sábado, 13 de agosto de 2011

Caerá el consumo y subirá la delincuencia

La fortaleza de 200 mmdd no servirá de nada
México resentirá especialmente la crisis
El PAN es un cadáver político
13 agosto 2011 | Irma Ortiz | Siempre!
En el reciente informe sobre la inflación, el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, informó del ajuste a la baja de las proyecciones de crecimiento económico que se ubicaban entre el 4 y 5 por ciento y que hoy se colocan entre el 3.8 y 4.8 por ciento.
Estos pronósticos contrastan con las optimistas declaraciones del titular de Hacienda, Ernesto Cordero, sobre la fortaleza económica del país para enfrentar los embates del exterior, afirmaciones que carecen de sustento frente al sombrío panorama del proceso de desaceleración económica que vive Estados Unidos y que tendrá efectos catastróficos en nuestro país.

Marcos Chávez, analista económico, habla a Siempre! sobre el agravamiento del panorama económico.

México resentirá especialmente la crisis
¿Cómo encuentra a México la situación de la desaceleración mundial?

Es una situación similar a la de todos los países, un problema que en diversos grados en todas las economías se resentirá, en particular en países como México, dada su gran dependencia de Estados Unidos. Habrá tres mecanismos de transmisión para que se manifiesten los efectos tanto adversos como positivos para cualquier economía.

Uno, es el financiero, pese a que el gobierno dice que tiene 200 mil millones de dólares una “supuesta fortaleza”, que hemos visto, no sirve para nada. Es un mensaje para tranquilizar la esfera financiera, no para el conjunto de la economía.

El primer mecanismo de transmisión es la volatilidad de los mercados financieros, lo vemos sobre todo en los ciclos especulativos de los mercados de valores, pero que también pasa a mercados de futuro en materias primas y se resienten en lo que se refiere a las paridades cambiarias.

En el caso de México, vemos esa etapa de volatilidad bursátil que se refleja en altibajos del tipo de cambio.

A diferencia del pasado, lo que se pudiera observar es que parte del dinero que sale de Estados Unidos pudiera refugiarse en países “emergentes” como para tratar de aprovechar las altas tasas de interés. Esta situación es posible que se registre en meses subsecuentes.

Hemos visto primero una apreciación del tipo de cambio por la entrada de capitales y eso repercute negativamente en el aparato productivo pues abarata artificialmente las importaciones y afecta las exportaciones. El fenómeno ya lo tenemos presente en el país y si más adelante permanece la turbulencia, pudiera obligar al banco central a elevar las tasas de interés para atenuar dichos movimientos especulativos.

De ser cierta esta segunda posibilidad, tendríamos un segundo elemento negativo para la producción y el consumo local y por añadidura sobre el crecimiento económico del país.

El otro elemento —ya reconocido tanto por los empresarios como por el gobierno— es el problema de las exportaciones y eso fue lo que obligó al Banco de México a modificar a la baja las expectativas del crecimiento de la economía mexicana.

El gobierno hizo una estimación original de entre 4 y 5 por ciento; ahora lo bajó de 3.8 a 4.8 por ciento, es probable que esas estimaciones pudieran seguir a la baja en lo que resta del año, sobre todo porque el ciclo económico de Estados Unidos ya resiente una desaceleración importante.

Automotriz, electrónica y maquila, afectados
¿Cuáles son las actividades nacionales que resentirán con más fuerza la caída de Estados Unidos?

Probablemente hacia finales de año, Estados Unidos ya se encuentre en un ambiente recesivo y afectará actividades como la industria automotriz, la electrónica, el sector eléctrico y lo vinculado a la maquila de exportación, que aporta alrededor del 40 por ciento de las exportaciones mexicanas.

Por añadidura, también puede perjudicar las exportaciones de petróleo, lo cual eventualmente pudiera redundar en una caída de los ingresos fiscales del Estado que pudiera ser menor, o que los ingresos decrezcan, dada una caída de la demanda de importaciones de crudo y sus derivados de Estados Unidos. Todo ello aunado a la tendencia declinante de la economía mundial, a una caída de precios internacionales de petróleo, de hecho ya se observa que ha declinado en algunos dólares los precios del crudo a escala internacional.

Esa actividad implicará un menor ritmo de crecimiento de la economía por el efecto del otro mecanismo que es el comercio internacional.

Mientras tanto, el aparato productivo, orientado hacia el mercado interno que depende de la capacidad de consumo de la población o de otro tipo de actividades que destinan su producción localmente, también lo resentirá dado que a menor ritmo de crecimiento en el sector dinámico de la economía se afecte a la tasa de empleo y se incremente el desempleo en los meses subsecuentes, gradualmente.

Por si fuera poco, repercutirá en el poder de compra y por ende en los problemas sociales y delincuenciales que vive el país.

Si el banco central —por medida precautoria para tratar de estabilizar los mercados financieros— eleva los réditos, tendrá efectos sobre el consumo a través del que se obtiene por la vía del crédito.

En esas circunstancias, la situación puede ser más complicada de lo que supone el gobierno, si los indicadores de Estados Unidos o la reciente declaración de la Reserva Federal de que pretende mantener su tasa de interés de referencia entre 0 y 0.25 por ciento, hasta mediados del 2013, es porque estiman que la situación de Estados Unidos seguirá debilitándose.

No hablamos de un periodo breve sino de cuando menos lo que resta del presente año y el siguiente, que va a ser electoral y encontrará el país con una debilidad económica fuerte.

Si el argumento de la Reserva Federal es válido e incluso en su cautela no manifiesta el grado de incertidumbre y pesimismo que existe sobre la economía norteamericana y por efecto en México, porque el reciente problema surgido a raíz del nivel de endeudamiento y el problema que deriva en una disputa política por el manejo del presupuesto y de las finanzas públicas de Estados Unidos, descansa fundamentalmente en la reducción del gasto gubernamental, va a caer el gasto público norteamericano en inversión y sobre todo en gasto social.

Esa medida ya la conocemos en América Latina y en el resto de los países que han aplicado esquemas similares, lo vemos con los casos de Grecia, Italia, España o Irlanda, que en aras de ajustar su déficit fiscal y reducir su nivel de endeudamiento han hecho exactamente, aunque de manera más violenta, el recorte del gasto público.

Esto tiene efectos contractivos de la economía y tiene sentido porque los recortes se aplicarán para el año fiscal de 2012 que se inicia en octubre —de octubre a octubre— y le restará fuerza no sólo a la débil reactivación norteamericana sino podría provocar una declinación más fuerte y por la dependencia que tenemos de Estados Unidos, no sería extraño que tengamos serios problemas en términos de crecimiento y de empleo formal.

Inútil respaldo financiero
Y mientras tanto, la UNAM presenta planes anticrisis, lo mismo que los empresarios, y el gobierno no hace caso.

Es la misma historia de siempre. No olvide 1982 cuando fue la crisis, la actitud del gobierno fue la misma que en 1994, a principios de diciembre de ese año cuando había serias fugas masivas de capital y fuertes problemas en el país, fiscales y de cuentas externas, Miguel Mancera, entonces titular del Banco de México, dijo que todo está muy bien.

Sucedió lo mismo que cuando estaba Agustín Carstens en Hacienda, que decía que era una cuestión pasajera e hicieron su famoso “blindaje financiero” con reservas y apoyos que habían obtenido en el FMI.

Hoy estamos en la misma situación, su “fortaleza” es completamente inútil porque aunque no se acabarán las reservas, ya lo vimos en la crisis reciente, no lograron estabilizar los mercados.

Los movimientos de mil, dos mil millones de dólares que empiezan a especular fuerte en el mercado de cambios, en la bolsa de valores, saliéndose de los títulos gubernamentales —donde entró buena parte del capital extranjero sobre todo después de 2010—, desestabiliza los mercados, genera incertidumbre para las empresas sobre todo las grandes que viven del crédito y se van a paralizar. Esa inestabilidad afectará la actividad productiva ya sea por la incertidumbre de cuál va a ser el nivel del tipo de cambio, el nivel de las tasas de interés, el acceso al crédito y cómo va a ser la demanda tanto interna como externa.

Esta situación aún con toda esa cantidad de dólares y aunque tuviera el doble, será inútil para evitar una caída de la economía. Lo que puede generar es una menor inestabilidad en los mercados financieros pero que para desgracia del país, sólo beneficia a los especuladores, porque es alimentarlos dándoles los dólares que necesitan, ofreciéndoles las tasas de interés que quieran para tratar de sostener el tipo de cambio, pero todo se queda en ese mundo financiero que primero afecta a la producción y a nosotros como ciudadanos, trabajadores y consumidores. Para eso el gobierno no ha dicho absolutamente nada.

El PAN es un cadáver político
Además, se da en época electoral y seguramente le pegará muy fuerte al gobierno y al PAN.

Desde mi punto de vista, el PAN es ya un cadáver político, no va a ganar, y con ese candidato, si es Ernesto Cordero, que simplemente es impresentable. Ha manejado mal las finanzas, digamos la ortodoxia económica. Sus declaraciones han sido una barbaridad, es un hombre gris, sin experiencia política y además va a asumir todos los costos del gobierno calderonista, en particular lo de su guerra contra la delincuencia. Ya está derrotado, no va a ganar en el 2012 y lo que lo complicará es la situación de incertidumbre y de problemas productivos.

Yo no dudo que lo hagan más adelante, como sucedió en 2008 que el gobierno, cuando ya veía que la economía se desplomaba, nos seguía hablando de la famosa “fortaleza financiera” e incluso el banco central hasta se dio el lujo de elevar las tasas de interés, que incluso parte de la crisis pasada es en gran medida responsabilidad del banco central.

Actualmente, mantiene baja su tasa de referencia pero lo que vemos —qué mejor espejo que el de Estados Unidos—, es una política monetaria inútil. ¿Cuánto tiempo tiene ese país con su política monetaria de tasa de interés de cero por ciento y la economía simplemente no funciona?

El gobierno aplicó primero una medida pro cíclica, luego un programa fiscal limitado, mal aplicado, tardío y lo recortó justamente cuando la economía estaba en el fondo del pozo.

Hasta ahora no ha dicho nada más allá de la parte financiera, probablemente no va a ver una caída como la sucedida en 2009, sin embargo la economía va a estar en niveles cercanos entre uno, dos por ciento, lo que dará una tasa de crecimiento medio sexenal de Calderón cercana alrededor de uno por ciento y será el peor sexenio desde la época de Miguel de la Madrid.