Cierre de cuentas perjudica a miles de productores agrícolas, artesanos y comerciantes
La población que atienden, con mayoría de mujeres indígenas, ha sido marginada por la banca
Unos 350 mil pequeños productores agrícolas, artesanos y comerciantes, la mayoría mujeres indígenas que viven en pequeñas y alejadas comunidades del sur del país, han resultado afectados por la cancelación de las cuentas de 150 microfinancieras que desde hace siete meses y sin previo aviso han aplicado los bancos, principalmente Banamex, Bancomer, Santander y HSBC, denunciaron representantes del sector de las microfinanzas, entrevistados por La Jornada.
“Sucedió que justo el 19 de diciembre, ya para salir de vacaciones y sin que mediara ninguna notificación, Banamex, con el que hemos trabajado desde 2002, nos canceló nueve de 10 cuentas y se quedó con más de 6 millones de pesos. Además de no tener acceso a nuestros recursos, las 14 mil mujeres, campesinas e indígenas, que atendemos en la zona de la Huasteca (Veracruz, Hidalgo y San Luis Potosí) tampoco pudieron hacernos su depósito semanal de 200 o 300 pesos para pagar los créditos que les hemos dado de entre mil 500 y 10 mil pesos para sus negocios o el mejoramiento de sus viviendas”, refirió María Teresa García Moisés, directora jurídica de Ámbito Productivo, una sociedad financiera de objeto múltiple (sofom).
Las microfinancieras van desde cooperativas y cajas de ahorro hasta sociedades financieras populares (sofipos) o de objeto múltiple (sofomes) y llegan a ser la única opción financiera de las personas de bajos recursos, que no son sujetos de crédito para la banca comercial.
Venta de tamales en Atenco, estado de México. Foto: Carlos Ramos Mamahua
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Infructuosa mesa de trabajo
Actualmente, instituciones de la banca de desarrollo, como Nacional Financiera (Nafin), el Programa Nacional de Financiamiento al Microempresario (Pronafim), Banco de Ahorro Nacional y Servicios Financieros (Bansefi) o Financiera Rural destinan parte del presupuesto federal para apoyar proyectos productivos de la población en estado de pobreza, y lo hace a través de las microfinancieras para que, a su vez, “dispersen los recursos” entre campesinos, artesanos, comerciantes y sobre todo mujeres, que representan más de 80 por ciento de las beneficiarias del sistema.
Pero las microfinancieras dependen de los bancos tanto para recibir esos recursos públicos o fondeos como para entregar créditos a sus clientes y recibir los pagos semanales que éstos les hacen, y con el cierre de cuentas “quedamos ahorcados” señalan algunos entrevistados.
El cierre de cuentas no es nuevo, ya había ocurrido hace tres años y cesó, pero desde julio del año pasado los bancos lo están aplicando de nuevo unilateralmente, sin dar explicación alguna y sin que exista orden judicial ni solicitud para hacerlo del Sistema de Administración Tributaria (SAT).
La nueva etapa comenzó con la nueva regulación sobre lavado de dinero que obliga a los bancos a reportar actividades sospechosas, pero resulta “absurdo y grave pensar que los pobres y las instituciones de banca de desarrollo son sospechosos de este delito” ya que los primeros son los clientes de las microfinancieras y de los segundos proviene la mayoría de los recursos que manejan, además de que se atenta contra la inclusión financiera, sostuvo Claudia Revilla, directora de Prodesarrollo, una red de 87 microfinancieras fundada en 1997 y de las cuales a 32 se les congeló su cuenta bancaria.
Entendemos, dijo, que la legislación actual obliga a los bancos “a ser responsables del último destinatario; es decir, los microempresarios, pero entonces debemos buscar con las autoridades un mecanismo o ruta para no caer en excesos como que los bancos congelen las cuentas de las microfinancieras de manera indiscriminada, de un día para otro y causando una terrible afectación social”.
Evaluadas por CNBV y Condusef
Menos aún cuando la mayoría de entidades cuyas cuentas han sido congeladas están bien calificadas en las evaluaciones que les aplican las comisiones nacionales Bancaria y de Valores (CNBV) y la de Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef).
“Si el tema es presunción de lavado de dinero, ninguno de nosotros vamos a permitir que nos traten como ‘presuntos’ cuando estamos cumpliendo con todo y no estamos haciendo ninguna actividad ilícita. Aquí lo que hay que hacer es reservar y respetar la potestad que tienen las autoridades, ellas son las que tienen que poner la ruta, no los bancos. Ellos no tienen facultad para andar supervisando otras entidades financieras y los bancos y las microfinancieras somos lo mismo, sólo que unos más grandes y otros más chicos”, puntualizó.
El problema no ha cesado pese a que representantes de las microfinancieras lograron que las autoridades que las regulan, es decir la CNBV y Condusef, han atendido el caso y están en mesas de trabajo. Incluso Revilla refirió que tuvieron reuniones con la Asociación de Banco de México (ABM) que fue muy contundente en rechazar que sus asociados traten de imponer a las microfinancieras que se apliquen auditorías sólo con los despachos que ellos quieren.
Las denuncias al respecto fueron expuestas insistentemente ante funcionarios federales en el reciente foro de microfinanzas que realizó Pronafim el viernes pasado. Mario Di Constanzo, presidente de la Condusef reconoció que se trata de un tema sensible dado “el importante número de quejas registradas, más de cien”, pero acotó que el organismo está analizando cada caso para determinar si los bancos se excedieron en sus atribuciones o el cierre de cuentas se debe a retrasos o incumplimento de las microfinancieras
Sin embargo, tan sólo esta semana Banamex cerró cuentas de otras dos sofomes: cuatro de Soluciones y Oportunidades que cuenta con 6 mil acreditados en Chiapas, Yucatán y Quintana Roo y seis cuentas de Con ser tu amigo que atiende a 13 mil personas de Chiapas.
“Nos congelaron 2 millones de pesos y ya no pudimos cumplir con nuestros compromisos de pago con fondeadores ni ministrar fondos a nuestros clientes. El daño que los bancos nos ocasionan es brutal e irreversible porque estamos en riesgo de perder fondeadores y clientes”, señaló Gregorio Alberto Utrilla González, director Soluciones y Oportunidades.
“Nos causan molestias a nosotros y a nuestros clientes porque todos bajan de comunidades muy alejadas como Tila, Tumbalá y Rayón a hacer depósitos al banco, pero así ¿cómo? Nos obligan a cambiar todo”, indicó a su vez Pedro Vázquez Osorio, de la sofom Con ser tu amigo, a la que Banamex le congeló más de un millón de pesos.