miércoles, 4 de septiembre de 2013

En derechos laborales, volvemos al porfirismo, consideran

El Correo ilustrado-La Jornada
La bilateralidad contractual es uno de los mayores avances del derecho laboral en todo el mundo –afirma Mario de la Cueva–, porque democratiza la relación de trabajo entre el patrón y el trabajador, termina con la vieja práctica esclavista de mando y obediencia”, al abrir el diálogo entre las partes. Antes de 1917 no existían los derechos laborales: “mando y obediencia” era el lema de la dictadura porfirista. La bilateralidad es la esencia moderna de las relaciones de trabajo, por lo tanto, la razón de ser de los sindicatos y de la libertad sindical.
La Ley General del Servicio Profesional Docente impone la unilateralidad, la antidemocracia y termina con la libertad sindical. Peor aún: hace a un lado al sindicato, lo convierte en adorno sin las funciones de defensa de sus miembros.

En las relaciones de trabajo de la SEP y los maestros no habrá sindicato que intervenga para el ingreso, ascenso y la planta de los agremiados, menos para el despido: “sin responsabilidad de la autoridad”. Una especie de salvoconducto de impunidad para que “el evaluador” agreda a los maestros.

Volveremos a los tiempos de la intolerancia y arbitrariedad porfiristas, ya que el evaluador determinará por sí y ante sí, sus designios, con esta ley punitiva y retrógrada, propia del retroceso histórico neoliberal que vivimos.

Guadalupe Cortés, Víctor Sánchez, Alfonso Viveros, Lourdes Zariñana y Eduardo Díaz, profesores de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM

Fuente: La Jornada