México SA-Carlos Fernández-Vega
De acuerdo con la versión oficial, los capitalinos apoyaron en las encuestas el aumento al costo del boleto” del Metro. Dos semanas atrás, el director general del Sistema de Transporte Colectivo de la ciudad de México, Joel Ortega, anunció que tal “apoyo” involucró a 55.7 por ciento de los usuarios, de tal suerte que la nueva tarifa entraría en vigor el viernes 13 de diciembre y el incremento sería de 67 por ciento (de tres a cinco pesos).
Ese fue el anuncio gubernamental y en tal sentido procedió. A partir de la fecha indicada los usuarios deben pagar cinco pesos por boleto. Sin embargo, la reacción de un buen número de ellos no ha sido precisamente un aval a los resultados presumidos en las “encuestas” de las autoridades capitalinas.
Ante tal panorama y la notoria inconsistencia entre el “apoyo” presumido por el GDF y la realidad, el Centro de Análisis Multidisciplinario de la UNAM (CAM) decidió levantar su propia “encuesta de opinión sobre el aumento en el precio del boleto del Metro en la ciudad de México”, ejercicio que realizó los días 12 y 13 de diciembre de 2013, y entre los resultados destacan el siguiente: “el 93 por ciento de los consultados (29 mil 863 cédulas) respondieron no estar de acuerdo con el incremento al precio del boleto del Metro; 5.3 por ciento dijo estar de acuerdo con dicho aumento, y 1.7 por ciento respondió que no sabe”.
El CAM detalla que “en la estructura de la encuesta levantada en los niveles de afectación en las condiciones de vida de los usuarios del servicio de transporte Metro, debido al aumento en el precio del boleto, el 91.6 por ciento reconoció que tendrá algún grado de afectación; 40 por ciento indicó que le afectará mucho y 39 por ciento que le afectará demasiado, y solamente 4 por ciento señaló que no le afectará”.
Además de conocer la opinión de los usuarios, señala el CAM, “un aspecto fundamental es obtener un cálculo sobre cómo impacta el aumento de precio del boleto del Metro en los niveles de ingreso, tanto individual como familiar, es decir, de toda aquella población que por necesidad diariamente utiliza el transporte Metro”. La composición de los encuestados, de acuerdo con sus niveles de ingreso, revela que el segmento de entre quienes no tienen ingreso y los que perciben hasta 3 mil 900 pesos (niveles aproximados a los dos salarios mínimos) constituye 71.3 por ciento del total, y si se extiende este rango hasta quienes perciben 5 mil 900 pesos (aproximadamente tres salarios mínimos), la proporción crece a 81.1 por ciento del total.
La estructura del nivel de consumo de boletos utilizados individualmente por los usuarios del Metro se expresa por niveles de ingreso. “Los usuarios con un ingreso de 2 mil a 3 mil 900 pesos tienen como media una adquisición de 12.9 boletos por semana, para ser la más alta, además de que se verán afectados con una reducción de 2.6 por ciento su ingreso individual para lograr sufragar el incremento. Resulta fundamental la utilización del servicio de transporte del Metro para las capas de la población con más bajos niveles de ingreso”. La merma para aquellos con ingresos de mil a 2 mil pesos será de 5 por ciento. “Los encuestados que tienen ingresos entre cero y tres salarios mínimos representan 81.1 por ciento respecto del total y son los usuarios más afectados. El aumento es una medida que afecta directamente a los sectores de niveles de ingreso más bajos y que son la mayoría de la población”.
El citado centro universitario de análisis concluye que “el incremento al precio del boleto del Metro en la ciudad de México es una medida que afecta directamente los niveles de ingresos tanto individuales como familiares de los usuarios del Metro. Esta investigación, como ejercicio de exploración sobre la opinión de los usuarios, hace evidente una separación muy pronunciada entre las decisiones tomadas por el gobierno del Distrito Federal y la opinión de los casi 30 mil encuestados. Se percibió claramente que a la gente no se le consulta sobre las decisiones que las afectan. Eso hizo que al poco tiempo de comenzar esta encuesta la participación creciera a grandes ritmos. Si se obtienen estos niveles de participación, con muy pocos recursos materiales, con una gran infraestructura se podría realmente conocer un mayor universo de opiniones de la ciudadanía en su conjunto, a menos claro que ese no sea el propósito y el gobierno prefiera seguir tomando decisiones a espaldas de los intereses de la población y justificarlas sólo mediáticamente”.
El incremento al precio del boleto del Metro lesiona seriamente el nivel y la calidad de vida de la población mexicana, y “se suma al constante aumento al precio de la gasolina, el gas, el incremento sistemático en los alimentos, que merman la posibilidad de un desarrollo real y digno de la población. Todo esto frente al raquítico incremento anual de 3.9 por ciento al salario mínimo para 2014: dos pesos con cincuenta y dos centavos, para que el salario mínimo en la zona geográfica A sea de 67.29 pesos. Se consolida un proceso irreversible de gobernanza en la ciudad de México, donde jamás prevalezcan el interés y necesidades reales de la gran mayoría de la población”.
Por último, el CAM detalla que “se obtuvieron 34 mil 140 formularios web, los cuales fueron sometidos a un algoritmo de validación que tomó en cuenta parámetros sobre los valores electrónicos de los mismos y otros propios de estos tipos de ejercicios en Internet, como las medidas para evitar que un mismo usuario conteste varias veces. Después de esta validación quedó un total de 29 mil 863 formularios web. Al formar parte de la UNAM consideramos de suma importancia aclarar que esta encuesta se llevó a cabo bajo un esfuerzo independiente y que su costo total de realización fue de cero pesos con cero centavos. Sólo se utilizó la infraestructura de red que la Universidad ya tiene instalada”.
Las rebanadas del pastel
Por lo visto, los desarraigados políticos mexicanos creen que todos son de su condición. Dos ejemplos: A) “los defensores de Pemex, hipócritas nacionalistas” (Don Beltrone dixit, con dedicatoria a quienes defienden la propiedad de la nación sobre sus recursos energéticos); y B) “quienes critican (la “reforma” energética) alientan el encono, el enfrentamiento, la construcción de nada y están anclados en el pasado” (Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación. Y lo dijo de corridito).
Fuente: La Jornada
Fuente: La Jornada