MÉXICO, D.F. (apro).- El semanario Time logró ver lo que muchos mexicanos nomás no perciben, por más que quieran: los resultados del Gobierno federal. Es el caso del nuevo número de la revista estadunidense Time, que le ofrenda la portada a Enrique Peña Nieto. En ella aparece el presidente mexicano y un título hiperbólico: “Saving Mexico” (“Salvando a México”). Llama la atención que uno de los medios canónicos del capitalismo (y que frecuentemente arremete contra los populistas latinoamericanos) regale a Peña Nieto esa aura mesiánica. Ya se ve, “no es populismo si lo hago yo”.
En las páginas interiores el mandatario aparece flanqueado por el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, y el de Hacienda, Luis Videgaray. Hay que conservar esa imagen. Los hermanos Wachowski no habrían podido armarla mejor.
Con frases como “ahora las alarmas han sido remplazadas por el aplauso” y “una nueva generación”, el texto (es.scribd.com/doc/206987739/Saving-Mexico) aparece el mismo día que España emitió una alerta para no viajar a Michoacán, y construye una imagen de México que pocos mexicanos podrían suscribir.
De hecho, el autor del escrito, Michael Crowley, aceptó en su cuenta de Twitter que había hecho un texto favorable a Peña. Eso sí, negó que lo hubieran comprado, y eso es lo que se debe afirmar en tanto no surja una prueba en sentido contrario.
Ahora bien, Time no es el único medio extranjero que se ha deshecho en elogios hacia Peña Nieto. Las páginas editoriales de The New York Times, The Financial Times, The Washington Post y El País, al menos, le han dedicado loas flagrantes, que soslayan los problemas de su gobierno, el autoritarismo y la podredumbre social y jurídica.
Curiosamente ven lo mismo que el gobierno ve. Esto no es pura coincidencia. Habría que ser muy ingenuo para no inferir una campaña comunicacional y de imagen atrás de tantísima tinta generosa: Todos sabemos que a México le cuesta miles de millones de pesos que Peña Nieto tire rostro. Es un hecho que el presidente lleva 15 años en una campaña de imagen patrocinada por los mexicanos.
Time et alii están en todo su derecho de publicar “textos favorables”. Sólo creo que el periodismo es más valioso cuando se dedica a señalar lo que no funciona que cuando repite lo que los poderosos ya han tenido oportunidad de decir mil veces.
No estaría de más ofrecer a Crowley y a sus jefes algunas ideas para sus próximos textos:
No ha disminuido la pobreza en México, según determinó el Center for Economic and Policy Research (CEPR), con sede en Washington. Pese a esto, el gobierno subió los impuestos y desató la inflación (economia.terra.com/banco-central-de-mexico-esta-abierto-a-subir-tasa-si-inflacion-empeora,467d039fb6724410VgnCLD2000000dc6eb0aRCRD.html).
La Cruzada Contra el Hambre no ha funcionado (Proceso 1944).
No ha bajado la violencia sino al contrario: sólo la ha ocultado, como documentó el Séptimo Informe Ejecutivo del Observatorio de los Procesos de Comunicación Pública de la Violencia (es.scribd.com/doc/134703788/Septimo-Informe-Observatorio-ACIV-Version-Final).
No ha llegado más inversión extranjera.
Peña no ha exigido disculpas a Estados Unidos por el espionaje.
Tampoco ha cumplido el “caiga quien caiga” que prometió (Carlos Romero Deschamps sigue libre).
No se han creado empleos formales (al contrario).
No se ha aclarado el Monexgate (Proceso 1941).
No es aplicable ninguna de las reformas estructurales, porque faltan las leyes reglamentarias (excelsior.com.mx/nacional/2014/02/10/942991).
No se sabe si Peña nos tomó el pelo con el programa de rescate para Michoacán (al presumir programas ya acordados: provincia.com.mx/pena-nieto-rescataria-a-michoacan-con-recursos-ya-asignados/) o a qué proyectos les arrancará 45 mil millones de pesos para cumplir su promesa.
No queda claro por qué su gobierno se apresuró en avalar las autodefensas sin depurarlas primero y después de haberlas intentado detener y luego desarmar. Pero tampoco se han aclarado los señalamientos legítimos sobre narcofuncionarios.
El sistema judicial liberó a Caro Quintero y luego ordenó reaprehenderlo.
Nadie ha incomodado el sueño (ni la fortuna) de Raúl Salinas, Arturo Montiel, Emilio Azcárraga, Ricardo Salinas Pliego y tantos otros.
No se creció económicamente a los niveles prometidos.
La represión de los movimientos sociales ha aumentado (Proceso 1939).
No han hecho nada para frenar la matazón de periodistas… apenas hoy jueves se enterró al más reciente.
Así que, bueno, los salvadores hacen milagros. Los reporteros señalan problemas. Y los gobernantes los resuelven.
Fuente: Proceso
Fuente: Proceso