miércoles, 19 de septiembre de 2012

¡Que muera Televisa y TV Azteca! (2 de 2)

Clara Luz Álvarez - Opinión EMET | Miercoles 19 Septiembre 2012
La responsabilidad de la Cofetel, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y de la Comisión Federal de Competencia sobre el futuro de la pluralidad en México, se pondrán a prueba en la licitación de nuevas estaciones de TV abierta que se supone iniciará próximamente.
En la colaboración pasada adelantábamos los detalles de la propuesta del comisionado Gonzalo Martínez Pous en cuanto a la posibilidad de que el área de cobertura de esas nuevas estaciones sean locales, regionales o incluso a nivel nacional, veremos qué opina la Cofeco al respecto.

El sistema denominado combinatorio en esencia establece diversos criterios y a cada uno de éstos la Cofetel asignaría un valor o puntos de la calificación máxima posible. Los criterios se estima que sean un 20% los económicos (contraprestación) y un 80% los no económicos, de tal suerte que no por pagar mucho, se convierte un grupo en ganador, lo cual atiende a la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (Ac. Inconst. 26/2006). Si la ilusión es que las licitaciones púbicas eliminaban la discrecionalidad en el otorgamiento de concesiones, olvídese. El ejercicio de la función pública en temas complejos como éstos, exigen que el Pleno de la Cofetel decida discrecionalmente en la ponderación que da a cada criterio. Para que la discrecionalidad no se convierta en arbitrariedad, Cofetel debe fundar y motivar sus decisiones y lo debe hacer de manera transparente. De lo contrario, la sombra de la duda será lo que marcaría estas licitaciones.

La definición de la contraprestación mínima es esencial y depende de la SHCP. ¿Buscará que estas licitaciones generen ingresos extraordinarios al Erario federal o su finalidad será que haya cobertura social de la televisión digital? Si busca lo primero, recordémosle el caso Satmex en el cual aparentemente se recibía una contraprestación elevada por la privatización y que después fue tener en agonía permanente por más de una década a la empresa con más posiciones satelitales mexicanas. Si el precio mínimo de referencia olvida que se tienen que desplegar redes nuevas, puede hacer inviable el futuro de la pluralidad televisiva en México y las culpables no son, ni serán Televisa, ni TV Azteca. Opciones para remediar este punto son varias. Por ejemplo, que no se pague la contraprestación de golpe, que se difiera a lo largo de la vida de la concesión y que en los primeros años no se hagan aportes, lo anterior con la finalidad de que al principio los recursos se inviertan en desplegar red, obtener audiencia y publicidad. El crédito al nuevo entrante beneficiaría a aquellos que no están actualmente en el sector de la radiodifusión y es una especie de “descuento” de la contraprestación final que debe invertirse en la red.

Si efectivamente como se está proponiendo la licitación otorga puntos significativos a aquellos participantes que ofrezcan incluir producción independiente local en su programación, será en extremo positivo para fomentar la creatividad de talentos locales que de otra manera quedarían en el anonimato, contribuirían al ejercicio de la libertad de expresión y el derecho a la información de la sociedad, entre muchos beneficios. Eso sí, la definición de qué se debe entender por producción independiente local, será fundamental.

¿Pueden o no participar Televisa y TV Azteca? ¿Habrá un límite a la acumulación de concesiones? Los puntos más delicados de la Licitación 21 y el por qué sólo participó Nextel-Televisa, fue precisamente por esto, que después de muchos meses llevó a miembros de la Cámara de Diputados y del Senado a cuestionar y demandar la anulación de la licitación. ¿Qué dirá Cofeco esta vez?

El Consejo Consultivo de Cofetel ha recomendado a ésta realizar una consulta pública del proyecto de bases de licitación para que “los interesados puedan aportar información y argumentos para que el regulador pueda evaluar la pertinencia de incorporar o no las sugerencias de los interesados. El regulador para ello responde al público informando la justificación de por qué adopta o no dichas sugerencias”. El éxito de esta licitación no es menor, si se adjudican mal las concesiones, puede no llegar a existir la diversidad que requiere un régimen democrático, puede ser que recibamos los mexicanos más programación pero de lo mismo que hoy hay, y ni cómo culpar a Televisa y TV Azteca.