Los dos factores que condenan a México a padecer letales desastres por fenómenos naturales son la corrupción y la pobreza: éstos causan el “83 por ciento de muertes en edificios colapsados en sismos”. La tercera gran falla de este país es el uso político del dinero público para rescatar y reconstruir.
Corrupción y pobreza vuelven a herir a México: ambos factores son identificados por el propio gobierno federal como origen de la vulnerabilidad del país ante los fenómenos naturales, como el sismo del pasado 19 de septiembre que cobró la vida de al menos 302 personas, y el del día 7 del mismo mes, con saldo de 96 víctimas fatales.