Los mayores impagos se acumulan en préstamos a entidades financieras y en vivienda
Las tasas que se cobran por financiamientos oscilan entre 13 y 65% al menos, revela Condusef
La cartera de créditos morosos registrada por la banca de desarrollo del país durante 2013 más que se duplicó al registrar un crecimiento anual de 105.5 por ciento, revelan reportes de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).
Cifras al cierre de diciembre pasado indican que los créditos que presentaban algún retraso en su pago pasaron de 3 mil 454 millones de pesos en diciembre de 2012, a 6 mil 750 en el mismo mes del año pasado.
De acuerdo con los reportes del organismo regulador, la mayor morosidad se presentó en los créditos a entidades financieras y en vivienda, que pasaron de 2.24 a 3.58 por ciento de la cartera total y de 1.42 a 2.14 puntos porcentuales, respectivamente.
Esos dos sectores acumularon la mayor parte de los financiamientos impagados a lo largo del año pasado, pues en el caso de las entidades financieras se presenta que pasaron de 2 mil 902.07 millones de pesos a diciembre de 2012, a 5 mil 388.22 millones en el mismo mes de 2013, es decir, un salto de 85 por ciento. El sector vivienda, que presentaba una morosidad equivalente a 140.94 millones de pesos al cierre de 2012, pasó a 228.38 millones después de un año, es decir, 64 por ciento más.
“Por institución, el IMOR (índice de morosidad) más alto se presentó en la cartera de la SHF (Sociedad Hipotecaria Federal) con 8.54 por ciento, el cual tuvo una disminución anual de 0.17 puntos porcentuales; Nafin (Nacional Financiera) presentó un incremento de 1.31 puntos porcentuales, al ubicar el indicador de morosidad en 1.44 por ciento. Por su parte, Banobras reportó un IMOR de 0.05 por ciento, con una disminución de 0.12 puntos porcentuales respecto a diciembre de 2012”, precisó la CNBV.
Según el organismo, “al cierre de diciembre de 2013 el resultado neto acumulado del sector (de la banca de desarrollo) fue de 5.5 mil millones de pesos, monto menor en 23.8 por ciento a lo observado al cierre de 2012. Esto se explica principalmente por una mayor creación de estimaciones preventivas para riesgos crediticios en el año, por parte de Banobras (de 3.1 mil millones de pesos), SHF (mil 700 millones) y Nafin (de mil 200 millones de pesos”.
Se aclara que al cierre de 2013 las instituciones de banca de desarrollo obtuvieron un resultado neto positivo, con excepción de SHF, que registró una pérdida de mil 900 millones de pesos, que contrasta con una utilidad de 700 millones en 2012. Nafin, Banobras y Bancomext mostraron aumentos individuales en el resultado neto de 422 millones de pesos (31 por ciento), de 372 millones (12.4 por ciento) y de 140 millones (15 por ciento), respectivamente. Banjército reportó un resultado neto de mil 135 millones de pesos, monto menor en 0.6 por ciento y Bansefi un resultado neto de 46 millones de pesos, mayor en 52.8 por ciento.
Enorme diferencial en tasas sube beneficios de bancos
La banca en México no ofrece incentivos para aumentar el ahorro interno, pues los millones de pequeños ahorradores no obtienen rendimientos reales por mantener su dinero en alguna institución bancaria e incluso registran pérdidas en el poder adquisitivo de sus recursos, según informes estadísticos del Banco de México (BdeM).
Todas las tasas de interés que paga la banca comercial a los pequeños ahorradores se encuentran debajo de la inflación anual de 4.48 por ciento registrada en el primer mes de 2014. El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reportó que en enero de este año la tasa anual de inflación repuntó a 4.48 por ciento desde 3.97 por ciento anual en diciembre.
En tanto, los rendimientos a los pequeños ahorradores que ofrecen los bancos que operan en México oscilan entre 1.70 y 4.05 por ciento anual nominal, es decir, sin descontar la inflación. A este bajo nivel de réditos habrá que descontar impuestos, por lo que los bancos no compensan ni siquiera el nivel inflacionario.
Para obtener rendimientos reales, es decir, después de descontar la inflación, el pequeño ahorrador tendría que comprometer sus recursos por un plazo de 30 años en un instrumento financiero denominado Cetes Directo, para obtener un rendimiento nominal de 7.59 por ciento.
En contraste, las tasas de interés para los préstamos oscilan entre 13 y hasta 65 por ciento y si se incluye el Costo Anual Total (CAT) puede llegar a 88.3 por ciento, dependiendo el tipo de empréstito o tarjeta de crédito, revelan cifras entregadas por los bancos a la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef).
Las tasas de interés en México se encuentran prácticamente en mínimos históricos, lo que ha permitido mejorar el costo del dinero y aumentar la actividad de intermediación financiera. Sin embargo, estos beneficios no se han trasladado en mayor medida a los usuarios del crédito, al observarse todavía un insuficiente cierre de la brecha entre las tasas activas y pasivas de la banca en el país.
Existen dos tipos de tasa de interés: la pasiva y la activa. La tasa pasiva es la que los bancos pagan a sus depositantes, por haber hecho el depósito y darle a la institución fondos monetarios. La tasa activa es la que cobran por otorgar dinero en forma de préstamos y créditos.
Este enorme diferencial entre las tasas pasivas que los bancos pagan a sus ahorradores y las activas que cobran a sus acreditados permitieron que las utilidades netas obtenidas por los 46 bancos que operan en el país alcanzaron montos históricos hasta diciembre de 2013 por 107 mil 73 millones de pesos, lo que significó un incremento de 23.5 por ciento o 20 mil 384 millones más comparado con diciembre de 2012, revelan las últimas estadísticas de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).
Los ingresos por intereses cobrados totalizaron 462 mil millones, lo que significó 11.7 por ciento más que en 2012, detallan los datos oficiales.
Para que los ahorradores mexicanos aspiren a obtener tasas de interés por encima de 3 por ciento anual, muchos bancos exigen depósitos por encima de un millón de pesos, montos que para la mayoría de los 118.5 millones de mexicanos resultan inalcanzables por la pauperización del salario.
Los informes oficiales revelan que de la captación tradicional a la vista, nómina, cuentas de cheques, depósitos a plazo, cuentas de ahorro con exigibilidad inmediata, entre otros, el número de contratos ascendió en 2013 a 124 millones 605 mil 137.
Fuente: La Jornada
Fuente: La Jornada