Accidentes, cobros arbitrarios, fallas en suministro y daños a colonias es el saldo de las operaciones de la empresa de ‘clase mundial’ en DF
15 enero 2014 | Vanessa Alemán y Nancy Rodríguez | Diario de México
La Comisión Federal de Electricidad (CFE) cumplirá en 2014 cuatro años de brindar el servicio de suministro eléctrico al DF, tras la extinción de Luz y Fuerza del Centro (LyFC), sin embargo parece generar aún para la capital más problemas que soluciones.
La CFE ha generado diversas problemáticas entre las que destacan cobros arbitrarios, mismos que ya tienen a la institución como líder de quejas ante Profeco, así como diversas fallas en el propio suministro, aunque esto, de acuerdo con el investigador Enrique de la Garza Toledo, especialista en el tema energético y laboral y ganador del Premio Nacional de Ciencias y Artes 2010, también es por culpa de los deterioros que legó LyFC.
“La compañía no estaba funcionando bien, tanto porque su sindicato no se preocupaba por el buen funcionamiento y porque los directivos no hicieron esfuerzos importantes para que la situación cambiara”, señaló.
Para el investigador, la antigua compañía de luz dejó que la estructura de servicio cayera en decadencia y se hicieron patentes diversos mecanismos de corrupción, además del exceso de ‘diablitos’ en la capital.
No obstante esto, considera que junto al decreto de extinción, emitido por Felipe Calderón, debió haber un plan de transición que facilitara los cambios de estructura. Consideró que la medida fue drástica para anular al sindicato, pero no se pensó en los problemas a largo plazo.
“Se podía haber establecido una negociación entre la empresa y el sindicato para mejorar un servicio que efectivamente tiene muchas deficiencias. Se adoptó una medida de fuerza que provocó conflictos de larga duración, en lo laboral y operativo”, aseguró.
Daños a Tlatelolco
La CFE ha sido la responsable de severas afectaciones a cableado y edificios en diferente zonas de la capital, derivado de sus obras de modernización, aseguran capitalinos.
En el conjunto Habitacional Nonoalco-Tlatelolco, los habitantes denunciaron que fueron perforadas algunas celdas de cimentación de 13 edificios sin contar con un estudio previo de impacto; además, debido al nuevo cableado se registran inundaciones en los registros; los trabajos para la instalación subterránea provocaron daños a jardines y adoquines.
Dichas obras han sido detenidas por los vecinos en varias ocasiones para evitar otros daños, incluso el diputado local Agustín Torres pidió al GDF, a la delegación Cuauhtémoc y a Protección Civil hacer un estudio para conocer los riesgos de las obras.
El legislador denunció que en muchas ocasiones la Comisión Federal de Electricidad subcontrata los trabajos que después no supervisa, por lo que a veces ignoran lo que se hizo y los riesgos que enfrentan los habitantes.
Además de los daños inmuebles, en edición del 25 de noviembre, Diario de México presentó quejas de vecinos que habían recibido facturas por varios miles de pesos, cuando antes no rebasaban los 200.
Factura cargada
Con el traspaso de cobros de recibos de energía eléctrica, comenzaron a surgir descontentos importantes entre los capitalinos, quienes acusaron a la paraestatal de realizar cobros sobredimensionados.
“Creo que hay que ser justos: el cambio de medidores era una medida que Luz y Fuerza debió generar, desde luego para modernizarse y eficientar procesos, pero sobre todo para combatir los diablitos. Hoy CFE está realizando este cambio y evidentemente trae molestias, pero creo que son derivadas de las malas decisiones del pasado y no de la medida en sí”, aseguró el sociólogo Daniel Juárez.
El mayor problema se dio por el hecho de que CFE emitió facturas con cargos no basados en lectura de medidor, es decir, con tarifas estimadas.
Ante ello, en agosto pasado, los legisladores federales y locales del PRD, Carlos Morales López y Efraín Morales “clausuraron” simbólicamente la entrada de la dirección de la CFE por las quejas recibidas.
Iztapalapa es la zona que se dice más agraviada por estos cobros excesivos e injustificados, por lo cual se han manifestado en diversas ocasiones; no obstante, Juárez asegura que estas inconformidades podrían no sólo ser por la vaguedad en las tarifas, sino por el combate a los diablitos vía los nuevos medidores.
Zona de caos
Los accidentes enmarcados en obras de la CFE se han convertido en una preocupación para los capitalinos desde el 2010, cuando se dieron los primeros casos de explosiones y demás siniestros en las mufas del Centro Histórico.
A los accidentes se sumó la explosión ocurrida en las instalaciones de una subestación eléctrica en la zona sur de la ciudad, en avenida Universidad, casi al cruce con la calle Martín Mendalde, que dejó severos daños materiales y algunos cortes a la energía.
Y finalmente, el más reciente fue el derrumbe ocurrido en la obra en construcción de una subestación de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en la colonia Narvarte de la delegación Benito Juárez, en la que un trabajador falleció y 22 resultaron heridos.
Al respecto el delegado panista, Jorge Romero, señaló que no es la primera avería que la CFE comente en la demarcación y citó casos como la ruptura a un tubo de agua ocasionada por la compañía en el cruce de Eje 6 y Amores, en la colonia Del Valle, en diciembre pasado y que provocó una gran fuga, caos vehicular y la suspensión del servicio por varios días.
Gobierno del DF, cliente mentiroso
La transición entre las dos compañías ha afectado también los acuerdos que por años mantuvieron diversas instituciones con la extinta Luz y Fuerza, entre ellas el propio Gobierno del DF y las delegaciones, que este año tuvieron que negociar sus adeudos por el uso de electricidad.
Actualmente, la deuda del GDF asciende a 4 mil 624 millones 629 mil 283 pesos por el consumo de energía durante el periodo del 10 de octubre de 2009 al 14 de enero de 2013.
2014, año límite para actualización
El plan de transición de CFE incluye que para el final del 2014 ya todos los hogares en México deben contar con medidores digitales, mismos que erradicarán prácticas ilegales como el uso de ‘diablitos’.
En la Ciudad de México, la actualización va por zonas; hacia el final del 2013 se adelantó la instalación de medidores en la zona nororiente y las colonias de Gustavo A. Madero, donde los vecinos se han quejado por las obras.
Números:
36.4 millones de usuarios integran el padrón de la CFE en todo el país.
403 usuarios en la zona Centro sufrieron modificaciones en su esquema de suministro.
1 millón de denuncias contra la CFE en el DF ha recibido la Profeco desde 2013.
Fuente: Diario de México
Fuente: Diario de México