Jenaro Villamil - Proceso
La recaptura del Chapo le sirve a las autoridades, entre otras cosas, para responder a un duro editorial que sobre la fuga del capo y el caso Ayotzinapa publicó recientemente The New York Times, así como para tratar de borrar la andanada de bromas y parodias que desataron en las redes sociales sus dos escapes. Sin embargo, la versión inicial de que el poderoso narcotraficante fue localizado sólo porque una señora dijo haber visto a varias personas armadas, y el hecho de que durante sus dos encarcelamientos no han sido tocadas sus redes de socios y franquicias empresariales, seguirán siendo objeto de críticas e ironías…
La recaptura del Chapo le sirve a las autoridades, entre otras cosas, para responder a un duro editorial que sobre la fuga del capo y el caso Ayotzinapa publicó recientemente The New York Times, así como para tratar de borrar la andanada de bromas y parodias que desataron en las redes sociales sus dos escapes. Sin embargo, la versión inicial de que el poderoso narcotraficante fue localizado sólo porque una señora dijo haber visto a varias personas armadas, y el hecho de que durante sus dos encarcelamientos no han sido tocadas sus redes de socios y franquicias empresariales, seguirán siendo objeto de críticas e ironías…
MÉXICO,
DF (Proceso).- Al mediodía del 22 de febrero de 2014, la edición en
internet del periódico estadunidense The New York Times y la agencia AP
difundieron la imagen de la captura de Joaquín El Chapo Guzmán, ocurrida
en un hotel de Mazatlán, Sinaloa. En la foto se vio al capo
arrodillado, con golpes en la cara y en los hombros. Detrás de él,
personas con uniforme militar lo rodeaban y uno de ellos le sostenía la
cabeza.
En aquella ocasión, el gobierno de Enrique Peña Nieto tardó más
de dos horas en confirmar lo que en las redes sociales generó el máximo
revuelo y detonó todas las suspicacias posibles: ¿Quiénes “capturaron”
al prófugo más famoso del país? ¿Por qué fue un medio estadunidense y no
uno mexicano el que dio la primicia? ¿Qué negociaba el gobierno
peñanietista antes de confirmar lo difundido por el Times?
Casi
dos años después, y a seis meses de que el capo se escapó del penal de
máxima seguridad del Altiplano (11 de julio de 2015), el primer
mandatario se adelantó a todos y dio a conocer el 8 de enero de 2016 que
el jefe del Cártel de Sinaloa había sido recapturado.
Con lenguaje de western, Peña Nieto tuiteó en su cuenta @EPN:
“Misión cumplida: lo tenemos. Quiero informar a los mexicanos que Joaquín Guzmán Loera ha sido detenido.”
En
menos de una hora ese tuit presidencial había rebasado las 70 mil
repeticiones. El hashtag #ChapoGuzmán superó el millón de menciones en
cuatro horas y se convirtió en trending topic mundial en Twitter.
El
nuevo espectáculo de la recaptura se había iniciado con millones de
mensajes en redes, cobertura continua de los telenoticiarios, dos
fotografías del capo donde se le ve esposado en una cama de motel y otra
donde aparece con el rostro serio en un carro, acompañado por un
presunto sicario.
A las 16:00 horas, Peña Nieto pronunció en
Palacio Nacional un discurso vago, sin informar detalles de la recaptura
y adónde sería trasladado el delincuente.
Flanqueado por los
titulares de la Defensa, la Marina, la PGR y la Secretaría de
Gobernación, Peña Nieto tampoco aclaró qué sucederá con la petición de
extradición de Guzmán Loera a Estados Unidos. Evitó referirse al Cártel
de Sinaloa, la infraestructura criminal que encabeza El Chapo, y repitió
varias veces la frase “fortaleza de nuestras instituciones”.
El
discurso presidencial respondía más a un duro editorial del periódico
The New York Times, publicado el lunes 4, donde el rotativo
estadunidense descalificó al gobierno de Peña Nieto por “eludir a toda
costa la rendición de cuentas” y haber dejado impunes a los responsables
de la fuga del Chapo.
“El gobierno argumentó que Guzmán escapó
por un túnel que cavaron sus cómplices sin que lo supieran los
funcionarios de la prisión, desestimando la posibilidad de que El Chapo
hubiese recibido apoyo desde dentro. Mientras algunos funcionarios
fueron detenidos como resultado de la fuga, el gobierno aún no ha dado
una explicación convincente de lo sucedido”, sentenció el texto titulado
“Las respuestas que Peña Nieto no le da a México”.
En su mensaje
del viernes 8, Peña insistió en que la recaptura del Chapo “habría de
suceder”, exhortó a los mexicanos a “confiar en nuestras instituciones”,
y aseguró que 98 de los 122 delincuentes más buscados “ya no
representan una amenaza para el pueblo mexicano”.
The New York
Times no sólo mencionó el caso de la fuga del Chapo Guzmán en su
editorial del lunes 4. También puso como ejemplos de la “sistemática”
estrategia para minimizar escándalos “la terca resistencia” de Peña
Nieto con el escándalo de la Casa Blanca –revelado por el equipo de
periodistas encabezado por Carmen Aristegui– y el expediente de
Ayotzinapa.
Sobre el caso Ayotzinapa, el Times insistió en la
necesidad de que Peña Nieto reconozca que su “verdad histórica” fracasó y
que “les dé a los investigadores internacionales (del GIEI) acceso a
los funcionarios gubernamentales implicados.
“El hecho de que el
gobierno haya negado la petición recurrente para que investigadores
internacionales entrevisten a los militares en el lugar de la
desaparición no ha servido más que para alimentar el escepticismo de la
ciudadanía”, abundó.
En respuesta, el coordinador de Marca País y
Medios Internacionales de la Presidencia de la República, Paulo Carreño,
mandó una réplica al diario que fue distribuida asimismo entre varios
columnistas afines a la posición del gobierno mexicano, quienes
reprodujeron sus argumentos. Carreño insistió en que sí fueron detenidos
varios de los funcionarios del penal involucrados en la segunda fuga
del Chapo.
Desconfianza ante el show
Desconfiados, la
mayoría de los usuarios de redes sociales como Twitter, YouTube y
Facebook reaccionaron con poco entusiasmo ante la tercera captura del
Chapo y destacaron que la noticia coincidía con el peor día de la caída
del peso frente al dólar. “La verdadera fuga es la del peso frente al
dólar”, escribieron varios tuiteros, al tiempo que los memes ironizaban
sobre la segunda recaptura.
El beneplácito principal fue de la
Administración Antidrogas de Estados Unidos (DEA), que declaró en su
cuenta @DEANEWS: “Estamos muy emocionados por la captura del Chapo
Guzmán. Estamos congratulados con MX Gobierno y aguardamos más
detalles”.
Otras agencias internacionales pusieron en relieve la
presunta colaboración de agentes estadunidenses en la detención de
Guzmán Loera, y la RT, de la televisión rusa, publicó un reporte que,
titulado “¿Por qué El Chapo se escondía en un motel en Los Mochis?”,
destacó que se realizó un gran despliegue operativo de militares y
policías en la zona serrana del Triángulo Dorado mientras el capo se
escondía tranquilamente en esa ciudad, de más de 250 mil habitantes.
“Fue
detectado sólo gracias a ‘una señora que llamó y reportó que vio un
movimiento armado en una casa vecina’”, informó RT citando a su
corresponsal en México.
“El hecho de que El Chapo se escondiera en
una ciudad tan importante mientras estaba siendo buscado por todos los
servicios especiales de la nación habla de su gran posibilidad de
sobornar a las autoridades locales y controlar la situación del país en
esta parte de México”, editorializó la agencia.
Ocho de cada 10
mexicanos encuestados en sus viviendas por la empresa Parametría
consideraron desde el año pasado que la fuga de Guzmán Loera se dio por
complicidad de las autoridades, en tanto que sólo 17% cree que
únicamente fue planeada por El Chapo y su grupo criminal.
En la
opinión pública, 42% de los encuestados por Parametría opinó que El
Chapo es “igual de peligroso dentro o fuera” de la cárcel, mientras 39%
advirtió que es más peligroso fuera, y 15% dentro.
Poco más de la
mitad de los mexicanos (52%) afirmó en esa encuesta que el gobierno de
Peña Nieto debe recapturar a Guzmán Loera, pero 40% mencionó que no
tiene caso volver a encerrarlo, “lo que representa una pérdida de
confianza en las autoridades y el sistema de justicia”, concluyó la casa
encuestadora. El sondeo, realizado entre el 25 y 29 de julio de 2015,
reportó que 52% de los consultados no creía que volvieran a capturar al
Chapo.
Por otra parte, dos sondeos en redes sociales mostraron la
desconfianza ante la captura. A la pregunta: “¿Cree más usted en Peña
Nieto y su gabinete con la captura del Chapo?”, de 330 votos 95% opinó
que no y 5% que sí. El encuestólogo Roy Campos en su cuenta de Twitter
preguntó si el Chapo debía ser extraditado; 79% de 2 mil 383 votos opinó
que sí, contra 21% que piensa que debe estar en una cárcel en México.
El
especialista Edgardo Buscaglia, autor del libro Lavado de dinero y
corrupción política, planteó en sus comentarios en las redes sociales
que sólo incautarán gran parte del dinero de Guzmán Loera “el día que
inicien los ‘maxiprocesos’ contra cientos de políticos”.
En la
introducción de su libro, publicado a finales de 2015, Buscaglia recordó
que en los 17 meses de la permanencia del Chapo en un penal de alta
seguridad, “ninguna autoridad impulsó acusación penal alguna contra
cualquiera de sus múltiples redes de socios y franquicias empresariales,
o contra los políticos asociados a sus actividades; tampoco se tocó
ningún activo ligado a él”.
En la recaptura del 8 de enero no se
desmanteló ninguna serie de empresas o red de lavado de dinero que
encabeza el Cártel de Sinaloa. De hecho, la aprehensión de Guzmán Loera
no ha representado el desmembramiento de esta poderosa organización, ni
ahora ni en sus anteriores capturas.
La fuga y la burla
La
celebridad mediática de Guzmán Loera alcanzó su nivel máximo tras su
segunda fuga, el sábado 11 de julio de 2015, cuando el gabinete de Peña
Nieto realizaba una gira “histórica” a Francia.
Las bromas, burlas
y críticas inundaron las redes sociales. “Hasta El Chapo Guzmán salió
el sábado por la noche”, escribieron jóvenes tuiteros al filo de las
0:00 horas de esa fecha, y en sólo dos días se contabilizaron más de 300
memes distintos, algo inusitado en las redes sociales mexicanas.
El
capo sinaloense apareció como Tim Robbins en la cinta Sueños de
libertad; en otro meme Elba Esther Gordillo le reclama al Señor de los
Túneles que la libere también; una parodia calificaba a Guzmán Loera
como más audaz que el escapista Houdini, y una más mostraba al jefe del
Cártel de Sinaloa pronunciando la frase: “Si ya saben que me fugo, para
qué me encierran”.
La fuga del Chapo fue la noticia de primera
plana en los 11 periódicos occidentales más importantes. El 54% de los
lectores consultados por el periódico Reforma no creían en la versión de
que se escapó por un túnel.
La revista británica The Economist
comparó la versión de la fuga con la película hollywoodense El gran
escape, mientras The New York Times, The Wall Street Journal, The
Guardian y comentaristas de la BBC y de CNN coincidieron en calificar
como “vergonzoso”, “bochornoso” y “humillante” el hecho para el gobierno
de Peña. “En un hoyo, el presidente Peña Nieto”, editorializó el 13 de
julio el periódico The Financial Times.
Las burlas arreciaron
cuando Televisa divulgó, en octubre de 2015, un video con el audio de la
fuga del Chapo Guzmán. Este mismo video, mencionado antes por la
periodista Anabel Hernández en Proceso, documentó cómo transcurrieron
más de 20 minutos para que las autoridades del penal acudieran a la
celda del capo, tiempo suficiente para que escapara, y se escuchó la
expresión de dos custodios que entraron a la celda del jefe del
narcotráfico: “Hay un hoyo en la regadera, comandante, hay un hoyo”.
Se
pretende borrar esos momentos de fuga e ironía con la nueva recaptura
de Guzmán Loera, pero el legendario narcotraficante y la constante
corrupción de los cuerpos de seguridad mexicanos han convertido esta
detención en un capítulo más del Chapo Show.
Fuente: Proceso
Fuente: Proceso