La Jornada - El Correo Ilustrado
Por fin llegó al final el
monstruoso juicio penal inventado contra el líder minero Napoleón Gómez
Urrutia. En 2005 se presentaron las primeras demandas de Elías Morales y
otros, con Germán Larrea como autor intelectual y económico, al pagar
los juicios y la propaganda. Apoyados por los dos gobiernos panistas, al
grado de que Vicente Fox quizo obligar a Moreira a acusar a Gómez
Urrutia de causar la tragedia en Pasta de Conchos en 2006 y de que
Felipe Calderón puso como titular de Gobernación al abogado del Grupo
México (Gómez Mont) de 2008 a 2010.
Once veces acusaron al líder sindical de robar 55 millones de dólares
y de lavado de dinero y 11 veces libraron órdenes de aprehensión. Todo
resultó falso y, por tanto, se inició una persecución política en contra
del dirigente por ejercer la independencia del gremio. El uso ilegal
del Estado en contra de una persona se llama abuso de poder, pero si es
reiterado, como ahora, se es llamado
desvío de poderpor la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
El 17 de febrero de 2006 el gobierno de Fox intentó un charrazo
en contra del gremio minero. El 20 de abril de ese año intentó tomar
con el Ejército la siderúrgica Las Truchas y también fracasó. Calderón
llegó al exceso de notificar como ilegal la huelga de Cananea. Ambos
para favorecer a Germán Larrea.
El 28 de agosto quedará como una fecha histórica para la justicia de
la nación, ya que no son frecuentes los triunfos a favor de los obreros y
de un sindicato autónomo, en estos tiempos neoliberales.
Por la ANAD, Karla Micheel, Lauro Sol, María L. Campos y 23 firmas