Enrique Galván Ochoa - Dinero
El secretario de
Energía, Pedro Joaquín Coldwell, dejó colgado de la brocha a su jefe,
Enrique Peña Nieto, al cancelar la construcción de la refinería
Bicentenario en Tula, Hidalgo. “Voy a comprometerme, y será real, porque
aquí Hidalgo, a través de la refinería, va a generar muchos miles de
empleos, a que ¡vamos a concluir la refinería que sólo ha sido promesa y
que nosotros haremos realidad!, dijo el candidato Peña Nieto el 20 de
mayo de 2012. También se comprometió el entonces gobernador, Miguel
Ángel Osorio Chong, el 17 de junio de 2010:
En conclusión, les digo: se va a hacer la refinería y vamos a respetar nuestra historia. Asimismo, dejó en ridículo al director de Pemex, Emilio Lozoya: “El proyecto de la nueva refinería de Tula se mantiene en la cartera de inversión de Pemex-Refinación…”, había asegurado apenas el 15 de marzo anterior. Ya ni qué decir del desaire a Felipe Calderón: el 18 de marzo de 2010, en la celebración de la ex-expropiación, había hecho el anuncio:
Sabemos que el estar importando más de 40 por ciento de las gasolinas que consumimos en México está generando desde luego riesgos para los mexicanos, y también deterioro de las finanzas de Pemex, por esa razón y por muchas otras de justicia, por primera vez en más de 30 años estamos impulsando la construcción de una nueva refinería en el país, la Bicentenario, que estará precisamente aquí en esta zona del estado de Hidalgo. ¿Y los centenares de millones de pesos que se gastaron –tiraron– en el proyecto? Parece que eso no es importante junto a la felicidad que Coldwell ha llevado a la veintena de compañías extranjeras que venden a Pemex la mitad de la gasolina que consume México.
Azcárraga termina alianzas
En unas cuantas semanas Emilio Azcárraga ha terminado
tres alianzas. Primero salió de Iusacell, la sociedad que tenía con
Ricardo Salinas Pliego. No le fue bien: compró caro y vendió barato. Sin
embargo, su participación en el negocio de la telefonía celular podría
ser un motivo para que no pueda zafarse el título de preponderante, de
acuerdo a la nueva ley telecom. Luego sacó del consejo de
administración de Televisa a Germán Larrea. El rey del cobre quiere
tener su propia televisora y tiene negocios con Carlos Slim. Se llevó
información muy valiosa de Televisa, que le servirá para su proyecto. Y
el fin de semana Azcárraga también sacó del consejo a Claudio X.
González Laporte. Uno de sus hijos, Pablo, está colaborando con un
comité técnico de América Movil, es decir, con Slim. Ya sabemos de
quiénes se hablará en los programas de Televisa… pero en contra.
¿Quién sigue?
Las miradas se vuelven a Manuel Medina-Mora, el
responsable de las operaciones de Banamex y BanamexUSA, como la próxima
cabeza que podría rodar. Por fin cayó un pez gordo, Javier Arrigunaga
Gómez del Campo, director de Grupo Financiero Banamex, por el fraude de
400 millones de dólares de Oceanografía. Antes fue director del
Fobaproa, el fideicomiso del Banco de México que sirvió como instrumento
para derivar fondos de los contribuyentes al salvamento de los bancos.
Banamex fue uno de los beneficiados. Arrigunaga fue sustituido por
Ernesto Torres Cantú, quien está en la empresa desde hace 25 años.
Michael Corbat, director ejecutivo de Citigroup, se ha comprometido a
fincar responsabilidades entre los empleados por el caso Oceanografía,
que sigue bajo investigación, y ha despedido a 12 hasta ahora. Un juez
de Arkansas ordenó a la compañía entregar registros internos a un fondo
de pensiones del cuerpo de bomberos de Oklahoma, que está demandando al
banco también por el caso de Oceanografía. Arrigunaga era también
presidente de la Asociación de Bancos de México. En los próximos días
designan a su sucesor.
@Vox Populi
Asunto: Metlife
Carmina Abad Sánchez, directora general de Metlife:
Nunca hemos tenido la necesidad de solicitar su intervención
personal, sin embargo nos apena en estas circunstancias pedirle su
urgente intervención. Inesperadamente, la licenciada Lilia Ivonne
Hernández García nos informó la decisión de despedir a un grupo de 31
compañeros, sin motivo ni razón alguna, con un método sorpresivo, con la
presencia de varios abogados, incluyendo un notario, que piso por piso
presionaron a los trabajadores para que firmaran su renuncia. Este hecho
no tiene precedentes, ya que siempre hemos coadyuvado a tratar
cualquier problema mediante el diálogo respetuoso entre empresa y
sindicato, y no habíamos recibido aviso alguno de esta medida. En la
manera en que se instrumenta, viola los más elementales derechos
humanos, puesto que a la gente se le presiona encerrándola en una
oficina diciéndole que no puede salir si no firma, excluyendo la
participación del sindicato, a grado tal que se cancelaron los accesos
de los torniquetes, también sin precedentes. Le agradeceríamos su
intervención para detener esta injusta e ilegal medida que, por otro
lado, viola nuestro contrato colectivo, el cual señala que antes de
tomar una medida de esta naturaleza, debe realizarse una diligencia
previa para valorar alternativas y aclarar la situación.
Sindicato de Trabajadores de Metlife
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La tarjeta de crédito es como el mar: no hay que tenerle miedo, pero sí hay que tenerle respeto.