En Solidaridad Publicamos Textualmente la Exposición de Motivos de la:
“Ley que re- estatiza los fondos de
los sistemas de ahorro para el retiro regulados en las leyes del Seguro
Social, del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales y los
Trabajadores del Estado y de los sistemas de ahorro para el retiro
basados en un régimen de capitalización individual, restituyéndose el
sistema solidario de reparto.”
Frecuencia Laboral.
COALISIÓN NACIONAL DE JUBILADOS Y PENSIONADOS: "PROF. ELPIDIO DOMÍNGUEZ CASTRO, A.C."
En el primer y en el segundo Congreso
Nacional de Jubilados, Pensionados y Adultos Mayores, el 8 de octubre de
2010 y el 18 de abril de 2011, respectivamente se identificaron varias
necesidades, con lo cual elaboramos un pliego petitorio que se dirigió a
las siguientes instancias: Presidencia de la República Mexicana,
Secretaría de Hacienda, IMSS, ISSSTE, ISSFAM, INAPAM, a los
Coordinadores de las Fuerzas políticas en las Cámaras de Diputados y
Senadores y a diversas Comisiones de las mismas.
Dentro de los puntos del pliego petitorio, se encuentran las siguientes dos solicitudes:
• Elevar a rango constitucional la figura del adulto mayor, ya sea jubilado, pensionado o militar en retiro.
• La Nacionalización de las Afores (Administradoras de los Fondos de Ahorro para el Retiro).
Y sobra decir que acerca del tema de las
Afores existen muchos antecedentes negativos, los cuales no han sido
tomados en cuenta por las Cámaras de Diputados y de Senadores.
La Seguridad Social es antes que nada un
Derecho Humano, debe ser de todos y para todos. Los derechos humanos son
inalienables, irrenunciables e inextinguibles, resultan esenciales para
que los individuos alcancemos una vida digna.
Desde la entrada en vigor el 1º de julio de
1997 del régimen de Jubilaciones y Pensiones (RJP) a la fecha, las
autoridades del IMSS han manifestado que las pensiones de sus
trabajadores jubilad@s son el causante de la debilidad financiera del
Instituto. Siendo esto algo inexacto y que desvirtúa la realidad, que
además es muy fácil de comprobar. Así como el manejo mediático en
perjuicio de la clase trabajadora de la Institución.
• Una tercera parte de los recursos
acumulados en los fondos de retiro para los trabajadores mexicanos, 643
mil 370 millones de pesos del total de 2.05 billones, se ha canalizado
al financiamiento de proyectos de empresas privadas, informó la
Asociación Mexicana de Administradoras de Fondos para el Retiro
(Amafore).
• Informes sobre el cierre de 2013 que la
Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar) envió a
la Cámara de Diputados indican que el SAR se encuentra conformado por 12
administradoras cuentas individuales (Afores) y 65 Siefore (Sociedades
de Inversión Especializadas en Fondos para el Retiro). Manejan recursos
por 2 billones 50 mil 846.5 millones de pesos, que equivalen a 12.9 por
ciento del PIB nacional de ese año.
Aunado a esto ahora quieren imponer un seguro
de desempleo que estará fondeado por la cuenta de vivienda en un 3%,
sin decirle claramente al trabajador como afectará a su retiro el haber
hecho uso de dicho seguro. Una vez más las afectaciones van directamente
al trabajador.
Estas notas confirman por qué los
trabajadores continuamos luchando para que regresen las aportaciones al
IMSS dada su probidad en el buen manejo de fondo de pensiones.
El IMSS ha sido bombardeado con muchas notas
informativas degradando servicio que presta, desafortunadamente algunas
de ellas verdaderas. Sin embargo, el buen servicio que en su gran
mayoría otorga el Instituto no tiene la misma difusión, esto es
indicativo de que se pretende desprestigiar a la institución y llevarla a
la privatización de sus servicios.
Es importante recordar que desde el año 1966,
los trabajadores IMSS han aportado para el RJP, un tanto por ciento de
su salario, esto es para solventar su pensión. Sin embargo, este dinero
fue sustraído, sin que a la fecha se tenga certeza de cómo fue esta
pérdida.
Se ha solicitado a Contraloría la auditoría a
este fondo y a la fecha no tenemos ninguna información. Nos preguntamos
si acaso, han hecho caso omiso a esta solicitud. Esto es parte del
sostén de la gran mentira por parte de las autoridades institucionales y
medios de comunicación, para culpar a los trabajadores jubilados o
pensionados de este desfalco. Si existe en verdad la disposición de
resolver “el problema”, que se realice la auditoria tantas veces
solicitada. Y no aplicar medidas como la implantación de las “AFORES”
que no han probado que se pueda obtener una pensión digna o que no
pasará lo mismo con el seguro de desempleo. Esto se soluciona con
valentía, honradez y disposición para corregir, el supuesto desfalco.
EXPOSICIÓN DE MOTIVOS.
Introducción.
Los actuales sistemas de pensiones,
comprensivos de ambos apartados del artículo 123 Constitucional.
Nacieron de una descarada imposición contra los trabajadores, que
atendió de manera servil los dictados imperiales, a través de sus
instrumentos financieros: el Banco Mundial y el Fondo Monetario
Internacional. La esencia de estos sistemas de pensiones basados en la
capitalización individual, no es otra que el saqueo, la expropiación de
fondos público-sociales “por causa de utilidad privada”, para el lucro
desenfrenado de las denominadas administradoras de fondos para el retiro
(Afore) y las sociedades de inversión especializadas de fondos para el
retiro (Siefore).
Estas Sociedades, con toda irresponsabilidad
han estado invirtiendo el dinero de los trabajadores en operaciones de
ALTO RIESGO, causando un detrimento en el ahorro de los trabajadores,
asimismo, repercute en el hecho de que el país es despojado de manera
permanente de recursos indispensables para el desarrollo nacional y el
bienestar social.
Sus condenables razones y efectos han sido
denunciados de manera constante por los trabajadores afiliados al IMSS y
al ISSSTE, que con sus características propias, han luchado para
detener estas contrarreformas, sin lo cual las mismas hubieran alcanzado
dimensiones aún más trágicas. Las condiciones de vida de la clase
trabajadora son cada día más desventajosas e injustas, creando
desesperación, por la forma en que se encuentra distribuida la riqueza
en nuestro medio.
De manera que no es ninguna novedad, sino
consecuencias ya proyectadas desde las cúpulas empresariales,
gubernamentales e institucionales, el actual golpeteó a los recursos en
general y a los derechos de los trabajadores. Las pensiones en el marco
de las Afores, podrán ser un privilegio para unos cuantos, los demás
accederán a pensiones mínimas garantizadas a costa de recursos
presupuestales, o bien, no alcanzarán pensión alguna, quedándose con
monto paupérrimo de sus ahorros siempre que las Afores se los regresen
sin obtener rendimiento alguno. Por lo tanto, esto muestra que la
seguridad social administrada de manera privada, favorece principalmente
a las políticas neoliberales, al mercado de capitales, a las Afores y a
los bancos, pero no a los trabajadores.
El riesgo para los ahorros de los trabajadores, a la fecha se traduce ya en la pérdida de más 803 mil millones de pesos , acumulados a la fecha. A la mentirosa afirmación del Presidente de la Consar de que sólo se trata de “minusvalía ”, manifestamos:
• Hay trabajadores que en los actuales
momentos, deben vender los títulos representativos de sus ahorros, para
acceder a pensiones de riesgo de trabajo o invalidez o al realizar
retiros totales por alcanzar la edad de 65 años o parciales por ayuda de
desempleo o matrimonio, inclusive por retiro de aportaciones
voluntarias.
• Las Afores también invirtieron en títulos basura que ya jamás recuperarán valor alguno.
• Nadie puede garantizar que a partir de
ahora el capitalismo dejará sus crisis cíclicas, con rendimientos
estables, al alta, por el contrario los próximos años presentan un
horizonte lleno de riesgos.
• Este cuento de “sólo minusvalías ”,
esta desacreditado ante los trabajadores que han visto como se
esfumaron sus ahorros acumulados en el Infonavit o como les fueron
arrebatados en el 2002, $ 20,000 millones de pesos de su SAR como
“regalo” para el Gobierno Federal, del mismo modo en que desaparecieron
las reservas de pensiones del IMSS y del ISSSTE.
Es decir, los 803 mil millones de pesos,
representan una pérdida masiva e injusta de recursos, de la cual no
responden ni las Afores ni el Estado, por lo que los trabajadores son
los únicos que verán como desaparecen sus esfuerzos y su esperanza. En
contraste con las utilidades netas obtenidas a la fecha por las Afores
por más de $48, 734 millones de pesos y que se mantienen a la alza.
Basta señalar que las comisiones promedio sobre saldo se incrementaron
hasta un 87%, por lo que la supresión de la comisión sobre flujo, no
representó para los trabajadores ahorro alguno. Por ello es
indispensable llevar a cabo la Reestatización de los
Sistemas de Ahorro para el Retiro, evitando que estas “Sociedades” se
enriquezcan ilícitamente a costa del trabajo, esfuerzo y economía de los
trabajadores.
Este fraude legalizado, pone en jaque a más
de 60 millones de mexicanos que son derechohabientes del IMSS e ISSSTE,
los cuales de manera directa o indirecta ponen su futuro en el destino
de los recursos administrados por las Afores. El anhelo fundamental de
la actual clase trabajadora, es no solamente asegurar el sustento y la
comida del día siguiente, sino también la subsistencia decorosa y digna
para el resto de sus días de él o ella y de las personas que dependan
económicamente de él o ella, así como de los infortunios o imprevistos
que puedan presentarse. No olvidemos que en el caso del ISSSTE aún los
trabajadores que no son de nuevo ingreso y no obstante no haber optado
por las cuentas individuales, ya tienen sus ahorros de manera parcial o
total, y con base en trampas jurídicas, en el PENSIONISSSTE o las Afores
privadas.
Por lo que el Estado no puede permanecer
ajeno a la catástrofe que se avecina de mantenerse ese dinero en la
usura de las Administradoras. Inclusive se afectan recursos vitales para
sortear la actual crisis y en general impulsar el desarrollo nacional,
pues estos abultados ahorros de los trabajadores, bien custodiados e
invertidos, deben ser palanca fundamental para impulsar el empleo,
infraestructura, vivienda, desarrollo regional y no los bolsillos
voraces de unos cuántos. Por ello, la Seguridad Social debe
tener por objeto contrarrestar la ciega injusticia de la naturaleza y
de las actividades económicas por medio de un sistema bien estructurado
de bienestar colectivo integral, basado en la justicia social; que sea
niveladora de las desigualdades que persiguen; remediar los grandes
males y diferencias de las clases económicamente débiles.
Por tanto, con fundamento en la fracción XXIX
del Apartado A y XI del Apartado B, ambos del artículo 123
Constitucional, en relación con el Párrafo Segundo del Artículo 27
Constitucional y fracciones I y VIII del artículo 1º de la Ley de
Expropiación, se debe proceder de inmediato a la reestatización,
con lo cual realmente hablamos de nacionalización de los fondos de
pensiones. Esto es, volver al sistema solidario, ya que de este modo,
estos recursos si garantizan la pensión de los trabajadores. Es
Necesario que este dinero regrese al IMSS e ISSSTE para que estas
administren a través de reparto solidario.
ANÁLISIS DETALLADO
Sólo en la justicia social, como se desprende
de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, puede florecer una
paz social duradera. Igualmente sólo la justicia social permite un
crecimiento económico a largo plazo.
La fracción XXIX del artículo 123, Apartado
“A” de la Constitución Federal otorga a la Ley del Seguro Social y por
analogía a la Ley del ISSSTE, el carácter de ordenamientos de utilidad
pública, es decir, la seguridad social es un servicio público que debe
ser proporcionado por el Estado de manera exclusiva, integral e
irrenunciable. Por tanto la Ley del Seguro Social que cobró vigencia el
1º de julio de 1997 y la nueva Ley del ISSSTE que entró a la vida
jurídica el 1º de abril del 2007, son inconstitucionales, entre otros
motivos, por sus normas privatizadoras que entregan los fondos de pensiones y la administración de las cuentas individuales al lucro
de las Afores, asimismo se oponen a cargo de las instituciones de
seguros. Tal inconstitucionalidad igualmente se ponde de manifiesto
desde el momento en que tales leyes obligan a lanzar los fondos de las
pensiones al mundo del riesgo, a la bolsa de valores, a los valores
extranjeros, pues reducen los derechos de los trabajadores y contradicen
la esencia misma de la seguridad social que como marca la propia
fracción XXIX ya citada, debe estar encaminada “a la protección y
bienestar de los trabajadores”.
En la presente iniciativa de manera
resumida, se propone la supresión de las Afores y Siefores, es decir del
llamado régimen de capitalización individual restituyéndose el régimen
solidario de reparto que se consagraba en las Leyes del IMSS e ISSSTE de
1973 y 1983, respectivamente, y que fueron condenadas a muerte por un
neoliberalismo ávido de apoderarse de estos abultados recursos sociales,
a fin de impulsar una nueva etapa de acumulación del sistema
capitalista. Nuestra iniciativa permitirá que las pensiones de los y las
trabajadoras retomen su seguridad y dignidad. Igualmente se impedirá
que las instituciones de seguros continúen lucrando con el otorgamiento
de las pensiones. De esta manera los derechos de los trabajadores
dejarán su antinatural carácter de mercancía para el beneficio de unos
cuantos empresarios, en su aplastante mayoría, extranjeros,
encaminándose por los principios de la seguridad social solidaria.
Todo esto además como respuesta a la lucha
histórica de los trabajadores afiliados al IMSS como al ISSSTE, que
sufrieron la imposición de leyes injustas e inconstitucionales. Baste
señalar que los burócratas a la fecha han interpuesto más de tres
millones de amparos para demostrar la inconstitucionalidad de ésta Lo
que significa, para fines jurídico prácticos, que gracias a la lucha de
los burócratas, la Ley del ISSSTE de 1983 sigue viva en el marco de las
suspensiones masivas concedidas con motivo de estos amparos; pero sobre
todo en su espíritu de lucha.
Con lo que se evidencia la certeza del
principio aquél, que exige para la validez de una ley, no sólo el
cumplimiento de los formalismos legislativos, sino su indeclinable
contenido de justicia.
La actual recesión ha redimensionado y ha
probado plenamente todos los abusos y deficiencias que siempre hemos
denunciado sobre los sistemas pensiones basados en las Afores. Los
ahorros sagrados de los trabajadores, cuyo destino debe ser la
sobrevivencia de los y las trabajadoras y sus familias, para cuando
aquellos se retiren por razón de incapacidad o edad avanzada, están
ahora dentro de un círculo inconstitucional de alto riesgo. Seguramente
dicen: ¡Al cabo cualquier pérdida en los ahorros los cargará la parte
más débil, los trabajadores o en última instancia los recursos
presupuestales!
En contraste con el régimen anterior (SAR),
las Afores primero cobran sus utilidades, bajo el nombre de comisiones,
caras y no justificadas, a cuentas de servicios secundarios o bien nulo;
para las cuales, se les obligó a los trabajadores su pago puntual. Es
decir, millonadas de recursos fueron expropiados por la fuerza a favor
del negocio del capital financiero, contrariándose la ley y la voluntad
de los y las trabajadoras. Cobro que no da lugar a servicios de calidad,
calidez y de respeto a los derechohabientes. Así nos encontramos que
las Afores ponen todos los obstáculos para informar, orientar y devolver
de manera parcial o total, los recursos de los y las trabajadoras, no
se les reconoce a los y las trabajadoras el carácter de socios de las
Siefores con poder decisión sobre la inversión de sus recursos
estableciendo un monopolio en el manejo de recursos de los propios
trabajadores, contrariando los principios jurídicos que rigen las
sociedades anónimas y a las sociedades de inversión en general. Incluso
la omisión de los estados de cuenta que las Afores deben entregar de
manera semestral a los y las trabajadoras es cada vez más generalizada,
lo que conlleva a una clara violación de sus derechos y que se traduce a
una clara falta de transparencia en el manejo de los recursos de los
trabajadores. Es decir, en los hechos, los trabajadores no son
tratados como propietarios de los fondos de pensiones sino como
arrimados; las Afores actúan como si fueran las únicas dueñas de los
ahorros de los y las trabajadoras. Es indispensable que los
derechohabientes de las afores tengan una mayor participación en los
Sistemas de ahorro para el Retiro, para obtener un mayor equilibrio y
equidad, como lo ha señalado la propia CONSAR; pues actualmente los y
las trabajadoras están marginados del mundo de las Siefores y Afores,
comenzando por el hecho de que carecen de una cultura financiera básica.
Aunado a lo anterior, el fraude ha sido la
manera como las Afores se han hecho de cuentas individuales, bajo el
marco del registro o traspaso. Vía engaño, intimidación a los y las
trabajadoras, falsificación de firmas y documentos, entre otros. ¡Y la
Consar, bien gracias; actuando como cómplice de todos estos desmanes!
Reconoce estos desmanes de las Administradoras y adopta medidas tibias
para intentar detenerlas. Porque es obvio, que no es adecuado
que empresas privadas manejen montos tan grandes de capital nacional; ya
que pone en cuestionamiento la soberanía nacional. Se está
entregando el destino de la mayoría de los y las trabajadoras, incluidas
sus familias, a empresas cuyo único objetivo es la ganancia, el lucro
más descarnado, antípoda de la esencia y objetivo de la seguridad
social. Cabe señalar que esta privatización está prohibida por el
artículo 123 Constitucional, así como por los Convenios de la OIT
números 35, 37, 39 y 102.
Si no se pone freno a estos abusos, aparte
del fraude a los trabajadores y sus familias, nacerá una carga
insostenible para las finanzas públicas. Además de que el país es
despojado de manera permanente de recursos indispensables para el
desarrollo nacional y el bienestar social, como son: empleo,
infraestructura, vivienda, desarrollo regional. Basta recordar que las
trasnacionales en que se incluyen las Afores, han sacado del país
millones de dólares para auxiliar a sus casas matrices, porque como bien
sabemos, los capitales no tienen patria.
A la fecha, el dato oficial ronda una pérdida
de más de 803 mil millones de pesos sufrida por las cuentas
individuales de los trabajadores que administran las Afores, y eso que
apenas comienza el crack de las bolsas a nivel internacional. Pérdida
que la CONSAR eufemísticamente, le denomina “minusvalía”, como si en los
años venideros la economía fuera a gozar de perfecta salud.
¡Es necesario que a la brevedad las Afores sean estatizadas! Caso
en el cual los trabajadores no serían despojados de sus ahorros, sino
por el contrario, entrarían estos recursos bajo la responsabilidad y
garantía del Estado Mexicano, así como la vigilancia y decisión de los
trabajadores, lo que garantizaría de manera plena el futuro de las
pensiones.
Siempre, con mayor o menor frecuencia, se ha
denunciado el abuso gigantesco de las Afores contra los y las
trabajadoras. Incluso algunos pocos legisladores como Ramón Pacheco
Llanes, han presentado al Congreso de la Unión diversas iniciativas para
exigir la supresión de este perverso sistema basado en el lucro y la
total desprotección de los y las trabajadoras. Hasta no hace mucho
tiempo, estas posiciones se tachaban de radicales, y equivalían a una
prédica en el desierto. Sin embargo, a estas alturas, tanto en la Cámara
de Diputados como en la de Senadores surgen cada vez más voces para
exigir límites a las Afores o inclusive proceder a su reestatización.
Ante la prueba contundente de algo elemental, que estos nefastos
negocios sólo ven por sus intereses, despreciando el legítimo derecho de
los y las trabajadoras y sus familias a una pensión digna, lo que va de
la mano del riesgo que está surgiendo para los recursos públicos.
Apenas parece creíble que el Congreso de la
Unión haya aprobado un sistema en que negocios privados, llamados
Afores, reciban el capital para alcanzar sus utilidades de manos del
pueblo trabajador, sin obligación de reponer las pérdidas que sufran los
y las trabajadoras en sus ahorros; así como tampoco de garantizar un
rendimiento mínimo real; ni menos aún otorgar una pensión por mínima que
fuera.
Estas Afores, con toda
irresponsabilidad han estado invirtiendo los dineros de los y las
trabajadoras en operaciones de alto riesgo especialmente hablando de
valores extranjeros, situación que alcanza niveles de catástrofe ante la
recesión económica actual, lo que ha llevado a la perdida, insistimos,
de más de 803 mil millones de pesos. ¡Qué les importa a las Afores, si
ellas ya tienen garantizadas sus utilidades vía sus altísimas y seguras
comisiones!
Y así, vemos que mientras las Afores están
unidas en la Amafores (Asociación Mexicana de Administradoras de Fondos
para el Retiro A. C.) y gozan de un respaldo cómplice de la Consar y en
general del Gobierno Federal, los trabajadores por su parte, los
derechohabientes, están desunidos y desorganizados, aplastados por la
falta de preparación e información, y golpeados permanentemente por la
actitud y decisiones gubernamentales. Por lo que exigimos: ¡Las Afores deben desaparecer!
Uno de los hechos en que se ve de
manera descarada la arbitrariedad que caracteriza a las Afores, bajo la
complicidad gubernamental, es el cobro de comisiones a las cuentas
inactivas, lo cual resulta inaceptable ya que el trabajador no está
generando ingresos como para que inconstitucionalmente le cobren
comisiones sobre un ingreso que no se está aportando.
Nadie puede ser privado de sus propiedades,
posesiones y derechos, sino mediante previo juicio. Así lo ordena de
manera terminante la Constitución Federal en su artículo 14, como una de
las garantías fundamentales para la seguridad jurídica de todo
individuo. Sin embargo, en abierta violación a esta garantía individual,
el legislativo federal en el artículo 37 de la Ley de los Sistemas de
Ahorro para el Retiro, autoriza el cobro de comisiones a las cuentas
individuales inactivas de los sistemas de pensiones a la par de las que
pagan las cuentas activas.
Desde luego, el trabajador cuando pierde el
empleo o pasa a desempeñarse en un trabajo independiente, está impedido
legalmente a retirar sus ahorros forzosos de su cuenta individual y
pareciera en exclusivo beneficio del capital financiero, casi en su
totalidad extranjero. Estando el o la trabajadora autorizada a recibir
sus ahorros hasta que cumpla 60 años de edad o al acceder a una pensión.
Aparte los retiros parciales por desempleo y en el caso del IMSS, por
ayuda de matrimonio. Sobra decir4, que la posibilidad de ahorros
voluntarios de parte de los y las trabajadoras a su cuenta individual,
resulta imposible para la mayoría de los mismos.
Pues bien, al no poder retirar el o la
trabajadora sus recursos y quedar inactiva su cuenta, sus ahorros son
mermados de manera constante por las caras comisiones que las Afores les
cobran, de manera que cuando llega la oportunidad temporal para sus
retiro, lo que sucede es que sus ahorros fueron extinguidos o casi
extinguidos por el saqueo que estas “Administradoras” realizan, todo
esto con el apoyo de la Consar y del mismo gobierno. O en otros
términos, el o la trabajadora fue despojada de su dinero, de su
propiedad y derechos sin previo juicio, en abierta violación al artículo
14 Constitucional. Este no es un problema pequeño, ya que el 55% de las
cuentas individuales son inactivas; número que tenderá a incrementarse
ante las crecientes tasas de desempleo provocadas por la actual recesión
económica. En tales casos se priva a las personas de sus ahorros sin
previo juicio. Pero lo más inadmisible es que este dinero se quita a los
trabajadores, a los que menos tienen, para llenar los bolsillos de los
empresarios financieros.
CONCLUSIÓN
Respecto al IMSS, el fracaso de las Afores es
evidente: comisiones de usura sobre los ahorros de los trabajadores,
rendimientos bajos y ahora pérdidas en lugar de rendimientos;
prepotencia como elemento rector de las Afores quienes, en muchos casos,
mediante el fraude inscriben y traspasan las cuentas individuales de
los y las trabajadoras; participación y preparación cero de los
trabajadores en el sistema. Falta de transparencia, inadecuada atención
ante los abusos de las Afores, proyección masiva de pensiones por abajo
del salario mínimo con riesgo para las finanzas públicas, quiebra
administrativa con varias cuentas a nombre de cada trabajador, falta de
imparcialidad de las autoridades competentes empezando por la Consar,
montos constitutivos abultadísimos para la contratación de las pensiones
ante las instituciones de seguros, ilegal negativa de las Afores para
entregar los ahorros a los trabajadores y a sus beneficiarios, pérdida
de la soberanía en manos del capital extranjero, cadena interminable de
juicios, entre otros.
Para los trabajadores del Apartado B del
artículo 123 Constitucional, el panorama es aún más difícil, ya que
entran al sistema de capitalización individual cuando el mercado de
valores, tanto a nivel nacional como internacional, pierde dinamismo y
está en el pantano de la recesión y el crack.
En cuanto a las instituciones de seguros,
especializados en la práctica de los seguros de pensiones, absorben
recursos millonarios de los y las trabajadoras, mientras que el gobierno
Federal lo autoriza bajo la denominación de capitales constitutivos,
para obtener a cambio pensiones miserables que nuevamente acaban estando
en el mundo del riesgo financiero.
Adicionalmente a la reestatización
de los fondos que administran las Afores y de los recursos de pensiones
manejados por las instituciones de seguros, es indispensable que el
Estado retome un papel activo en materia de crecimiento económico,
ampliación del mercado interno, empleos y salarios dignos, único camino
para acabar con las penurias financieras del IMSS e ISSSTE, que viven de
las cuotas y aportaciones obtenidas. Evidentemente la expansión del
desempleo de 1,909,728 de personas, equivalente a una tasa de 4.2% en el
tercer trimestre de 2008; de la informalidad, comprensiva de una tasa
del 27.1% es decir 11.8 millones en el mismo periodo, según el INEGI y
63% según la OIT, sumado a la precarización del empleo y el salario,
representan un tóxico insoportable para las finanzas del IMSS e ISSSTE.
Ante la necesidad de rescatar recursos
sociales que4 impactan a más de 60 millones de derechohabientes del IMSS
e ISSSTE y que ponen en jaque el futuro de las finanzas públicas, el
estado de derecho y la paz social; urge proceder de inmediato a la reestatización de
las Afores y de las instituciones de seguros especializadas en la
práctica de los seguros de pensiones. Rehaciéndose una Seguridad Social
Solidaria de Reparto Integral, que nunca debió de pasar al egoísmo del
lucro.
Igualmente se debe eliminar “la propiedad” de
los y las trabajadoras sobre sus ahorros, ya que las Afores y Siefores
fueron solamente la trampa demagógica-jurídica para abrir el camino a la
privatización de la Seguridad Social; bajo este esquema, los y las
trabajadoras nunca han actuado como propietari@s sino han sido obligad@s
a actuar como espectadores de las únicas dueñas de tales dinero, las
Afores. Razón por la cual los ahorros de las cuentas individuales de los
y las trabjadoras pasarán a custodia del IMSS e ISSSTE, a un fondo
solidario, para con ellas cubrir las jubilaciones y pensiones de los y
las trabajadoras y sus beneficiaros.
No plantearemos la simple vuelta al pasado,
toda vez que en el mismo de manera reiterada se desviaron los recursos,
por actos de conveniencia política o corrupción, o simplemente hacia
fines diversos a los previstos en la Ley. Siguiendo la solución jurídica
dada en Argentina, para evitar abusos en la compensación que se
entregue a las Afores e Instituciones de Seguros estatizadas, no se les
dará ninguna reparación por concepto de los ahorros de los trabajadores
integrados mediante una contribución tripartita, careciendo tales
empresas de toda titularidad sobre estos recursos. Por tanto, sólo se
compensará el capital social invertido por estas personas morales, que
por regla general es minúsculo y sólo por medio de títulos públicos
emitidos por los Estados Unidos Mexicanos. Previéndose al efecto la
autorización al Ejecutivo Federal de asumir tal deuda.
Al respecto se podría considerar que las
abultadas utilidades de las Afores y las pérdidas que han ocasionado a
los ahorros de los trabajadores justifican que no se les diera ni un
centavo de compensación y por el contrario, se les cobraran los daños y
perjuicios causados. Sin embargo, no hay que olvidar que la Constitución
en su artículo 22 prohíbe la confiscación de bienes y lo que hace a los
abusos y daños y perjuicios causados. Por lo que se propone la
realización de una auditoría a los manejos de las Afores para deslindar
las responsabilidades de todo tipo que procedan, incluida en su caso la
reparación de los daños y perjuicios.
Desde luego, otra vez conforme a nuestra
Constitución Federal y la solución argentina, se preserva el derecho de
los trabajadores que estuvieron sujetos al régimen de capitalización a
obtener iguales o mejores prestaciones que a las que tenían derecho en
el marco del mismo. Igualmente se vela por la preservación de las
fuentes de empleo de las personas que prestan sus servicios a las Afores
e instituciones de seguros.
Necesitamos volver al principio que creó las
pensiones de jubilación o de retiro, bajo los principios que le
garanticen al trabajador que cuando llegue al término de su vida
laboral, por sus condiciones físicas o de salud, deberá dársele una
pensión suficiente y digna para mantener un nivel de vida que mantenía
como trabajador.
En base a todo lo expuesto y fundamentado,
someteremos a la presente iniciativa con el objeto de re-estatizar los
fondos de los sistemas de ahorro para el retiro del IMSS e ISSSTE
basados en un régimen de capitalización individual, restituyéndose el
sistema solidario de reparto.
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