OAXACA, Oax. (proceso.com.mx).- El diálogo con la Secretaría de
Gobernación no ha avanzado pues no hay voluntad para establecer las
condiciones de negociación.
El secretario técnico de la sección 22, Gustavo Manzano Sosa, afirma
que en cada acercamiento entre las partes se plantean temas como la
abrogación de la reforma educativa, libertad de presos políticos,
eliminación de las retenciones salariales y descongelamiento de cuentas,
pero ni siquiera son tomados en cuenta por las autoridades.
Luego
“hay diálogos que no llegan a proceso de negociación porque se sigue
con las cuentas congeladas, reteniendo salarios y maltratando a nuestros
dirigentes en prisión de máxima seguridad”. La reforma educativa no se
admite en la discusión.
La cuestión no es novedad. Desde 2013, el secretario de Gobernación,
Miguel Ángel Osorio Chong, lo ha declarado con insistencia: hay apertura
al diálogo pero la reforma educativa no se toca.
Siendo ese el primer punto a discutir, cada encuentro entre la CNTE y el gobierno federal nace empantanado.
Manzano Sosa explica en entrevista con Proceso la
razón por la que no avanzaron los diálogos anteriores, reflexiona sobre
lo que llama un proceso represivo y aclara las relaciones que les
atribuyen lo mismo con Morena que con la guerrilla.
Frente al estribillo de que el conflicto magisterial se debe a que no quieren evaluarse, Manzano argumenta:
“Proponemos una reforma educativa de fondo, basada en un diagnóstico,
que considere la multiculturalidad y sea incluyente con los actores del
sector”.
Para ello, sostiene, es necesario que se libere a los presos
políticos con delitos fabricados, “pues entendemos que están presos por
un proceso represivo que pretendía colapsar a la sección 22 pero que no
lo logró, porque no entienden que este movimiento no se trata de
liderazgos”.
Y finalmente, piden el descongelamiento de salarios y cuentas que desde mayo de 2015 se aplicó a la sección sindical.
Manzano Sosa explica que su apertura al diálogo y la construcción de
una reforma está más que acreditada, con propuestas concretas en foros
que jamás se tomaron en cuenta (los menciona uno por uno, más de 5
mesas) y que aquellos legisladores que inclusive participaron en ellas
terminaron votando por la armonización de la reforma del Pacto por
México.
En el último mes, el magisterio oaxaqueño ha pasado por la detención
de sus dirigentes, un desalojo violento ocurrido el 11 de junio en las
instalaciones del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca
(IEEPO) que cobró la vida del profesor de educación indígena José
Caballero Julián y, finalmente, el operativo policiaco del 19 de junio
que, para la sección 22, dejó 11 muertos y no ocho como se informa de
manera oficial así como más de cien heridos, 23 detenidos y dos
desaparecidos.
Lejos de colapsar las protestas aumentaron, los pueblos más tímidos
para participar políticamente salieron a apoyar al magisterio oaxaqueño y
por todo el estado, la condena por el operativo articuló a movimientos
opositores a megaproyectos, con el magisterio.
Fue entonces cuando Osorio Chong llamó a una mesa de diálogo que no
funcionó, luego vino una campaña que señalaba desabasto por los bloqueos
a carreteras y un ultimátum del propio Osorio a retirarlos.
“Nos queda claro que se dejó llevar por presión de empresarios y
organismos multilaterales que son los que gobiernan en este país. La
intervención policiaca o militar hubiera motivado una reacción más
grande. Creo que su lectura política fue que no podían meter de nuevo a
la policía sino reconstruir el diálogo”, afirma Manzano Sosa.
La campaña del gobierno federal respecto al desabasto fue
persistente, aunque falso, “para denostar el trabajo político de la CNTE
y las jornadas de lucha. De repente dicen que ya se reestableció el
desabasto y todo está bien”.
Después de varios días de expectativa sobre una nueva incursión
policiaca en Oaxaca, Osorio Chong se retractó y convocó a una nueva mesa
de diálogo. Al mismo tiempo, el secretario de Educación, con el
magisterio levantado en Chiapas, Guerrero, Nuevo León y la Laguna,
anunció una revisión de la evaluación con el Sindicato Nacional de
Trabajadores de la Educación (SNTE).
“Hablan de la mesa con el SNTE con el charro mayor Juan Díaz de la
Torre, que es una imposición del Estado mexicano para querer controlar
al magisterio. Nosotros tenemos muy claros los principios y no vamos a
caminar en el esquema que plantean porque ellos están entregados a los
intereses del Estado, no de defender garantías de trabajadores y
agremiados. Lo que quieren hacer es salir y engañar”, advierte ante el
contexto de la nueva reunión convocada para el lunes 11.
Reiterando la voluntad de diálogo, Manzano Sosa pone un ejemplo para
mostrar la cerrazón gubernamental: cuando los empresarios salen a pedir
cambios a las leyes anticorrupción, Peña Nieto envía la iniciativa, se
trabaja de inmediato y se aprueba. La CNTE lleva marchando desde 2013 y
la respuesta ha sido la radicalización del proceso represivo.
Y es que, asegura, la justificación en las mesas es que no le
corresponde al Ejecutivo reformar la ley, pero observa que, cuando sí
quiere hacerlo por presión empresarial, se da línea y de inmediato los
resortes legislativos operan.
Terminar con movimientos sociales
Para la sección 22 el objetivo del Estado mexicano es terminar con
los movimientos sociales y se proclaman como uno de los más fuertes. A
raíz de la problemática educativa, lo que el gobierno intenta es hacer
un examen punitivo hacia los trabajadores de la educación a la que se
opusieron.
“El Estado responde con una represión: cancela las cuentas de la
sección, cancela los salarios de los dirigentes, empieza una represión
administrativa, selectiva, se dejan de hacer trámites que por derecho
les corresponden”.
Siguieron las primeras órdenes de aprehensión: Efraín Picazo Pérez,
Othón Nazariega Segura, Juan Carlos Orozco Matus y Roberto Jiménez el 28
y 29 de octubre de 2015.
“Fue la primera ola de represión y encarcelamiento, a partir de ahí
el Estado mexicano inicia una campaña mediática en contra de ellos y del
magisterio como suele hacerlo cuando detiene a líderes sociales”, dice
Manzano.
Siguieron las detenciones del tesorero, Aciel Sibaja Segura, por
lavado de dinero; siguió Heriberto Magariño, dirigente de la sección 22
en la región del istmo de Tehuantepec el 11 de mayo, mismo día en que se
detuvo al secretario de Organización, Francisco Villalobos Ricárdez. Un
día después fue detenido el secretario general Rubén Núñez Ginez.
“Con esas detenciones pensaron que el movimiento iba a colapsar, que
iba a irse a la confusión, pero no fue así. La reacción viene del fondo,
porque pueden retener a todo el comité pero los liderazgos siguen ahí,
hay muchas cabezas en la 22 y el movimiento no cede”.
Manzano Sosa sostiene que el movimiento creció con los comités de
padres de familias, organizaciones sociales y comunidades que se les
sumaron.
“A partir de ahí el gobierno federal plantea tregua y diálogo, pero
intención real no hay de avanzar en resolver el conflicto, siguen los
temas administrativos, retención de salarios, las órdenes de
aprehensión, los compañeros en penales de procesos jurídicos a los que
se violan sus garantías en los penales”.
Y es que, afirma, en prisión los dirigentes se quejan de ser
sometidos a castigos, quedar encerrados en calabozos, los han dejado
encadenados sin derecho a patio ni a leer libros y no reciben alimentos
como corresponde.
“Amenazan a sus familias y amigos. Aun estando presos, todavía se
siguen ensañando por intentar terminar con un movimiento social que,
insistimos, está enraizado”.
La cuenta de los muertos aumenta y, asegura que hay profesores graves
que fueron heridos durante los operativos. En total, contabilizan 55
presos políticos sólo de 2013 a la fecha y lo mismo ocurre con los
movimientos sociales que los apoyan.
El referente histórico, asegura, es que hay 65 presos políticos en
Oaxaca, por ejemplo, los Loxicha detenidos en los noventa, a quienes los
vincularon al Ejército Popular Revolucionario (EPR). Además, el Frente
Popular Revolucionario, tiene 25 presos por delitos electorales y, las
organizaciones Comuna, Cipo-RFM, Flap, entre otras, han sido señaladas
frecuentemente, para endilgarles ilícitos o actos de violencia.
Morena y la guerrilla
Después del operativo sangriento de Nochixtlán, declaraciones a
medios del gobernador Gabino Cué así como de otros actores políticos y
columnistas políticos, empezaron a señalar la participación lo mismo de
la guerrilla con la sección 22, que la presencia de Morena y Andrés
Manuel López Obrador detrás del movimiento magisterial.
Para la sección 22, “son luchas que van en la misma línea pero llevan
procesos diferentes. Nos queda claro que ningún partido político va a
solucionar las causas del magisterio, la sociedad y los pueblos. Sabemos
que los partidos no representan la democracia ni el avance, por eso
tenemos una lucha aislada de partidos políticos”.
Asegura que si la CNTE hubiera entrado a los partidos, estaría
acabada porque la hubiera cooptado, sus dirigentes se habrían vendido.
En el caso de Morena, hay coincidencia en algunos temas como la
educación pública, la defensa de la soberanía y los recursos naturales.
“No estamos en Morena y en su momento haremos la valoración de qué
haremos en 2018. Lo que hay es apoyo solidario en temas coyunturales,
que nos ayuda la solidaridad, pero ellos tienen sus objetivos, su línea
trazada y el movimiento la propia”.
–¿Tienen relación con la guerrilla?
–Siempre le han achacado al movimiento magisterial que se ha
trabajado con EZLN, EPR y diferentes guerrillas del estado de Oaxaca.
Cuando se dan situaciones, salen con que fue guerrilla en Nochixtlán,
que intervino en los procesos políticos, pero la sección 22 tiene sus
objetivos claros.
“Tampoco estamos contra la guerrilla. Ellos tienen sus principios en
el pueblo, sus demandas justas, sus rutas y decidieron la vía de las
armas.
“En el movimiento magisterial decimos que es la lucha de las masas, a
través de la conciencia política, la toma de las calles, la presión
para los gobiernos, que puedan encausarse las demandas, son luchas
objetivos en común pero cada quien tiene sus mecanismos. Cada quien
tiene sus procesos de lucha y no estamos vinculados con el tema armado
ni con Morena. Es una mentira para meter miedo en la sociedad”.