27 enero 2014 | Miguel Ángel Domínguez Ríos | La Jornada de Oriente
Atlixco–Tochimilco. “Con la respuesta de las comunidades de San Lucas Tulcingo y San Juan Amecac se está viendo que el proyecto del gasoducto Morelos es un problema social que se va acrecentando. La gente de los pueblos está cansada de acudir a tantas dependencias y que en todas les quieran dar atole con el dedo”, afirmaron vecinos de ambas comu-nidades, quienes durante la semana liberaron a dos empleados de la Comisión Federal de Electrici-dad (CFE) que tenían retenidos.
Juan Carlos Flores, a nombre de los afectados, recordó que la lista “del atole y el dedo” en ese tema es larga: la experiencia más reciente es el 11 de diciembre de 2013 con la Procuraduría Agraria; luego de mayo a julio de 2013 con Protección Civil Estatal; en marzo de 2013 con la CFE al acordar el no paso del ducto en Tulcingo.
Ya todos dijeron, agregó, que van a revisar técnicamente el proyecto “y nadie nos puede demostrar que es seguro poner un gasoducto junto a la actividad del volcán Popocatépetl. Al contrario, la situación actual de desastres naturales, la constante explosión de gasoductos e instalaciones de hidrocarburos en el país; la falta de atención e indemnización a víctimas como en San Martín Texmelucan y en Huanchinango, donde en el último se deslavó recientemente un cerro y se rompieron los ductos de combustóleo y petróleo, afectando la tierra de cultivo por años, y la indemnización por parte de Pemex de 26 computadoras, son los argumentos más sólidos para decir no”.
El gobierno pregunta, agregó el entrevistado, “¿por qué si todos los días vivimos en peligro, que más da un gasoducto? , nosotros decimos: ¿Porqué si estamos viendo tantos peligros que se vuelven desgracias quieren poner en marcha a fuerza un proyectos por la zona del volcán?”.
Es la quinta vez que en la zona sur del volcán retienen a empleados que pretenden pasar un gasoducto por sus tierras: Amecac, Coyula, Huilango y ahora Tulcingo. “El gobierno piensa que los pueblos no tienen memoria, pero son los pueblos los que tienen derecho a defenderse”, afirmó.
La respuesta espontánea de las comunidades, alertaron, es un llamado de atención fuerte para el gobierno de Rafael Moreno Valle y la CFE, y es claro: “Los pueblos no quieren el gasoducto en los pies del volcán y tampoco quieren ser burlados o ignorados”.
Sin embargo, lamentaron los representantes de las comunidades, la CFE sólo quiere ver y creer su propia mentira que ella misma fabricó para imponer el proyecto que cada vez sale más caro social, económica y políticamente.
Con su afán de criminalizar el derecho a la organización, acusan que “son unos cuantos revoltosos los que desinforman a la gente con que los gasoductos explotan, y no quieren ver lo que los pueblos dicen ¡desde hace 12 años! ¿O su unica visión será la represión, la violación a los derechos de los pueblos indígenas a decidir sobre sus tierras y forma de vida?”.