Francisco Garfias
El diputado César Augusto Santiago recibió, no hace mucho, una llamada de su ex correligionario del PRI, Marcos Bucio, para que dejara de meterse en cosas de la Comisión Federal de Electricidad. “Sabemos que vas a presentar un punto de acuerdo. No conviene que lo hagas. Si lo haces, Alfredo (Elías Ayub) dice que los diputados nos van a dar mucha guerra”, advirtió.
El chiapaneco no sólo ignoró la “recomendación”, sino que al día siguiente presentó el punto de acuerdo, por el cual solicitó que la Auditoría Superior de la Federación practique revisiones financieras a la CFE; y se investigue a Néstor Moreno Díaz, ex director de Operaciones, por las denuncias de corrupción que hay en su contra.
El punto de acuerdo se aprobó abrumadoramente. Bucio montó en cólera y se apersonó en San Lázaro para grillar al chiapaneco. Peor aún, lo trató de hacer con funcionarios de Comunicación Social de la fracción del PRI. “Háganle el vacío a César Augusto, está enojado con el PRI”, pidió. Pero el tiro le salió por la culata. El chisme llego rápido a Santiago, a quien, por lo demás, pusieron a investigar las numerosas denuncias sobre cobros excesivos que la CFE hace a los usuarios.
- Tenemos copia del expediente sobre el caso de Néstor Moreno Díaz. Contiene pruebas documentales contra el funcionario, de 1998 a la fecha. Está integrado por tarjetas informativas, memorándums, actas, notas periodísticas, minutas de reuniones que alertaban sobre su apetito por el dinero y sus incontables actos de corrupción.
Incluye también el oficio de la Contraloría, fechado el 19 de marzo de 1998, en el que notifica la inhabilitación de Moreno Díaz diez años, “por conductas irregulares cometidas en el desempeño de sus funciones”. Pero la disposición de la Contraloría fue ignorada. Néstor volvió a ser contratado por la CFE, sin ningún problema.
El voluminoso expediente deja claro que el yate, el Ferrari y los 600 mil dólares que supuestamente recibió por otorgar cuantiosos contratos a una compañía de Houston y otra de California, son apenas las migajas del pastel que se llevó.
Un documento nos llamó particularmente la atención. Es el que abre el expediente. Se trata de una “tarjeta informativa confidencial”, con fecha del 20 de agosto de 2007, dirigida a Margarita Zavala, esposa del presidente Calderón. Fue enviada con motivo de la ratificación deMoreno Díaz como director de Operaciones, cargo que dejó en agosto pasado, luego de que el periódico Houston Chronicle destapó la cloaca.
El texto de la “tarjeta confidencial”, firmado por el ingeniero Leandro Zamora Velázquez, notifica a la primera dama que Moreno Díazaparece mencionado en diversas irregularidades contra el patrimonio de la CFE.
Zamora informa que a Dionisio Pérez-Jácome Friscione, entonces coordinador de asesores de la Oficina de la Presidencia, y a Jonnathan Carballido Vieyra, asesor en jefe de Desarrollo Económico, les fueron entregadas más de mil hojas de diferentes proyectos de construcción y compra de servicios, que mostraban claramente las irregularidades cometidas en la CFE .
Las hojas documentaban, entre otras cosas, asignaciones con violaciones a la normatividad; duplicidad de pagos, compra de equipo obsoleto, pagos indebidos, obras pagadas sin concluir, obras pagadas sin ejecutar.
Zamora esperaba que su advertencia sirviera de algo, pero no pasó nada.Alfredo Elías Ayub, director de la CFE, dejó a Néstor en el cargo, hasta que estalló el escándalo del yate, el Ferrari y los dólares.
- Felipe Calderón está determinado a cerrarle el paso a Enrique Peña Nieto en 2012. “Le tiene fobia”, nos dijo hace poco un legislador muy cercano al mandatario mexiquense. El Presidente de la República comentó también el asunto con un gobernador que no es priista. “No quiero pasar a la historia como el hombre que regresó el PRI a Los Pinos, y menos como el que le entregó el poder a Peña Nieto”, le habría dicho, palabras más, palabras menos.
El legislador citado ya habló de esta situación con Peña. “Arregla tu relación con el Presidente”, le aconsejó. El gobernador lo ha intentado. Cada vez que puede, lo busca para reunirse con él. Pero es inútil. “A los dos días me lo encuerdan otra vez”, ha dicho, en corto, el mexiquense.
La hija de Enrique Peña Nieto cumplió hace poco 15 años. El gobernador hizo una reunión para celebrarlo. Los que asistieron lo vieron confiado, tranquilo, sin prisas. Las alianzas en 2011 ya no le provocan angustia. Siente que está vacunado. La ley Peña y el constante torpedeo de Andrés Manuel López Obrador a la coalición PAN-PRD, le devolvieron la serenidad. “No voy a sacar a mi candidato, antes de que la alianza saque el suyo”, comentó, en corto. Sabe que entre más se tarden azules y amarillos en encontrar abanderado, menos posibilidades tienen de hacerlo crecer.
