Graves repercusiones en campo, política industrial e ingreso
Emir Olivares | Periódico La Jornada | Viernes 21 de febrero de 2014, p.
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En dos décadas, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte
(TLCAN) no ha contribuido a la integración de un bloque regional competitivo a
escala global, a la generación de empleos suficientes y bien remunerados o
impulsado el desarrollo, lo que ha tenido repercusiones graves en el campo, la
política industrial y la distribución del ingreso.
Señalaron lo anterior académicos universitarios, durante la conferencia
internacional A 20 años del TLCAN: viejos problemas, nuevos desafíos, que se
realizó en el auditorio Jesús Silva Herzog del edificio de Posgrado de Economía
de la UNAM.
Rolando Cordera Campos, profesor emérito de la Facultad de Economía, sostuvo que en estas dos décadas se registró un crecimiento lento y mediocre de la economía mexicana y la pérdida de las oportunidades por el bono demográfico al país.
El acuerdo, que ejemplifica un cambio institucional drástico, no rindió los resultados prometidos ni los que la nación requiere para mantenerse como Estado nacional en un contexto de globalización. El crecimiento fue insuficiente y la redistribución social y de ingresos quedó al margen de las estrategias y políticas, subrayó.
Las transformaciones significaron el estancamiento histórico y no la dinamización de la economía y el reforzamiento de la cohesión de la comunidad, frutos de la democracia y el bienestar, expuso.
No hay un cambio importante en la distribución del ingreso y, lo más preocupante, sólo tres de cada 10 personas en edad de trabajar se incorporaron a una plaza formal, con prestaciones y contrato, lo que representa la renuncia a las oportunidades y posibilidades del bono demográfico del país, hoy acosado por la violencia.
Los jóvenes que no se incorporan al mercado formal ni a la educación superior sólo tienen las opciones de migrar o la criminalidad, sostuvo.
Además, dijo, las percepciones de la mayoría de los trabajadores no superan los tres salarios mínimos, y sólo 8 por ciento de la fuerza de trabajo gana cinco o más.
Alicia Girón, del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, refirió que la banca de Estados Unidos controla la mayor proporción de activos y ganancias en América del Norte. En México, tres bancos concentran más de la mitad de estos recursos.
Fuente: La Jornada