lunes, 5 de septiembre de 2011

"Indignados" exigen desarrollo económico y social

Reclaman compromiso legislativo con los trabajadores y el pueblo
Piden frenar la reforma laboral esclavista y la de seguridad nacional
Por María de Lourdes Martínez González | Periodista de Frecuencia Laboral
Miles de trabajadores de distintos sindicatos e integrantes de organizaciones sociales y estudiantiles se sumaron a la protesta de "Los Mexicanos Indignados" y realizaron una manifestación afuera del Palacio Legislativo el primero de septiembre del 2011, para exigir a los legisladores que impulsen leyes que beneficien a los productores del campo, de la ciudad y a la generación de empleo, en lugar de empeñarse en hacer contra reformas que afectan al país.
El nuevo presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados, Armando Ríos Pitter, del PRD, recibió a una comisión de dirigentes de "Los Mexicanos Indignados", en lo que fue su primer encuentro con representantes sociales. Literalmente se estrenó en el cargo, tras su nombramiento por la noche del miércoles 31 de agosto del 2011. Durante una hora escuchó las demandas de los representantes de "Los indignados".

En entrevista con Frecuencia Laboral, Armando Ríos Pitter, explicó que las exigencias de "Los Mexicanos Indignados" se sintetizan en dos vertientes: una es el rechazo a las reformas a leyes como la Ley Federal del Trabajo, porque busca esclavizar a la mano de obra, así como a la de seguridad nacional porque está orientada a reprimir la manifestación pública. Y otra vertiente es que la Cámara de Diputados apruebe un presupuesto público para el 2012, orientado al crecimiento económico, el fortalecimiento a la educación pública, gratuita y laica, el fomento a la producción del campo para la soberanía alimentaria.

En la reunión en donde estuvieron presentes también los diputados federales Víctor Manuel Castro Cossío integrante de las comisiones de Educación, Pesca, Turismo, entre otras, y Francisco Hernández Juárez, legislador y líder de los telefonistas, la comisión de "Los Indignados Mexicanos", presentó una propuesta para que se discuta y se someta a votación una ley para que la alimentación sea un derecho humano constitucional.

"Hubo una crítica al manejo propagandístico del gobierno federal, pues resulta indignante que Felipe Calderón se haya gastado 17 mil millones de pesos en los últimos tres años para promover su imagen, mientras que en el país hay otras exigencias prioritarias a las que no se les otorga ninguna atención, como la de empleo para los electricistas en resistencia, en la que no se hubiera gasta ni dos mil millones, o la de garantizar la educación pública o la de reactivar el campo", explicó Martín Esparza, líder del Sindicato Mexicano de Electricistas.

La movilización de "los mexicanos indignados" inició en el zócalo de la ciudad de México desde las 10 horas del jueves primero de septiembre del 2011, con un informe alterno sobre los efectos negativos del gobierno federal de Felipe Calderon. A las 4 de la tarde siguió con una manifestación frente a la Cámara de Diputados, donde se instalaba formalmente el periodo ordinario de sesiones de ese órgano legislativo igual que el de la Cámara de Senadores.

Ahí el líder de la sección 18 de Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), de Michoacán, Jorge Cázares, demandó a los diputados y senadores que lejos de aprobar reformas que dañan a la sociedad, aprueben leyes de fomento económico, aumenten el presupuesto para la producción del campo con el propósito de rescatar la soberanía alimentaria, protejan el patrimonio energético que está siendo entregado por el presidente Felipe Calderón a las transnacionales y fomenten el crecimiento del empleo. Y concluyó con una marcha de regreso a la plancha del zócalo.

Fueron muchos los oradores que hicieron uso de la palabra para exponer su indignación entre los que se encontraban los pilotos de la aviación -que perdieron su empleo por el cierre de Mexiana de Aviación- los mineros -contra quienes el gobierno federal emprendió una embestida que ha dejado sin trabajo a miles de ellos por realizar una huelga en defensa de su derecho a la seguridad e higiene en el trabajo- los trabajadores universitarios, los maestros de educación primaria cuyos turnos y grupos están siendo eliminados por la privatización educativa. También hicieron su denuncia empleados públicos que están siendo amenazados con se encarcelados por recibir un crédito habitacional superior al que les correspondía.

Encabezaron la manifestación los telefonistas y los electricistas que exigen la reapertura de una empresa de luz para recuperar su empleo perdido, por la extinción ilegal de Luz y Fuerza del Centro para entregar los bienes eléctricos a empresas privadas extranjeras y nacionales. Igualmente estaban presentes líderes de organizaciones campesinas que exigen la reactivación de la producción del campo, trabajadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia que defienden el patrimonio cultural, entre otros.

En el zócalo de la ciudad de México, las mesas en las que se desarrolló el informe alternativo sobre los resultados del gobierno de Felipe Calderón en su quinto año de gestiónes, el pasado primero de septiembre del 2011, hicieron un resumen concluyente: aumentó el desempleo, bajó el poder adquisitivo y creció la ofensiva del gobierno federal contra las organizaciones sindicales, ciudadanas, se cancelaron libertades democráticas en el país y aumentó el número de trabajadores presos por exigir sus derechos.

En la conclusión central se destaca que "el país no aguanta más se precipita en la violencia generalizada, en el desempleo, en el hambre, en la violación de los derechos humanos...el país entero se encuentra sumido en una guerra absurda provocada por el propio gobierno federal y los intereses norteamericanos que ha dejado un saldo de 50 mil muertos y desaparecidos. Las víctimas inocentes se multiplican, en medio de una militarización de la vida nacional...el propio estado es el primero en contribuir en ejercer la violencia en contra de la población descontenta y la protesta social.

Tal situación acompaña a una crisis económica interminable, que cancela las posibilidades del desarrollo soberano y endeuda cada vez más a los mexicanos en beneficio de unos grandes capitales extranjeros y nacionales...petróleo electricidad, minas, obras públicas, gas, bancos, comercios, centros ceremoniales, tierras, playas, han sido saqueados, contraviniendo la constitución...los ingresos de los trabajadores disminuyeron en más de un tercio y aumentaron los desempleados en más de tres millones, en tanto 7 o más millones de jóvenes carecen de escuela y empleo".