chile, Sebastián Piñera, un próspero empresario, gana la mitad y el de Paraguay, Fernando Lugo, renunció a su sueldo y lo está donando a los indígenas.