jueves, 16 de septiembre de 2010

Dan espalda en el Zócalo en protesta a programa del Bicentenario


Dan espalda en el Zócalo en protesta a programa del Bicentenario

México.- El programa del Bicentenario recibió una vez más el rechazo de los miles deasistentes al Zócalo capitalino, quienes en dos ocasiones le dieron la espalda a losespectáculos por espacio de tres minutos, en señal de desacuerdo y protesta.

De inmediato surgió el Himno Nacional y todos volvieron la vista hacia la monumental Bandera Nacional ubicada en el centro de la Plaza de la Constitución.

Entre gritos de 'fraude' y de 'pueblo unido jamás será vencido', Israel Estrada proveniente de Tijuana aseguró que gastó más de ocho mil pesos para venir con su familia a ver un espectáculo que le dejó 'un mal sabor de boca'.

De tal suerte, conminó a los asistentes a dar la espalda a los espectáculos, entre ellos el de la Fiesta Charra, así como al mariachi Los Alazanes que en ese momento tocaba.

En punto de las 21:45 horas se apagaron las luces en la plancha del Zócalo e inmediatamente los asistentes encendieron las lámparas de mano que les obsequiaron con un impermeables, lo que contrasta con el alumbrado multicolor colocado por las autoridades capitalinas en los edificios aledaños.

Se espera que en punto de las 22:00 horas se lleve a cabo un enlace internacional del espectáculo que se ofrece en la plancha del Zócalo para que sea visto en todo el mundo, según informaron los organizadores.

Abuchean a Calderón en desolado Grito de Dolores

Abuchean a Calderón en desolado Grito de Dolores
Verónica Espinosa 


Dolores  Hidalgo, 16 de septiembre (apro).- Al mismo tiempo que amanecía en la Cuna de la Independencia Nacional, ante una plaza semivacía y sin librarse de las rechiflas, el presidente Felipe Calderón repitió las palabras que el cura Miguel Hidalgo y Costilla pronunció al anunciar el inicio del movimiento que culminó en la Independencia de México.
“¡Uleeeero…uleeeero!”, se escuchó entre el público impaciente, entre los que había muchos desvelados que durmieron en la misma plaza, minutos antes de la ceremonia que encabezó Calderón con su esposa Margarita Zavala y sus hijos en los escalones de la Parroquia de Dolores.
Un par de horas antes, en la misma plaza había concluido el baile con la Banda del Recodo y la Sonora Santanera, en un esfuerzo por mantener a la multitud reunida –y despierta- para el acto oficial.

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