viernes, 18 de marzo de 2011

México, “estado fallido ocupado”

Viernes, 18 de marzo de 2011
Las fuertes críticas y cuestionamientos de los senadores del PRI, PRD y PT a la titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Patricia Espinosa Cantellano, que le reprochan la abierta y descarada subordinación de la política exterior del país a los intereses económicos, políticos y militares de los Estados Unidos, se quedaron cortas pues debieron de llegar hasta demandar su renuncia inmediata frente a tanta estupidez, ignorancia y necedad de la funcionaria ante las flagrantes violaciones a las leyes y a la Constitución que pretendió justificar en su comparecencia en el Senado de la República.
Gran indignación causó no sólo ante los legisladores de la Cámara alta, sino ante el pueblo en general, las declaraciones de Espinosa Castellano, quien con una torpeza monumental para una funcionaria que se dice encargada de la política exterior de México, pretendió restar importancia a la opinión de los diplomáticos estadounidenses contenida en los cables divulgados por Wikileaks, al señalar que su jefe -de ellos no de ella-, el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama,
ya había declarado que no representaban la postura oficial de la poderosa nación del norte.  También estúpidamente
reconoció que su jefe, Felipe Calderón, el actual inquilino de Los Pinos, autorizó el operativo “Rápido y Furioso”, aunque, dijo, ignorante, que no incluía el trasiego de armas, cuando éste era el principal elemento de esa acción. Más tonto aún se escuchó su aval al sobrevuelo de aviones espía militares de estadounidenses para vigilar territorio mexicano y, el colmo, señalar que no violan la soberanía nacional.
Totalmente ignorante de lo que establecen las leyes mexicanas, esta burócrata, presunta experta en relaciones internacionales egresada del Colegio de México y a la que el titulo de canciller le queda más que grande, pretendió –a pesar de que se encontraba bajo protesta de decir la verdad- argumentar y justificar que Felipe Calderón tiene facultades para autorizar esos sobrevuelos sin solicitar permiso al Senado de la República ya que, según ella, no son aeronaves tripuladas y que, además, están controladas por el gobierno mexicano, lo que, sin duda, provocó la risa de todos los mexicanos que la escucharon decir semejante barbaridad que nadie cree puesto que dichas aeronaves cuentan hasta con dos proyectiles AGM-114 Faith. Los coordinadores parlamentarios de Convergencia y del Partido del Trabajo en Xicótencatl, Dante Delgado y Ricardo Monreal, respectivamente, le replicaron de inmediato que dichas acciones si violan el artículo 76 de la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos, toda vez que son aviones espías dirigidos por militares de Estados Unidos.
La funcionaria insistió en que los operativos contra el crimen organizado en los que participan agencias de Estados Unidos, “se han llevado a cabo en el marco de la Constitución”… aunque tal vez se refería a la carta magna del vecino del norte. Indicó que ante las versiones del contrabando legal para rastrear el manejo ilegal de armas, la gestión calderonista pidió explicaciones al gobierno estadounidense, y la Procuraduría General de la República, abrió una investigación al respecto para, en caso de resultar la existencia de culpables, se les castigue, lo que estaremos esperando sentados para no cansarnos.
El senador petista Ricardo Monreal la acusó, junto con su jefe, Felipe Calderón, de ser representantes de la política “neopolkista”, por su decisión de anexar a México a Estados Unidos, mientras que el perredista Pablo Gómez resaltó las contradicciones de Espinosa Castellano en relación a que el gobierno mexicano presuntamente controle los aviones de Estados Unidos, lo cual es muy difícil de creer hasta para los ciudadanos comunes y corrientes. Hundida hasta el cuello por su monumental ignorancia, Patricia Castellano  evadió totalmente responder a las preguntas que le formularon los senadores, incluidos los de su propio partido, el PAN,  en torno a la posición del gobierno federal ante el embajador de Estados Unidos, Carlos Pascual. Sin embargo, admitió que las relaciones diplomáticas de México y Estados Unidos atraviesan momentos complejos.
Hasta para la novel secretaria general del PRI, Cristina Díaz, queda claro que el gobierno federal “le ha dado la espalda a la Constitución” y a los preceptos que mantienen el orden social como es el de la soberanía, al permitir que, a partir de convenios de colaboración en lucha contra el narcotráfico, Estados Unidos realice vuelos no tripulados sobre territorio nacional sin la autorización del Senado Mexicano. Díaz lamentó que con Espinosa Cantellano la política exterior del país “no tenga rumbo”.
Senadores de oposición coincidieron en que la política exterior de México “es un desastre”, está subordinada, es débil y sumisa ante Estados Unidos. “Nos hemos convertido en un estado fallido ocupado”, como lo demuestra la tolerancia a las operaciones encubiertas que han realizado los estadounidenses con el tráfico de armas y los vuelos de aeronaves no tripuladas”. Ricardo Monreal consideró que la actual situación de la política exterior es un daño colateral más en la guerra contra el narcotráfico. “La tolerancia de la Cancillería a las operaciones ilegales no son muestra de una relación bilateral de cooperación. Son una muestra de una actitud subordinada y pusilánime. Es similar a la de una colonia militar ocupada, no hay una cancillería sino una mensajería de trámites”, dijo el zacatecano.
Para el senador perredista José Guadarrama la política exterior mexicana está “subordinada” a Washington y la agenda bilateral esta construida sólo con base en los intereses de Estados Unidos. Al fijar la posición de la bancada perredista, afirmó que esta debilidad “vuelve más vulnerable” al país y sentenció que “a Calderón le falta dignidad y talento para elaborar una agenda internacional”. Es claro, dijo el legislador hidalguense, que Estados Unidos actúa “extraterritorialmente para cubrir los huecos del fracaso” de la estrategia de seguridad del gobierno federal. Remató señalando que Calderón no sólo nos tiene sumidos en la peor crisis de seguridad, sin que “también ha colocado a México en una total subordinación”, por lo que “es hora de que asuma su responsabilidad, pues no puede tirar la piedra y esconder la mano”.