domingo, 24 de agosto de 2014

Alertan sobre facturas fraudulentas de petroleras extranjeras a raíz de la reforma energética

Israel Rodríguez | Periódico La Jornada | Domingo 24 de agosto de 2014, p. 24
Francisco Garaicochea, presidente del Grupo de Ingenieros Petroleros Constitución de 1917, alertó que con la apertura del sector energético, las autoridades deben de ser muy cuidadosas en la facturación inflada de las compañías petroleras internacionales, quienes venderán los insumos que ellos producen para la explotación de hidrocarburos, y deducirán los gastos de inversión lo que podría representar nulos beneficios para el erario público.
Indicó que múltiples estudios internacionales dan cuenta que una práctica común de las empresas trasnacionales son la facturación fraudulenta, por lo que los países aparentemente receptores de inversión ante la apertura de sus mercados obtienen beneficios nulos por estas prácticas ilícitas.

Explicó que en la explotación de petróleo en aguas profundas y en la de gas lutita el negocio con grandes utilidades no es tanto en la extracción de hidrocarburos, sino toda la industria que gravita alrededor por el efecto multiplicador de la línea de valor que se deriva.

Para las formaciones de lutitas, la industria metal-mecánica es la que construye tuberías para perforar, revestir, producir gasoductos, oleoductos, tanques de almacenamiento, compresoras, plantas para licuar el gas, fluidos para fracturar los pozos, barrenas, separadores, autotanques, ferrocarriles y toda la industria de electrificación para poner a funcionar el bombeo, entre otros negocios.

Garaicochea Petrirena, quien obtuvo el Premio Nacional de Ingeniería Petrolera 1997, señaló que por cada dólar que puedan ganar las compañías extranjeras que extraen el petróleo obtienen de tres a 10 dólares adicionales por todo ese efecto multiplicador. Por ejemplo, en aguas profundas del Golfo de México, todo el efecto multiplicador (lo que se ha aplicado y lo que se va a aplicar aquí) va a ser importado. En un gran campo de gas sólo la planta de licuefacción ha costado 19 mil millones de dólares.

Ahí es donde está el negocio, porque aquí no fabricamos nada y el contenido nacional para aguas profundas no llega ni siquiera a 5 por ciento, aseguró.

Por eso, las trasnacionales petroleras van a abandonar Brasil porque allá el contenido nacional es de 60 por ciento y los obligan a utilzar ese equipo que se fabrica en Brasil y eso no les conviene. Aquí van a traer todo y adicionalmente aquí van a ser los operadores.

Las trasnacionales han sido acusadas de falsificar las facturas, además de que deducen todo lo que invierten. En la nómina meten a sus ingenieros con salarios altísimos, eso lo deducen, al igual que todo lo que invierten en equipo y todavía no se han definido los términos, pero de entrada se van a deducir las inversiones.

Advirtió sobre el peligro de no controlarlas. La Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) no tiene suficientes supervisores regionales para verificar lo que van a reportar o lo que están produciendo sea lo correcto, y la Secretaría de Energía y de Hacienda difícilmente podrán confirmar que el pago de impuestos sean los correspondientes.

Fuente: La Jornada