8 junio 2012 | Jesusa Cervantes | Proceso
MÉXICO, D.F. (apro).- Con una caída en picada en las preferencias electorales y una pesada loza a cuestas de exgobernadores del PRI vinculados presuntamente con el narcotráfico, Enrique Peña Nieto llega al segundo y último debate presidencial este domingo.
El 6 de mayo, el candidato priista inició su participación en el debate, engallado y seguro. Pero la percepción de la ciudadanía fue modificándose en la medida que Andrés Manuel López Obrador evidenció su relación con el expresidente Carlos Salinas de Gortari y el haber protegido a su antecesor en el Estado de México, Arturo Montiel.