¡Hola Norberto Rivera!
¡Mi aguerrido Cardenal!
¡Aquí está tu calavera
que te viene a saludar!
Tienes que darme las gracias,
¡Moriste en la catedral!
y te verás en la TV
pero no sé en qué canal”
“Marcial Maciel Degollado
¿ y Nicolás Aguilar
te oficiarán una misa
en este sacro lugar”
“¡Qué quemada Don Norberto!
aunque la ceniza, dicen,
ya no se puede quemar”
Al fin habló el Cardenal
y dijo a la calavera:
“Yo te voy a excomulgar
triste calaca rastrera”
“Cuando ya la había librado
por tapar al depravado
de Nicolás Aguilar,
a punto de festejar,
en las tinieblas quedé
por tu falta de respeto.
¡Hijo de perra esqueleto!
¡Has de ser del PRD!
Epitafio
Aquí yace un colorado,
un arzobispo primado,
un cardenal muy mentado
que nombraban purpurado.
Era un fulano de tal
que a muchos nos caía mal
porque era un tipo pesado
aunque muy controversial.
