En estos dos años y dos meses desde el ilegal decreto de extinción de la empresa paraestatal Luz y Fuerza del Centro, no cabe duda de que el servicio se ha deteriorado además de haberse encarecido. Apenas hace unas horas, como a eso de las nueve de la noche, se fue la luz en mi domicilio en Ciudad Nezahualcóyotl, estado de México.
Me apresté a subir a la azotea y me percaté de que era de gran magnitud el apagón, y por un momento pensé que se había ido la luz en toda la zona central del país.
No exagero al decir que pudo haber sucedido así, ya que no solamente las mal llamadas mufas son las que explotan en el Centro Histórico de la Ciudad de México, ya que también en las subestaciones de potencia suceden lo que técnicamente se llaman disturbios o fallas, todo esto sin duda por falta de mantenimiento correcto en el equipo.
Me apresté a subir a la azotea y me percaté de que era de gran magnitud el apagón, y por un momento pensé que se había ido la luz en toda la zona central del país.
No exagero al decir que pudo haber sucedido así, ya que no solamente las mal llamadas mufas son las que explotan en el Centro Histórico de la Ciudad de México, ya que también en las subestaciones de potencia suceden lo que técnicamente se llaman disturbios o fallas, todo esto sin duda por falta de mantenimiento correcto en el equipo.