Aumenta pobreza monetaria y carencia de vivienda, salud y seguridad social: Banco Mundial
Roberto González Amador | Periódico La Jornada | Miércoles 18 de diciembre de 2013, p. 28
Roberto González Amador | Periódico La Jornada | Miércoles 18 de diciembre de 2013, p. 28
La proporción de mexicanos en pobreza respecto del total de la población es ahora tan alta como hace dos décadas. Son 52 de cada 100 habitantes del país quienes viven en esa condición. La cifra del conjunto esconde una realidad particular: las tasas de pobreza en estados como Chiapas, Guerrero y Oaxaca son 10 veces más altas que en entidades como Nuevo León, Distrito Federal o Baja California, reveló un nuevo reporte del Banco Mundial (BM), que contiene la estrategia de ese organismo para México en los siguientes seis años.
“La pobreza monetaria –ingreso insuficiente para adquirir una canasta básica de alimentos, además de tener al menos una carencia en cuanto a vivienda, infraestructura, salud, seguridad social y seguridad alimentaria– creció en México entre 2006 y 2012, hecho que rompió una tendencia de una década de reducción de la pobreza en el país”, mencionó.
“Una visión de largo plazo, utilizando datos que abarcan dos décadas de mediciones de la pobreza, muestra que las tasas de pobreza monetaria en 2012 fueron similares a las que existían en 1992. La reducción neta en las tasas de pobreza moderada y pobreza extrema –ingreso insuficiente para adquirir una canasta básica de alimentos– fue de sólo 0.8 y 1.7 puntos porcentuales, respectivamente, en los últimos 20 años”, añadió el organismo en el documento del Banco Mundial Estrategia de asistencia a México para los años 2014 a 2019, publicado el viernes pasado.
La pobreza afectó el último año a 52.3 por ciento de la población, tasa similar a la de 1992, que fue de 53.1 por ciento, estipula el documento del Banco Mundial. La pobreza extrema, mientras tanto, pasó de 21.4 a 19.7 por ciento del total de la población entre 1992 y 2012, añade.
Predio Degollado, en la
delegación Iztapalapa.
Foto: Roberto García Ortiz
|
Sin embargo, entre 2006 y 2012 la extrema pobreza o “pobreza alimentaria” se incrementó de 14 a 19.7 por ciento de la población, es decir, a 23.1 millones de personas en el último de los años, abundó. México mantuvo un ritmo similar al de reducción en pobreza que el resto de la región latinoamericana, aunque en los años posteriores a 2008 este ritmo se detuvo debido al alza en los precios de alimentos a escala internacional, la crisis financiera mundial de 2009 y la epidemia de gripe AH1N1, añadió.
Diferencias regionales
La tasa nacional de pobreza muestra un contraste al ser vista desde la óptica de los estados que integran la Federación. Chiapas, Guerrero y Oaxaca, menciona el documento, tienen tasas de extrema pobreza de 32.2, 31.7 y 23.2 por ciento del total de su población. Esos niveles son 10 veces mayores a los de Nuevo León, Distrito Federal y Baja California (2.4, 2.5 y 2.7 por ciento de su población en pobreza extrema, respectivamente).
Uno de cada tres mexicanos en pobreza vive en Chiapas, Guerrero y Oaxaca. Alrededor de 23.5 millones de mexicanos, o 20 por ciento de la población, viven por abajo de la línea oficial de bienestar, que es de un ingreso de cuatro dólares (unos 52 pesos) al día, indica el reporte. La línea de pobreza del Banco Mundial es más estricta que la oficial de México, al situarse en 1.25 dólares por día (16 pesos).
El promedio nacional, abunda el documento, contrasta con la alta dispersión de las tasas de pobreza en el territorio: 14 de 32 estados tienen tasas de pobreza extrema arriba de 30 por ciento de su población. Esto indica que México ha podido incrementar la cobertura de bienes y servicios como educación básica y salud, pero las oportunidades en el mercado laboral son todavía muy limitadas.
Indígenas y mujeres, los más afectados
Cálculos específicos a partir del género y el grupo étnico muestran “importantes diferencias” entre grupos, mencionó.
De 2010 a 2012, la tasa de pobreza disminuyó por igual entre hombres y mujeres. Sin embargo, en 2012 hubo 1.5 millones de hombres menos que vivían en pobreza moderada, mientras que 300 mil mujeres más que hombres vivían en extrema pobreza, expuso el organismo. Entre los indígenas, la pobreza llega a 41.7 por ciento de la población, una tasa que se reduce a 35 por ciento entre los no indígenas.
“La pobreza entre la población indígena ha disminuido más rápido, pero los niveles permanecen elevados, respecto de la población no indígena. La pobreza extrema entre la población indígena disminuyó 7.2 puntos porcentuales, lo que permitió sacar de esa condición a 800 mil personas. A pesar de este avance, 8.2 millones de indígenas siguen viviendo en pobreza, de los que 3.5 millones están en pobreza extrema”, agregó.