sábado, 5 de septiembre de 2015

Alarma por los 40 millones de televisores que se podrían desechar tras apagón analógico en México

4 septiembre 2015 | Desinformémonos.org
“El único plan que tiene la Secretaría de Transportes y Comunicaciones son centros de acopio que solo están en dos estados de los 32 que hay, además son temporales”, explica Miguel Soto, responsable de comunicación en Greenpeace. El apagón analógico en México será el 31 de diciembre de 2015. Cuando se baje el switch, millones de televisores dejarán de funcionar y solo podrán hacerlo con un adaptador digital. El Instituto Nacional de Estadística y Geografía calcula que en México hay más de 40 millones de televisores que no son digitales y que después de la transición podrían ser desechados o acabar en bordos y basureros a cielo abierto, que podrían suponer una alarma ecológica por la cantidad de químicos y materiales pesados como el plomo que albergan.

Para concientizar de esta problemática, la organización ecologista Greenpeace lanzó la campaña Ezombies donde advierten que el abandono de estos televisores en chatarrerías y demás, sin un plan de reciclaje, es un peligro, ya que muchos de los metales pesados que contienen como cadmio o mercurio, se filtran en la tierra y acaban en los mantos freáticos. Es decir, los das por muertos una vez los tiras pero vuelven para atacarte.

“El único plan que tiene la Secretaría de Transportes y Comunicaciones son centros de acopio que solo están en dos estados de los 32 que hay, además son temporales”, explica Miguel Soto, responsable de comunicación en Greenpeace.




Cada televisor con tubos catódicos contiene entre uno y dos kilógramos de plomo, el cual se mezcla con vidrio que no se puede separar, explica Sinaí Guevara, coordinadora de la campaña. “Aquí se maneja el desecho incontrolado, donde acaba en el chatarrero se desmonta y se saca lo que tiene valor como el cobre o el plástico. Muchos de ellos queman el retardante de llamas y se desprenden cancerígenos muy tóxicos que van al aire y que provoca problemas de salud, o disruptores hormonales.”

Guevara informa que el plomo que acaba en la basura, puede llegar a un tiradero donde reacciona con otro tipo de componentes y esto llega a contaminar la tierra y el agua. “Y aunque creemos que un tiradero está lejos, acaba en los mantos de agua que todos bebemos, con riesgo a daños en vías respiratorias, irritación en la piel, afectación en los riñones y disminución en las capacidades cognitivas. En niños es permanente”, sentencia la especialista de Greenpeace.

La respuesta del gobierno mexicano ha sido regalar miles de televisores, en una estrategia comercial donde los fabricantes, generalmente de Tijuana, se han beneficiado. Greenpeace informa que empresas como Foxconn o Diamond Electronics han ganado licitaciones millonarias por parte del ejecutivo, cuando la campaña se podría haber centrado en los adaptadores digitales y evitar así un sobreconsumo electrónico, que en México se calcula en los 8.2 kilos por persona.

Greenpeace muestra preocupación ante la falta de planes o programas de gestión integral de estos televisores, y por ende, de demás productos electrónicos. Los ecologistas piden centros de acopio permanentes, transparentes, que se hagan públicos los nombres de empresas que tienen el permiso de reciclar las televisiones, saber cuál es el protocolo a seguir una vez se desechan y cuáles son los puntos de confinamiento de los aparatos.