24 enero 2014 | La Redacción | Proceso
MÉXICO, D.F., (apro).- La tolerancia que hasta septiembre del año pasado tuvieron las administraciones de izquierda con los plantones realizados en la Plaza de la Constitución no se repetirá. Ante las advertencias de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) de que podrían tomar de nueva cuenta la plancha del Zócalo capitalino, el secretario de Gobierno del Distrito Federal, Héctor Serrano Cortés, recalcó que se mantendrá la coordinación con el gobierno federal para impedir que este movimiento o cualquier otro se apoderen de la plaza.
“Lo hemos dicho, vamos en todo momento a establecer coordinación con el gobierno federal para evitar que alguien se apodere de un espacio tan emblemático y representativo por tiempo indefinido”, sostuvo en entrevista.
De esto, dijo, ya fueron avisados los maestros disidentes, durante una reunión en la que también participó la Secretaría de Gobernación (Segob).
Serrano afirmó que el derecho de libre manifestación está garantizado, incluso –dijo– “si las condiciones lo permiten” se podrán realizar manifestaciones en el Zócalo, pero no ocuparlo de manera indefinida.
El funcionario local manifestó que ya se tienen previstas diversas actividades en esa área durante los siguientes meses, pero ninguna de ellas, subrayó, responde a “un temor de que ocupen los maestros el Zócalo”.
Actualmente se instala en el primer cuadro de la ciudad una exposición del Ejército Mexicano, que permanecerá ahí hasta el próximo 7 de marzo.
El 13 de septiembre de 2013, en uno de los más amplios despliegues de la Policía Federal en el Distrito Federal, centenares de maestros de la CNTE fueron desalojados de la plancha del Zócalo, luego de haber permanecido ahí desde el 19 de agosto, en protesta por la aprobación de la reforma educativa.
La plaza se liberó para dar paso a los festejos por el aniversario de la Independencia, y los mentores fueron enviados a la Plaza de la República, donde algunos todavía permanecen, a la espera de que el gobierno federal reanude las mesas de diálogo para atender sus demandas.
Fuente: Proceso
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