Juan Carlos Miranda | Periódico La Jornada | Lunes 5 de diciembre de 2011, p. 12
Las condiciones del mercado laboral en México presentan un retroceso en los cinco años que ha durado la actual administración, no únicamente por la escasa generación de empleo, sino por la evidente precarización del mismo, señaló un análisis del Centro de Investigación en Economía y Negocios (Cien) del Tecnológico de Monterrey.
De acuerdo con el mismo, el número de empleos permanentes creados entre 2006 y 2011 fue de apenas 899 mil, mientras más de 2 millones de personas se sumaron al sector informal en el mismo periodo.
Considerando al total de empleo formal registrado ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), se explica, el déficit en la generación de plazas laborales es de 3.5 millones en los primeros cinco años de gobierno.
Aunado a lo anterior, actualmente existen más de 3 millones de trabajadores mexicanos que no perciben remuneraciones; más de 6 millones reciben hasta un salario mínimo o menos, más de 30 millones no cuentan con acceso a la salud y otros 12 millones no tienen otra prestación distinta a la salud.
Al hacer un balance sobre el desempeño económico del país en el primer lustro de la actual administración, el Cien sostuvo que entre 2006 y 2011 México pasó de ser una economía en su mayoría generadora de empleo formal a estar dominada por la informalidad, lo que representa un cambio estructural que va en detrimento de la sociedad mexicana.
La población ocupada en la informalidad representa un tercio de la económicamente activa: 13.4 millones de personas en esta situación.
No obstante, el estudio, denominado Hacia el último año de gobierno, resaltó que los saldos sociales son los más preocupantes.
En lo que va del sexenio, dijo, el incremento en el número de pobres fue de 57.7 millones de personas si el problema se mide por ingreso. En conclusión, dijo el Tecnológico de Monterrey, difícilmente se puede estimar que existirá una modificación sustancial en el último año de gobierno al rumbo que ha seguido el país. La dependencia que se tiene respecto a Estados Unidos se mantendrá vigente, por lo que en el mejor de los casos lo que se observará será una evolución inercial de la situación social y económica.