Director del Centro Médico Siglo XXI se niega a atenderlos
Ángeles Cruz Martínez | Periódico La Jornada | Miércoles 14 de mayo de 2014, p.
44
Carencia de insumos, como medicamentos y reactivos para las pruebas
de niveles de glucosa de los pacientes, 60 por ciento de los cuales tienen
diabetes, son algunos de los problemas que enfrentan trabajadores de la Unidad
Médica de Alta Especialidad (UMAE), Hospital de Cardiología del Centro Médico
Nacional Siglo XXI, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Un grupo de
ellos denunció también que por expresar sus inconformidades padecen acoso
laboral.
Señalaron que hace semanas se realizó una movilización, con el objetivo de
acordar una entrevista con el director, Moisés Calderón, pero el funcionario ya
se había retirado. Las quejas son reiteradas en las diferentes áreas de la
unidad hospitalaria en contra del funcionario, quien rechazó la petición de
entrevista que le hizo La Jornada.
El día que los empleados decidieron movilizarse (24 de marzo), tampoco encontraron al director administrativo, lo cual provocó que la molestia creciera.
Entre las quejas del personal médico está la falta de insumos, sobre todo algunos que son indispensables para el buen control de los pacientes. La mayoría padece diabetes y los enfermeros tienen entre sus tareas verificar los niveles de glucosa,
pero no lo podemos hacer si no hay material.
El detonante de las protestas ocurrió hace semanas, cuando sin previo aviso llegaron trabajadores a desmantelar el área donde el personal de enfermería del quinto piso de hospitalización guardaba medicamentos, equipos, sillas de ruedas y, en general, equipo de enfermería. El espacio también se utilizaba como área de descanso. Lo único que se les informó fue que se construirían aulas.
Lejos de atender las peticiones, dijeron los entrevistados, las autoridades
cometen nuevos atropellos y no dan alternativaspara el resguardo del material.
Mencionaron que, debido a otras denuncias por presuntas anomalías en la administración de los recursos de la UMAE, presentadas ante el órgano interno de control, en meses pasados se realizaron varias auditorías, cuyos resultados se desconocen.
En cambio, las respuestas por las movilizaciones son inmediatas. Varios empleados están bajo procesos administrativos. Uno de ellos ya fue despedido y se suma a una veintena de trabajadores, cuyos contratos también fueron rescindidos.
Fuente: La Jornada