domingo, 4 de mayo de 2014

El Sindicalismo de los Trabajadores: Educación Sindical y Cultura Política

“Los trabajadores tienen que aprender que su poder no está en la fuerza de su voto, sino en su capacidad de parar la producción”.
Voltairine de Cleyre
Recientemente, concretamente en este sexenio del llamado retorno de los demonios del PRI, se han restringido los derechos de los trabajadores, se han cancelado las vías pacíficas para dirimir diferencias, se ha hecho uso de la fuerza del Estado y sus instituciones laborales y civiles, para conculcar la libertad sindical. Hoy con Peña Nieto, los sindicatos, y la libertad de sindicalizarse los trabajadores están siendo amenazados de extinción, violando flagrantemente los derechos humanos y sociales.
4 mayo 2014 | Francisco Javier García Nevárez | Diario MX
Aunado a lo anterior, se cuenta con la complicidad de los líderes sindicales para que se vendan, se plieguen a los intereses de los patrones, y que dejen en manos de ellos, los patrones, el destino de los sindicatos, y de las conquistas laborales. Es decir, los líderes charros se han convertido en otro verdugo más de los trabajadores, estos líderes judas se venden al mejor postor, obteniendo canonjías, prebendas, mochadas ,etc., para vivir como verdaderos reyes o burgueses. Todavía no conozco un líder sindical que viva como el resto de los trabajadores de su gremio. Incluso los líderes se han eternizado, y han logrado amasar grandes fortunas. Paradójico, por un lado líderes ricos, y por el otro lado, trabajadores en lacerante pobreza.

Por eso las autoridades laborales se jactan de que no hay, o hay muy pocas demandas contra los patrones, y aún más, no han estallado huelgas. Con ese aparato jurídico, con ese andamiaje legal, con esos líderes corruptos, sería ilógico que sucediera todo lo contrario. El control de los trabajadores, o llamándole de otra forma, la pérdida de capacidad legal, de valores éticos y la nula voluntad política para hacerlo de los líderes sindicales, han conducido a mantener a los trabajadores en situaciones de pobreza, y con salarios que no alcanzan para lo más mínimo. La lucha de los trabajadores debe de ser impulsada por los sindicatos o coaliciones para eso, para lograr el equilibrio entre los factores del capital y trabajo.

Actualmente solo el capital, o sea los patrones, han tenido el sartén por el mango, y han hecho y deshecho a su antojo las conquistas laborales y la libertad de asociación de los trabajadores. A los líderes sindicales los han maiceado, les han otorgado migajas o lentejas para neutralizarlos y controlar las demandas de los trabajadores. Por qué se puede hacer esto, por qué los trabajadores no son capaces de rebasar los atropellos tanto del gobierno y de los patrones, por qué los trabajadores no pueden autogestionar sus estrategias de lucha para lograr mejores condiciones de vida, y por qué no se pueden deshacer de los líderes vendidos, por dos cosas, y que son las que dan pie al título de este artículo: Educación sindical y cultura política. De eso vamos a hablar en los siguientes párrafos.

Las reseñas periodísticas dan cuenta del desfile, en él, los trabajadores marchan como mansos corderos que van a consentir que se les siga agrediendo en sus condiciones de trabajo, que se les sigan negando el derecho a una vida mejor para ellos y sus familias. En el desfile del primero de mayo, los líderes sindicales y las centrales obreras como la CTM, jamás han creado conciencia en los trabajadores del significado del desfile del primero de Mayo. El verdadero contendido de una fiesta en la que los trabajadores acudan a demostrar su unidad y fuerza para reclamar mejores salarios, mejores servicios médicos, vivienda digna, y sobre todo, que se frene el alza desmedida de los precios de las mercancías que les ayudan a vivir. Pero además, que se den condiciones humanas en el interior de las fábricas, oficinas o lugares de trabajo, que se respete el lado humano de los trabajadores, que dejen de ser considerados simples apéndices de las máquinas o de los puestos de trabajo. Dignidad y respeto ante todo.

La CTM y demás centrales obreras, jamás les enseñaran a los trabajadores que la fuerza obrera, representa el sector que mueve máquinas y herramientas, que transforma las materias primas, y que finalmente es la que le da valor a todas las cosas y servicios que consume la sociedad. Los trabajadores necesitan que en sus organizaciones o coaliciones, se integren a su estructura los estudios del origen y evolución de las fuerzas sindicales, que han logrado entre otras cosas la jornada de ocho horas, reparto de utilidades, aguinaldo, vacaciones, días de descanso obligatorios, sistemas de pensión y jubilaciones generosas, escuelas para sus hijos, hospitales para ellos y sus familias. Educar en la lucha, para el logro de las conquistas laborales. Estudiar para educar a los trabajadores, en la fuerza de sus potencialidades para lograr mejoras materiales y espirituales para vivir mejor.

Estudiosos del movimiento obrero, estudiosos de las luchas de maestros, ferrocarrileros, médicos, campesinos, oficinistas, empleados de centros comerciales,etc, cuentan con suficiente material para que los sindicatos aprendan de movimientos anteriores, que les den luz para no cometer los errores de antaño, pero también aprender para convencerse del verdadero poder político y económico de los trabajadores. En los sindicatos de hoy en día, esto está definitivamente cancelado, ni siquiera figura en sus estatutos, ni siquiera los líderes son capaces de proponer una instancia sindical, que se encargue de preparar a los trabajadores para la defensa de sus demandas laborales, y también para crear conciencia de que los trabajadores son los que producen la riqueza de cualquier País.

Educar, pero a partir de la lucha, en esa tesitura existen sindicatos que cuentan con un gran legado en sus archivos históricos, en ellos dan cuenta de todas las peripecias, chicanas legales, represiones, traiciones, autoridades vendidas con los patrones, etc., pero también cuentan con libros, novelas, películas, documentales que utilizan para promover la educación sindical entre sus agremiados. Hoy por hoy, esos sindicatos son pocos, pero tienen toda una vida de lucha, y no han sido doblegados a pesar de los pesares. Un ejemplo claro, entre otros lo tenemos con el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME).

Un sindicato que no prepara y educa a sus agremiados, es un sindicato inerme ante los ataques de los patrones, un sindicato que no educa a sus trabajadores, es un sindicato que está a expensa de los lidercillos de siempre, un sindicato que no estudia está condenando a los trabajadores, y al sindicato miso a rendirse y claudicar ante el embate de los patrones.

Educar a los sindicalizados permite entre otras ventajas, tener siempre listo el relevo para dirigirlo, educar a los trabajadores en la lucha sindical, es una forma de evitar erosionarlo desde adentro, es evitar que las traiciones se den, educar a los trabajadores, es evitar a que los trabajadores caigan presa de los embates de los patrones y sus abogados. Entonces, urge crear las instancias de educación sindical, a crear la estructura que permita integrar a los trabajadores y a sus familias, a estudiar el origen de los sindicatos, el resultado de victorias y de derrotas para aprender a ser imbatibles. Educar es transformar al trabajador para que el mismo sea el garante de la victoria, y el logro de sus aspiraciones económicas y políticas.

El gran problema para los trabajadores y su organización sindical, lo representa la cultura política, esto representa un freno para que los trabajadores acudan y estén dispuestos a estudiar para aprender a defenderse de las injusticias que se hacen contra ellos. Los trabajadores han vivido toda su vida con el ejemplo de los líderes corruptos, los trabajadores han hecho una apología de las fortunas de los lideres, los trabajadores están atrapados en la cultura de lo más fácil es lo que me deja lana, la cultura sindical les ha demostrado que el que no tranza no avanza, o el que no se roba un peso es un pentonto. Esa cultura política, permite que se siga estimulando una cultura sindical abyecta, corrupta, que atenta contra el bienestar de los sindicalizados. Hay que lucha con la cultura política, decirles a los trabajadores que no son votos, decirles a los trabajadores que no necesitan a la corrupción para mejorar su calidad de vida, la cultura política es otra cosa.

Estimados trabajadores, la cultura política significa que si logro hacer una arma política la lucha sindical, los intereses de los trabajadores y sus familias serán blindados, si nos convencemos que la cultura política es la herramienta que nos permite alcanzar la capacidad de negociación y de lograr la hegemonía como sindicato. Entonces, la cultura política permitirá que siempre que se tomen decisiones, se piense en los intereses de todos, en vez del interés particular. La cultura política, permite dimensionar los verdaderos intereses de la clase trabajadora, la cultura política, permite aplicar los valores de honestidad y solidaridad por encima de lo antivalores de robo, corrupción y rapiña. La cultura política, permite trascender a los sindicatos. Si no sucede de esta forma, entonces la lucha estará perdida, y seguiremos siendo pisoteados y vilipendiados por el gobierno, los partidos políticos, diputados, senadores, gobernadores y los patrones, Vade retro satanás. Salud!