La constructora ofrecía cinco mil pesos a deudos para el funeral
10 enero 2014 | Cristina Pérez-Stadelmann | El Universal
La última vez que lo vieron fue el 1 de enero. La familia Santiago Santiago, formada por seis hijos, dos nietos, padre y madre, festejó el año nuevo. El 2 de enero, José Trinidad se levantó a las tres de la mañana para viajar a la Ciudad de México como lo hacía todos los lunes desde los 17 años de edad, cuando comenzó a trabajar como albañil.
La última vez que lo vieron fue el 1 de enero. La familia Santiago Santiago, formada por seis hijos, dos nietos, padre y madre, festejó el año nuevo. El 2 de enero, José Trinidad se levantó a las tres de la mañana para viajar a la Ciudad de México como lo hacía todos los lunes desde los 17 años de edad, cuando comenzó a trabajar como albañil.
Completó sus estudios de secundaria en la localidad de Calpulalpan situada en el municipio de Jilotepec, en el Estado de México (donde también habitaba) y ejerció, hasta su muerte, el oficio de carpintero de obra negra que le enseñara su padre Jesús Santiago.
Por la mañana, debía acudir a la obra, propiedad de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), en la que laboraba; pero ese 4 de enero, a las 7:15 de la mañana, cuando el techo de la obra se desplomó y sobrevino el derrumbe, José comenzó a trabajar de madrugada y a oscuras, asegura se hermano Fernando, también trabajador de la construcción, quien poco después del fatal accidente acudió a la obra ubicada en el cruce del Eje 6 Sur y Pestalozzi, en la colonia Del Valle, para buscar el cuerpo de su hermano.
Le informaron que bomberos y paramédicos lo habían trasladado a la delegación Benito Juárez.
Él identificó el cuerpo de su hermano menor y tuvo que “regatear” con representantes legales de la empresa Servicios Aplicados a la Construcción Cobasa los gastos del funeral de su hermano. Primero le ofrecieron 5 mil pesos.
Aunque la familia refiere a Cobasa como la empresa que contrató a José Trinidad, oficialmente se ha informado que el contratista de CFE para ejecutar la obra era CYMI-Cobra.
Finalmente, acordaron que la empresa le daría 20 mil pesos con la condición de que Fernando firmara un papel, aun sin casi saber leer ni escribir.
Fernando preguntó por las condiciones laborales de la contratación de José Trinidad. Los representantes de la empresa no le dieron respuesta. Fernando ya está procurando un abogado que lo asesore.
“Tuvo una muerte horrible. Falleció por asfixia en sumersión. Se lo tragó el cemento. Era el mejor de mis hermanos. Apenas terminó la secundaria y se puso a trabajar. Yo soy madre soltera y José comenzó a hacerse cargo de mi hijo Eduardo, no quería que dejara de estudiar. José no merecía morir así”, dice Zara, hermana de José y madre de Eduardo.
Fernando Santiago asegura que llegó a entrar a la obra y por ello sabe que no contaba con viguetas de sustento y que el andamio colocado no era el adecuado.
El accidente en la obra de la Comisión Federal de Electricidad ocurrió el pasado 4 de enero. Se registraron 17 lesionados, 8 de ellos fueron trasladados al Hospital General Regional no. 2 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Siete fueron dados de alta inmediatamente y otro al siguiente día. No está claro si eran derechohabientes, porque fueron atendidos de urgencia y no se les solicitó número de Seguridad Social.
"Se lo tragó el cemento" y nadie ayuda a la familia
"Se lo tragó el cemento" y nadie ayuda a la familia
Fuente: El Universal