domingo, 26 de enero de 2014

Morelos: pobladores retienen a funcionarios en demanda de más seguridad

26 enero 2014 | Oswald Alonso | Proceso
YAUTEPEC, Mor. (proceso.com.mx).- Participantes de la Marcha por la Paz retuvieron durante horas a tres secretarios del gabinete del gobernador Graco Ramírez, en demanda de una estrategia emergente por la grave inseguridad en la zona.
La secretaria de Cultura tenía previsto iniciar la Caravana de la Ciencia, Cultura y Educación en la cancha de la colonia Rancho Nuevo de este municipio, lugar al que un grupo de jóvenes arribó con pancartas.

Al conocer que en el lugar estaría Graco Ramírez, decidieron tomaron el control del templete, pintaron la mampara y gritaron consignas por el incremento de la inseguridad. En la cancha retuvieron a Cristina Faesler Bremer, Brenda Valderrama Blanco, secretarias de Cultura e Innovación, respectivamente.

Al sitio acudió el secretario de Seguridad Pública, Jesús Alberto Capella, para negociar la liberación de las funcionarias y dar respuesta a sus demandas. También acudió el edil perredista de Yautepec, Agustín Alonso, quien se enfrascó en una discusión con los jóvenes.

Antes, víctimas de secuestros, extorsiones y familiares de mujeres asesinadas denunciaron que tan solo en diciembre y lo que va de enero contabilizan 20 plagios de comerciantes o de sus hijos.

En la Plaza Cívica de la cabecera municipal, después de marchar, rechazaron la presencia del Ejército y fuerzas federales pues, dijeron, no garantizan la paz. Ahí también exigieron a los medios de comunicación brindar información veraz y oportuna, no manipulada; además, se declararon en resistencia civil pacífica.

Después de dos horas de negociación, el secretario Capella se comprometió con los jóvenes inconformes a que el Mando Único de Policía se haría cargo inmediatamente de la seguridad en el municipio.

Luego arribaron patrullas de la Policía estatal. Los elementos instalaron puestos de revisión, mientras que otro número importante de elementos se desplazó a bordo de unidades por las zonas más conflictivas.

Fuente: Proceso