lunes, 16 de diciembre de 2013

Con reforma energética aumentará ejército de pobres

14 diciembre 2013 | Nora Rodríguez Aceves | Siempre!
Entrevista a Nicolás Domínguez/Profesor-investigador de la UAM-Azcapotzalco
A pesar del plan de acción en defensa del petróleo, en contra de la “privatización del sector energético”, en particular de los cambios constitucionales, el PRD, el PT y el PMC no lograron detener en el Senado de la República la aprobación de la reforma energética que plantea modificaciones a los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución Política para permitir la participación de la iniciativa privada en este sector.
De nada sirvieron las concentraciones en el Zócalo capitalino, las marchas, las manifestaciones, las cadenas humanas, la exigencia de una consulta popular, los foros, las audiencias públicas, la toma de tribuna, el análisis y el debate, las explicaciones dentro y fuera del Congreso, las denuncias ante los medios de comunicación, la ley en la mano, la marcha de 75 horas alrededor de la Glorieta del Ángel de la Independencia, las descalificaciones, los insultos y los enfrentamientos verbales entre legisladores, incluso, pertenecer al Pacto por México, ya que el miércoles 11 de diciembre, como ya había trascendido en días anteriores a la discusión del dictamen de reforma tanto en medios de comunicación como en los pasillos del Senado, las fracciones del PRI, el PAN y el PVEM aprobaron la reforma energética. Claro, después de meses, semanas, días, de jaloneo y mucha negociación llegaron a un acuerdo en torno a los cambios en el sector energético, aunque como se puede ver en el dictamen se impuso la propuesta blanquiazul, pero eso parece no importarle al PRI, pues lo que buscaba era tenerlo antes de que concluyera el periodo ordinario de sesiones, 15 de diciembre, y por supuesto para cumplir la promesa que hiciera el presidente Enrique Peña Nieto, el 2 de septiembre, durante su mensaje a la nación con motivo del Primer Informe de Gobierno, de que “tenemos 120 días que le restan a 2013 para hacer de éste, el año de la transformación”.

En ese momento, “el Ejecutivo exhortó a los mexicanos a que respalden al Congreso para hacer realidad la Ley del Servicio Profesional Docente y la Reforma Financiera, así como para concretar la Reforma Energética y Hacendaria y las leyes de telecomunicaciones y competencia económica”.

“La madre de todas las reformas”

Y así, en medio de todo este ambiente de protesta por parte de la oposición, de la izquierda en la Cámara, se aprobó “la madre de todas las reformas”; el pasado 11 de diciembre el Senado de la República aprobó en lo particular y en lo general el proyecto de decreto que reforma diversos artículos de la Constitución en materia energética y lo remitió a la Cámara de Diputados para su discusión y aprobación.

Cabe mencionar que a propuesta del coordinador del PAN, Jorge Luis Preciado, el pleno modificó la redacción del artículo 27 para precisar “que con el propósito de obtener ingresos para el Estado, que contribuyan al desarrollo de largo plazo de la nación, ésta llevará a cabo la actividad de exploración y de extracción del petróleo y demás hidrocarburos mediante asignaciones a empresas productivas del Estado a través de contratos con éstas o con particulares”.

De tal manera que así quedó la votación: el pleno aprobó en los términos del dictamen el artículo 25 con 93 votos a favor y 25 en contra. Además avaló el artículo 28 con 92 votos a favor y 23 en contra. Además, de que los senadores “rechazaron todas las reservas presentadas para modificar el régimen transitorio (21 artículos) del proyecto de decreto por lo que también fue aprobado en los términos del dictamen”.

En este sentido, el presidente de la Cámara Alta, el senador Raúl Cervantes Andrade, “destacó que en comisiones participaron 104 oradores en la discusión de esta reforma de trascendencia en un tiempo estimado de 23 horas con 20 minutos a lo largo de dos días”.

Mientras que “el debate en el pleno tuvo una duración de 20 horas con 30 minutos con la intervención de 209 oradores. En total, se presentaron 313 proposiciones y participaciones en lo general y particular”.

Sin embargo, cabe destacar que el PRD no se dará por vencido en esta lucha y ya anunció el inicio de su estrategia “Del 15 al 15” con la cual buscará derogar la reforma energética por medio de una consulta ciudadana.

Dicha estrategia consiste en que “a partir de este 15 de diciembre del 2013 y hasta las elecciones intermedias del 2015 buscarán informar sobre lo lesivo que son los cambios constitucionales aprobados para después, que el día de las elecciones se les consulte a los ciudadanos y elijan si se derogan los cambios o no”.

No le entraron al debate

En este contexto, Nicolás Domínguez Vergara, profesor-investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana. Unidad-Azcapotzalco, afirma que la aprobación de la Reforma Energética en los términos en que se dio es “una aprobación realmente vergonzosa porque el PRI, el PAN y el Verde Ecologista no le entraron al debate para dar argumentos de porqué la estaban aprobando, no cuestionaron los argumentos que daba el PRD. Es una cuestión francamente vergonzosa porque lo que pretende hacer esta reforma es destruir el sistema energético nacional y pretenden hacernos creer los senadores que se reconstruirá de mejor manera con la ayuda de las trasnacionales”.

El exinvestigador del Instituto del Petróleo comenta: “Me imaginaba que quizá la propuesta del Ejecutivo federal sería un poquito más hacia la propuesta del PAN, pero ahorita estamos viendo descaradamente una privatización de lo más profundo. Recuerdo que hace unos días, en una entrevista que me hicieron para un diario de circulación nacional, señalaba que existía el riesgo de que el entreguismo del PAN realmente supere al PRI y lo fuerce a ceder más bien hacia su propuesta, pero me quedé corto en lo que decía; ahorita, al ver los resultados, definitivamente se impuso el PAN y únicamente por estos arreglos que se tienen entre ellos, a la población no la toman en cuenta; realmente son, como leí por ahí, sordos, mudos y ciegos, porque no hicieron caso de lo que decía la población y ni siquiera se preocuparon por contestar algunos de los cuestionamientos que se hicieron en el Senado, es realmente muy preocupante”.

En ese mismo tenor, Nicolás Domínguez explica a Siempre! que la reforma “es muy mala porque México pierde soberanía porque se pierde el control, el dominio sobre los recursos energéticos nacionales, se privatiza toda la cadena productiva de Pemex y de la Comisión Federal de electricidad (CFE) por ejemplo, la explotación del petróleo y gas, así como la refinación del petróleo, el transporte de gas, petróleo y petrolíferos lo dominarán los privados. La producción, transformación y venta de petroquímicos también la tendrán ellos, las transnacionales se encargarán de la venta de petróleo, petrolíferos, gas y petroquímicos”.

En manos de las transnacionales

“A la Comisión Federal de Electricidad se le hace a un lado de la generación de electricidad, y si un día las trasnacionales se ponen de acuerdo podrán al país de rodillas porque tendrán en sus manos la energía, los energéticos y los petroquímicos que son los que mueven y son los insumos para el desarrollo del país.”

Por lo tanto, “Pemex y la CFE pasan de ser entidades paraestatales a empresas productivas de Estado en menos de dos años, y aparte a Pemex, en el sexto transitorio de este dictamen aprobado, se le obliga a demostrar en tres meses que cuenta con las capacidades técnicas, financieras y de ejecución; entonces, muchos de los campos que está explorando y en los que está produciendo podrían pasar a las compañías privadas si no demuestra que lo hace de manera eficiente y competitiva, y con la corrupción que hay en México francamente muchos de los resultados de esas evaluaciones serán del que pague más”.

Asimismo, “se pierde la seguridad energética porque Pemex y la CFE se desmantelan y ellas eran las encargadas de asegurar, a través de una planeación de largo plazo, que realmente se tuviera un abasto suficiente, pero ahora Pemex tiene que entregar su infraestructura de ductos para el transporte y almacenamiento de gas al nuevo organismo que se crea, que es el Centro Nacional de Control de Gas Natural, y CFE también su infraestructura de transmisión y distribución de electricidad al nuevo Centro Nacional de Control de Energía. Por lo tanto, a Pemex se le reducirá su cartera de proyectos lo mismo a la CFE, y tendrán únicamente proyectos chatarra, proyectos que serán muy malos, proyectos muy pequeños”.

Esta parte —apunta Nicolás Domínguez— “tiene otras implicaciones que me parecen graves, “se condena al Instituto Mexicano del Petróleo por medio de esta reforma a desaparecer, ya que es muy difícil que las compañías trasnacionales le solicite los servicios técnicos y tecnológicos que son los que mantenían ese instituto. Lo mismo pasará con el Instituto de Investigaciones Eléctricas, porque la CFE no lo contratará porque no existirá ya, es decir, estos institutos de investigación ni siquiera aparecen en la reforma energética aprobada”.

Esto lleva a la cuestión de que “habrá despedidos de Pemex, de la CFE, del Instituto Mexicano del Petróleo, del Instituto de Investigaciones Eléctricas, de las gasolineras, con lo que se aumentará el ejército de pobres porque de seguro las trasnacionales no estarán obligadas a contratarlos, no se exige en ninguna parte, o sea, como exigencia; claro, se menciona ahí en algunos párrafos algunas cuestiones relacionadas con eso, pero francamente sí se despedirá a muchísima gente”.

Además de que en mi opinión, “habrá subida de electricidad y gasolina, lo contrario de lo que se prometía al principio con esta reforma que está impulsando el Ejecutivo federal porque las trasnacionales no son hermanas de la caridad; lo que tendremos de ellas, sobre todo, es que producirán para obtener ganancias, no beneficios sociales”.

Aunque algo que sí aumentará en el país será “la corrupción, porque las trasnacionales corrompen a quien haya que sobornar para lograr los contratos y las concesiones, y obviamente cada vez que se avanza en esto de cambiar un poco alguna de las leyes que se están proponiendo, realmente se empeora la situación”.

No obstante, Nicolás Domínguez asegura que, frente a este escenario “siempre hay algo que hacer; lo vimos en Egipto con la primavera árabe, pero ojalá nosotros no lleguemos a eso, sería muy grave que se llegara a eso, ya tenemos mucho con el narco, ojalá la consulta popular realmente se pueda aprobar, ojalá los resultados realmente sean acatados; y tengo la esperanza de que se pueda revertir esta reforma porque definitivamente se entrega la soberanía, la seguridad energética, el país entrega la riqueza que tiene, lo poco que le queda, porque ya teníamos todos estos contratos incentivados, contratos de riesgo, ya se tenían concesiones para la producción de gas natural, ya se tenían estas concesiones para explotar los campos maduros en el sur, en el norte, y ahora con esto de la reforma lo que tenemos es únicamente la justificación y la protección de todo eso que se hizo en contra de lo que mandata la Constitución”.

Fuente: Siempre!