Ampliar la cobertura para que sea fiscalmente sostenible y mejore el mercado laboral, la meta
Pretende mejorar las pensiones contributivas y no contributivas y apoyar seguro de desempleo
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) prepara otro crédito para México por 300 millones de dólares para reformar el sistema de seguridad social, al que considera uno de los factores que ocasiona la baja productividad y la informalidad laboral en el país.
“El objetivo general de la operación es apoyar al gobierno de México a ampliar la cobertura de la seguridad social en forma tal que sea fiscalmente sostenible y mejore la eficiencia del mercado laboral”, asienta el BID en el perfil del Programa de Seguridad Social y Mercado Laboral en México, registrado en julio pasado, actualmente en “preparación” y cuyo organismo “ejecutor” será la Secretaría de Hacienda.
El programa pretende mejorar las pensiones contributivas (referidas a las aportaciones que hacen los trabajadores durante su vida laboral) y no contributivas (las que provienen de los recursos generales del Estado), pero también apoyar la creación de un seguro del desempleo y restructurar el financiamiento de salud a fin de generar un aumento en la productividad y el empleo formal.
El actual sistema de seguridad social de México, condena el BID, “supone un subsidio efectivo a empresas informales de baja productividad y un costo para empresas productivas”.
Sostiene que el programa “está alineado” con sus estrategias para México en protección social, educación y mercados laborales. También busca hacerlo compatible con las metas del Pacto por México, en cuanto a la creación de un seguro del desempleo y una pensión para adultos mayores de 65 años que no cuenten con un sistema de ahorro para el retiro.
México, advierte el banco, se ha caracterizado por un “lento crecimiento económico y una escasa creación de empleo formal”, pues entre 1992 y 2012 el producto interno bruto (PIB) per cápita aumentó apenas 1.30 por ciento, tiene una constante tasa de informalidad de 63 por ciento y 46.2 por ciento de su población vive en pobreza. Además sus tasas de informalidad son mayores que las de otros países latinoamericanos con ingresos similares y es la única nación de la OCDE que carece de seguro de desempleo.
En cuanto a la seguridad social, el BID apunta que sólo 40 por ciento de los trabajadores mexicanos contribuyen a la seguridad social y hay una gran movilidad entre empleos formales e informales que propicia una “cobertura errática”. Detalla que sólo 25 por ciento de los mayores de 65 años tienen una pensión contributiva y se calcula que apenas 27 por ciento de los hombres y 12 por ciento de las mujeres de 50 y 59 años han contribuido el tiempo necesario para alcanzar una pensión mínima garantizada.
Critica que el aumento de los programas de salud no contributiva (como el Seguro Popular) han incrementado los costos para cubrir las prestaciones sociales y las pensiones, porque se aumentan los incentivos al trabajo informal y se reducen para el formal.
Ese es el diágnostico del que parte el BID para justificar el préstamo de 300 millones de dólares a México y en cuyo programa incluye el apartado: “instrumento de financiamiento”, el cual explica como una operación para apoyar “la elaboración de leyes y su aprobación por el Congreso”.