México SA-Carlos Fernández-Vega
En materia económica,
el año que está por concluir fue el que peores resultados registró desde
la crisis de 2009. Pésimo arranque del gobierno peñanietista en este
renglón, aunque en su destartalada bola de cristal los voceros oficiales
y oficiosos vislumbran un 2014 más que venturoso producto de la
En el ámbito latinoamericano, de acuerdo con las cifras de la Cepal,
la economía mexicana ocupó el escalón número 19 de 20 posibles, sólo
marginalmente por arriba del resultado venezolano (1.3 contra 1.2 por
ciento, respectivamente). Como ya es costumbre, los defensores del
modelito impuesto treinta años atrás achacan los males a reformitisen la que ha estado inmerso el país desde hace tres décadas, con los resultados conocidos.
factores externos, como si internamente la situación fuera de jauja.
Así, en 2013, y en el mejor de los casos, el poderoso
navío de gran calado(Fox-Calderón dixit) reporta un
crecimientoidéntico al promedio de las naciones que conforman el Caribe, aunque se dan casos (como los de Bahamas y San Vicente y las Granadinas) con avances (1.6 y 2.1 por ciento, en cada caso) por arriba del registrado por México.
No es novedad que la economía mexicana se ubique en la parte más baja de la escalera latinoamericana. De hecho, acumula cuando menos una década con un crecimiento menor al promedio regional. Y si se trata de caídas, como la de 2009, entonces México sí sobresale, pero por registrar las más profundas.
Sin embargo, por primera vez en cuando menos una década, la Cepal estima que en 2014 la economía mexicana crecería por arriba del promedio latinoamericano, aunque la diferencia no sería notoria (3.5 contra 3.2 por ciento). Aun así, México no escaparía de los últimos peldaños pues en ese año, de acuerdo con el organismo citado, se ubicaría en el escalón número 14 de 20 posibles, a la par de Guatemala y ligeramente por arriba de Honduras.
Con esas cifras en la mano, la perspectiva económica mexicana aparentemente mejoraría en el año por venir, pero de cualquier suerte no se alejaría de la mediocridad que la ha caracterizado desde que el grupo en el poder impuso el modelito económico y decidió desaparecer el concepto de nación y sociedad, para sustituirlo por el de mercado y consumidores. Crecería 3.5 por ciento, en el mejor de los casos, cuando lo mínimo requerido es de 6 por ciento sostenido, si es que en realidad se quiere salir del hoyo.
En fin, por lo que toca a la perspectiva latinoamericana la Cepal prevé
cierta aceleracióndel crecimiento del producto interno bruto regional durante 2014, que alcanzaría una tasa cercana a 3.2 por ciento,
asociado a un entorno externo más favorable que contribuiría a un aumento de las exportaciones. Este mayor crecimiento dependerá, en parte, de que continúe la recuperación en México y mejore el crecimiento de Brasil, puesto que ambos países crecieron a una tasa menor que el promedio regional en 2013.
Al crecimiento de la región en 2014 seguirá contribuyendo la expansión del consumo privado, aunque con aportes menores que los observados en años pasados, especialmente entre 2003 y 2008. Esto se debe a que el ingreso disponible crecerá menos que el PIB, como consecuencia de que no se producirán mejoras significativas de los términos de intercambio (en América del Sur) o aumentos de las remesas (en Centroamérica y el Caribe); a la desaceleración del crédito ya observada en la región en 2013, y a que la expansión de la masa salarial será menor como consecuencia de un aumento menos dinámico del empleo.
A pesar de que América Latina y el Caribe crecerían más rápido que las economías desarrolladas, apunta la Cepal,
se proyecta un mantenimiento o una leve desaceleración de los flujos de inversión extranjera directa netos, debido a expectativas de una moderación de la demanda mundial por productos básicos. Por otra parte, la menor disponibilidad de liquidez a nivel internacional a partir de la reducción esperada de la adquisición de activos por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos durante 2014 podría incidir en un menor flujo de inversión de cartera y en nuevas salidas de flujos financieros externos, en particular de aquellos más volátiles, como los depósitos de corto plazo.
Después del débil aporte del empleo a la dinámica de la demanda interna en 2013, se puede esperar una moderada recuperación al respecto, pero sin que vuelva a producirse la dinámica generación de empleo que se observó a partir de 2003. Entre 1991 y 2002, un crecimiento económico regional de 4 por ciento redundó en un aumento de la tasa de ocupación de solo 0.1 puntos porcentuales por año, mientras que entre 2003 y 2012 un crecimiento económico similar generó un incremento de la tasa de ocupación de casi 0.5 puntos.
Ello probablemente fue el resultado de una pauta de crecimiento en que varias actividades productoras de bienes y servicios no transables (comercio, construcción, servicios comunales, sociales y personales), intensivas en mano de obra, se expandieron sobre la base de un crecimiento generado cada vez más por el dinamismo del consumo de los hogares.
Para la Cepal
parece razonableprever que en 2014 no se volvería a la intensidad de la generación de empleo registrada entre 2003 y 2012, pero tampoco se caería en el crecimiento poco intensivo en mano de obra del período previo. De esta manera, con un crecimiento económico de 3.2 por ciento como promedio regional podría esperarse un moderado aumento de la tasa de ocupación, de alrededor de 0.1-0.2 puntos porcentuales.
Por otra parte, en la mayoría de los países los salarios reales
continuarían creciendo durante 2014. Sin embargo, la limitada demanda
laboral incidiría en un crecimiento más
ajustadode los salarios reales. Aun así, sobre la base de una generación de empleo algo más elevada que en 2013, se puede estimar que en 2014 la masa salarial de la región aumentaría moderadamente más que ese año, con lo que el consumo privado en la región también podría crecer en forma modesta, sin retomar el dinamismo de los años anteriores.
Las rebanadas del pastel
Dice el Consejo Coordinador Empresarial que 2013 fue un año con un crecimiento económico
muy por debajo de las expectativas inicialesy con
la mitad de los empleos que el país necesita. En pocas palabras, un asco, pero eso sí,
muy productivo en la tarea de preparar el terreno para que México pueda crecer sostenidamente a tasas acordes con su potencial y necesidades, es decir, lo mismo que dice, junto con el gobierno en turno, año tras año, desde hacer tres décadas.