La Jornada - El Correo Ilustrado / 31 Diciembre 2015.
En relación con la nota publicada ayer en este diario; es
necesario refutarle al secretario de Trabajo y Previsión Social,
Alfonso Navarrete Prida, que el problema laboral en México se centre en
la informalidad de los trabajadores. El espectro es en un marco más
grande que se ubica principalmente en la reforma laboral, donde la punta
del iceberg es el outsourcing, que de entrada rompe con lo estipulado en el artículo 123 constitucional.
Pero también es necesario refrescarle la memoria a Navarrete
Prida al recordarle que de acuerdo con Alfonso Bouzas, investigador de
la UNAM, 90 por ciento de los contratos laborales en el país son de
protección patronal, recordarle también que no de balde se dio una
discusión muy amplia al respecto en la 104 convención realizada en junio
pasado por la OIT, en la cual se mencionó el caso de los trabajadores
de Honda de El Salto, Jalisco, como vivo ejemplo de la existencia de los
contratos de protección patronal, que son una práctica esencial para
las relaciones laborales auspiciadas por las instancias laborales en
todos sus niveles. Ejemplos sobran de estos casos, sólo por citar dos:
los trabajadores de PKC en Ciudad Acuña y la digna lucha de los
trabajadores de Lexmark.
Es falso que exista paz laboral, cuando millones de trabajadores son
cotidianamente explotados en las líneas de producción, sin salarios
dignos, seguridad social y sin ninguna posibilidad de conformar un
sindicato representativo y auténtico. Ese es en origen el principal
problema que se presenta para los trabajadores de este país.
Sindicato de Trabajadores Unidos de Honda de México, Paul B. Díaz Gómez