domingo, 27 de noviembre de 2016

Cuarto año, un presidente derrotado

Tradicionalmente el cuarto año de gobierno de los presidentes de México era el mejor, pues ya se había sacudido los lastres de administraciones anteriores y aún no se disparaban las carreras por la sucesión. Para Enrique Peña Nieto no fue así: su cuarto año muestra fehacientemente su fracaso en todos los ámbitos. Las reformas estructurales con las que pretendió “Mover a México” caen estrepitosamente, al tiempo que los problemas de corrupción e inseguridad nacionales se ventilan en todo el mundo. Pese a los enormes gastos en publicidad oficial, sus niveles de rechazo aumentan y según las encuestas, ni en su partido, el PRI, es bien visto.
27 noviembre 2016 | Arturo Rodríguez García | Proceso