CIUDAD DE MÉXICO (apro).- En medio de la renuncia de Agustín Carstens
como gobernador del Banco de México (Banxico), el peso se depreció
frente al dólar.
En sucursales bancarias, el billete verde se ofertó en 21.05 pesos a
la venta, mientras que a nivel interbancario o al mayoreo, cada dólar se
cotizó en 20.72 unidades, lo que significa una caída del peso de 1.03%
respecto del pasado miércoles. Aún más, el tipo de cambio acumula dos
días consecutivos a la baja y 15 sesiones en niveles superiores a los 20
pesos por dólar.
Esta mañana, Carstens anunció su renuncia al banco central a partir de julio del 2017, para asumir la posición de gerente general del Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés).
La decisión del encargado de la política monetaria también afectó a
la Bolsa Mexicana de Valores, la cual cerró la jornada con una baja de
0.95%; mientras que en Estados Unidos el Dow Jones ganó 0.36%; el
Standard & Poor’s retrocedió 0.39%, y el índice tecnológico Nasdaq
bajó 1.36%.
Peso se depreció 17% en el año: Banxico
Además de la renuncia de Carstens, el Banxico publicó la Minuta 47 de
la Reunión de la Junta de Gobierno con motivo de la Decisión de
Política Monetaria, en la que dio cuenta que los mercados financieros en
México presentaron un comportamiento negativo, como consecuencia del
proceso electoral en Estados Unidos y su resultado, la entronización de
Donald Trump.
En este sentido, precisó, el peso fluctuó en un rango muy amplio de
operación de entre 18.13 y 21.40 pesos por dólar, alcanzando nuevos
máximos históricos.
De esta forma, el peso acumula una depreciación en el año de
alrededor de 17% y es la divisa más desvalorizada de un amplio conjunto
de países emergentes. Cabe destacar que este desempeño estuvo acompañado
de un deterioro en las condiciones de operación del mercado cambiario.
Según la Minuta, la inflación superó la tasa de 3% luego de 17 meses de estar por debajo de ese nivel.
Riesgos para la inflación
Entre los riesgos para la inflación, la Junta de Gobierno consideró
la persistencia de que se acentúe la depreciación de la moneda nacional y
que ello pueda llegar a contaminar las expectativas del Índice Nacional
de Precios al Consumidor (INPC) y generar efectos de segundo orden que
afecten adversamente el proceso de formación de precios.
También previó que se presenten aumentos de precios de bienes
agropecuarios y de las gasolinas, si bien su impacto sobre la inflación
tendería a ser transitorio.
Entre los riesgos a la baja, el banco central señaló que como
consecuencia de las reformas estructurales, se presenten reducciones
adicionales en los precios de algunos insumos de uso generalizado, tales
como los servicios de telecomunicación. En este mismo sentido, que se
acentúe la desaceleración de la actividad económica nacional, lo que
reduciría la posibilidad de que ocurran presiones inflacionarias por el
lado de la demanda agregada.
Por lo mientras, los mercados están a la espera de la decisión que
tome la Reserva Federal (Fed) estadunidense sobre un incremento de la
tasa de interés en este mes, además del comportamiento de los precios
internacionales del petróleo, los cuales se dispararon luego de que la
OPEP llegó a un acuerdo entre sus miembros para reducir la producción en
un mundo donde el crudo está