La Jornada - El Correo Ilustrado
La última cena de 2015 pronostica una mentira más.
Para comenzar el año y aprovechar el aumento al salario mínimo, celebraremos con un alza en el precio de la gasolina y diésel.
Caben recordar las palabras de nuestro secretario de Hacienda, Luis
Videgaray, y confiar en que sostendrá su dicho de septiembre pasado,
cuando se comprometió a que “en materia de precios de gasolina y diésel…
en 2015 únicamente se dará un incremento al inicio, equivalente a la
expectativa de inflación (3 por ciento) y se mantendrá constante durante
el resto del año”.
Con una tasa de cambio del dólar que ronda los 14.73 pesos y la
mezcla mexicana de crudo por debajo de 46.27 dólares por barril, 2015
pronostica ser otro año sombrío para la economía del país.
A pesar de los optimistas (y paleros) que piensan que vamos por la ruta del progreso, les deseo un feliz y próspero año nuevo.
¡Confiar en la palabra de nuestros gobernantes equivale a un eterno 28 de diciembre!
Emmanuel Quiroz, San Andrés Cholula, Puebla.