jueves, 16 de agosto de 2012

Aceptan habitantes de Huesca diálogo con el próximo gobernador del estado

Afirman pobladores que persiste el temor de una represión por parte de las autoridades
La población no quiere encuestas ni consultas, exigimos el alto total de las obras: dirigente
16 agosto 2012 | Dulce Maya | La Jornada Morelos
CUERNAVACA. Habitantes en resistencia de la comunidad de Huesca denunciaron que las autoridades estatales y federales preparan su ingreso para reprimir el movimiento que se opone a la construcción de un gasoducto y una termoeléctrica y reafirmaron que aunque no desean la violencia, no cederán ante el Gobierno.

“Hemos aprendido a vivir con el miedo”, aseguró Juan Carlos Flores en rueda de prensa, quien denunció que sobrevuelos de avionetas, visitas de vehículos y la presencia de personas que rodean la zona y vigilan a los ciudadanos, rasgos evidentes, consideran, de que serán agredidos en cualquier momento, por lo que responsabilizaron al gobierno estatal, tanto saliente como entrante, de lo que suceda en los siguientes días en esta comunidad del oriente del estado de Morelos.

Plática telefónica

“Vemos señales de preparar el campo para una represión que ya ha anunciado el gobierno electo de Graco (Ramírez)… el presidente municipal electo, José Refugio Amaro, mencionó haber tenido una plática telefónica con Graco, quien le había advertido que si no se aceptaba la termoeléctrica, el Ejército, los marines (sic) y los granaderos vendrían a reprimir a la comunidad y que llegarían el lunes 13 de agosto”. 

Por su parte, Guillermina Montero, una de las líderes más influyentes del movimiento en Huesca, indicó que la “población no quiere encuestas, ni consultas, queremos que el gobernador Graco Ramírez vaya a la comunidad a enfrentar lo que sucede”, indicó en clara referencia al anuncio del perredista de someter a una encuesta o una consulta la construcción del gasoducto y la termoeléctrica, que según la Comisión Federal de Electricidad (CFE) forman parte del mismo proyecto.

Guillermina Montero dijo que aceptarían un diálogo con Graco Ramírez, pero condicionó a nombre del pueblo este acercamiento a la cancelación de las obras, así como al cese del linchamiento mediático de la CFE que insiste que “somos tres o cuatro rebeldes”. 

Y remató: “Los que son siete u ocho, son los que están de acuerdo con la termoeléctrica y el gasoducto, esos ya se fueron la semana pasada, junto con sus hijos, cuando se enteraron de que la policía y los militares venían a Huesca”.