CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El panorama económico ya empieza a pintar
tonos grises para los meses que se aproximan: un menor crecimiento
económico, además de que los precios de algunas mercancías resentirán
los efectos de la volatilidad en el mercado cambiario registrada en los
últimos meses.
Así lo previó el economista en jefe del Bank of America Merrill Lynch
(BofAML) Carlos Capistrán, quien rueda de prensa realizada en las
instalaciones centrales de dicha firma bancaria adelantó:
“Tras un primer semestre relativamente positivo, el resto de 2016 y
2017 tendrán más riesgos y por ello estiman un crecimiento de 2.3% para
cada año”.
La mala noticia es que a dos años de que Enrique Peña Nieto concluya su mandato, el Producto Interno Bruto (PIB) del país crecerá menos de lo esperado. De hecho, para el 2017 la estimación de BoFAML se redujo de 2.5% a 2.3% ante mayores riesgos externos como internos.
De acuerdo con Capistrán, la razón por la que el banco no ajustó a la
baja el crecimiento para 2016 es porque el primer trimestre fue
positivo para la economía y tendrá un “colchón” importante para el resto
del año. Sin embargo, el segundo semestre vendrá con “una
desaceleración importante”.
El economista en jefe explicó que la caída en el crecimiento de
México se debe a una desaceleración de la economía de Estados Unidos,
particularmente en su sector manufacturero, así como por los recortes
presupuestarios anunciados por la Secretaría de Hacienda y Crédito
Público (SHCP).
El pasado 24 de junio, la dependencia encabezada por Luis Videgaray
anunció un nuevo recorte al gasto público, sin incluir a Petróleos
Mexicanos (Pemex), de 31 mil 715 millones de pesos, de los cuales se le
pasará la tijera al gasto corriente por más de 29 mil millones.
Dicho tijeretazo se suma a los 132 mil millones de pesos recortados
en febrero pasado, en el cual 100 mil millones le fueron restados a
Pemex.
Capistrán puso el dedo en el renglón y señaló que “el proceso de
recortes ha sido importante y entre lo anunciado este año y para 2017,
se habrán recortado entre 2 y 3 puntos porcentuales del PIB en sólo dos
años”.
Inflación al alza
Pero la situación empeorará además porque se prevé un alza de precios
derivada de los constantes episodios de volatilidad en el mercado
cambiario, pegando directamente en uno de los motores que tiene a flote a
la economía mexicana: el consumo.
El principal analista del Bank of America Merrill Lynch aseguró que
los mexicanos se enfrentarán a mayores precios de mercancías, así como
de algunos servicios.
“La razón de ese incremento, es que la depreciación del tipo de
cambio ya tiene un traspaso a los precios de varias mercancías, cuya
inflación ya alcanzó 4%, mientras que a lo largo del segundo semestre se
realizarán más alzas al precio de las gasolinas, lo que afectará al
bolsillo de los mexicanos”.
Puntualizó que en los siguientes meses, los mexicanos enfrentarán un
menor crecimiento económico, mayor volatilidad financiera y un alza más
grande en los precios de los bienes que consumen, aseguró el BofAML.
De hecho, previó que al cierre de este año la inflación se ubicará en
3.3% y el próximo en 3.4%, lejos de los mínimos históricos que por
meses presumió el gobierno de Peña Nieto, pero dentro del rango
propuesto por el Banco de México que es del 3% (+/- un punto
porcentual).
Por si fuera poco, el especialista añadió que las elecciones
presidenciales en Estados Unidos tendrán un impacto negativo para la
volatilidad financiera, sobre todo por la retórica proteccionista que
han expresado ambos candidatos.
Con todo y lo anterior, Capistrán vio a la economía mexicana como
resistente: “Cuando uno ve este tipo de medidas que son fundamentales
para la economía como el crecimiento, el desempleo o la inflación, uno
puede decir que verdaderamente México ha sido una economía muy
resistente”.
A decir del BofAML, nuestra economía mexicana demostró ser la más
resistente de Latinoamérica a choques externos, pues mantiene
crecimientos superiores a 2%, baja inflación y una tasa de desempleo de
alrededor de 4%.
El problema es que en este contexto, tal vez no le alcance a México, pese a las reformas aprobadas por la actual administración.