viernes, 26 de abril de 2013

Acusan a CFE de acabar con presa en el EdoMex

"Agoniza" presa de Santo Tomás de los Plátanos
Derivado de la determinación asumida por CFE y confirmada por el alcalde, han muerto más de 100 mil carpas y la actividad turística y restaurantera de la zona, peligran.
26 abril 2013 | La Redacción | Milenio
Santo Tomás de los Plátanos • En 1956 este pueblo fue demolido y luego inundado. Así nació la Presa Santa Bárbara, una de las que integran el sistema de la Presa Miguel Alemán de Valle de Bravo. Desde entonces, sobre las aguas sólo se podía ver la vieja torre de la iglesia de la localidad.

Pero eso era antes. Ahora la presa agoniza. Está prácticamente seca. La torre sigue allí, como un monolito, pero en lugar de agua, la rodean las vacas, el pasto y la tierra que aridece y se parte entre el lodo y el polvo.

Muy cerca de la pared de la presa y en la parte baja está Everardo Arzate. Viene de Donato Guerra con su caña y tres amigos. A ver qué pueden pescar. Luego de tres horas se dan cuenta que no mucho, dos o tres carpas diminutas.

Ni Everardo ni nadie en Donato Guerra saben por qué la presa tiene un nivel de agua tan bajo.

No saben tampoco por qué la Comisión Federal de Electricidad (CFE) decide vaciarla y vaciarla y vaciarla. No sabe por qué se decide estrangular la vida que contiene y cancelar la pesca.

No sabe eso. Lo único que sabe es que antes en esta presa había miles de peces y que cientos de personas venían aquí con sus cañas, sus amigos y familias y que ahora sólo se ven lanchas abandonadas y negocios en los que no se para ni una mosca.

Junto al camino, en la parte alta, está un pequeño negocio de comida.

Lo atiende una pareja joven que tiene una hija pequeña. Desde allí la vista a la presa es inmejorable.

Desde una pequeña terraza se puede ver todo el valle y la torre de la iglesia.

Este negocio tiene un buen número de mesas y muchas sillas. Todas vacías. Dicen que el negocio va de mal en peor y que así ha sido desde que un día la CFE decidió vaciar la presa. Así no más. Vaciarla y ellos tampoco saben por qué.

Nadie de CFE les explicó nada y un día a mediados de julio de 2005 la vaciaron y todo el pescado que había allí se murió. Al menos 100 mil mojarras y carpas. Esta familia recuerda esos días, sobre todo por la peste.

Luego en 2006 las más de 300 personas que habían vivido de la presa y la pesca, gestionaron ante el gobierno federal y lograron sembrar en la laguna 200 mil nuevas crías, cuando el nivel del agua había mejorado un poco. Pero de nueva cuenta, sin previo aviso ni explicación alguna, CFE vació la presa y el pescado se perdió. En 2009 se hizo una nueva siembra de entre 50 y cien mil pescados y de nuevo volvieron a vaciar la presa.

Para entonces, las consecuencias ya eran notables: los negocios de comida perdieron hasta 90 por ciento de sus clientes, ya nadie venía a acampar o a pescar y la gente se quedó sin trabajo y sin dinero y muchos, inclusive tuvieron que sacar a sus hijos de la escuela.

Este año se repitió la historia. Se les dijo que para el 16 de marzo la presa estaría llena y en efecto, para esa fecha tenía un buen nivel, no el diez por ciento que se ve ahora, había agua, pero el 23 de marzo la CFE, sin más, volvió a vaciarla.

Esta familia dice que el personal de CFE los ve como "si tuviéramos todas las discapacidades". Sienten que se trata de un problema personal.

Que la empresa de calidad mundial ya ni siquiera produce energía eléctrica con este afluente y que de hacerlo, tendría que considerar que vaciar la presa significa acabar con las oportunidades de empleo para la gente de la región.

El presidente municipal, Pedro Cabrera González, lo corrobora todo. Dice que el ayuntamiento, la autoridad constitucional, tampoco sabe por qué CFE decide vaciar la presa y mantenerla en sus niveles de agua más bajos.

Sabe que todo esto tiene consecuencias sociales, que la gente se queda sin empleo, que se tiene la impresión de que la compañía ya no produce luz con esta presa y que a pesar de los compromisos de mantenerla llena, esta se vacía y se vacía.

El presidente dice que podría tratarse de un asunto personal y no técnico. Si dice que un día, el hijo de un ingeniero de CFE estuvo en la presa y la gente lo corrió y que de ello se deriva todo esto de mantener sin agua y sin pesca a la presa de Santa Bárbara. "Pero no se sabe de cierto" y CFE no dice nada a nadie.
Foto: Iván Carmona
ASÍ SE MANTIENE EL ACTUAL NIVEL DE SANTA BÁRBARA.
Urgente sentarse a dialogar con Conagua

Por tercera ocasión, la presa Santa Bárbara, del municipio de Santo Tomás de los Plátanos, se encuentra abajo del 20 por ciento de su nivel normal, sin permitir a los lugareños la siembra de peces y su uso turístico.

El presidente de la comisión de Recursos Hidráulicos en el Congreso local, Ignacio Pichardo Lechuga, quien además es diputado de ese distrito, consideró urgente sentarse con la Comisión Nacional del Agua para que les expliquen las razones por las cuales se encuentra en estas condiciones la presa.

Indicó que aun cuando todas han sufrido mermas por la sequía, esta es la más afectada, cuando técnicamente todas deberían estar el mismo nivel de afectación porque para ello operan las compuertas.

"Necesitamos que nos expliquen las razones técnicas por las cuales esta presa es la más afectada".

Por sus características topográficas, la presa Santa Bárbara fue elegida en 1956 para ser uno de los vasos reguladores del Sistema Hidroeléctrico Miguel Alemán, y en sus cercanías se fundó el Nuevo Santo Tomás de los Plátanos. En la presa solo quedó la cúpula de la antigua iglesia.

También pertenecieron a este sistema eléctrico las presas Colorines, Ixtapatongo y Tiangambato.

Pero en los años 80 se detuvo la producción de energía en la región porque ya había otras fuentes que abastecían esa parte del centro del país y decidieron convertir este sistema generador de energía en un sistema de captación de agua pluvial para dotar de agua al Valle de México y al Valle de Toluca.

Esta, al igual que la presa Ixtapatongo ya las administra Conagua pero todavía no han pasado a formar parte formal del sistema Cutzamala de manera formal.

Este embalse, igual que el de Valle de Bravo, tiene un uso turístico y además de cumplir con su función principal, alberga a pescadores comerciales y deportivos, servicios turísticos y recreativos.

La presa tiene una capacidad máxima de 6 millones 500 mil metros cúbicos, pero actualmente se encuentra entre 20 y 25 por ciento desu capacidad por la falta de lluvias en los últimos años, resintiendo lo efectos del cambio climático que ha afectado a todo el sistema.

"No es la primera vez que sucede, esta es la tercera vez que se queda sin agua, pero la que más se ha prolongado la disminución de líquido. Es una situación similar a la de Valle de Bravo pero en esta se resiente más porque es un embalse más pequeño y las consecuencias se han exacerbado más aquí" dijo.

La importancia de esta presa, que tiene su atractivo turístico es que le da ciertos ingresos a la población aledaña que hoy en día se ve lastimada por la falta y presencia de líquido porque no pueden sembrar carpa y otras especies.

La intensión, dijo, es que los diputados de la zona lleven este tema a la mesa de la Conagua para que les explique los aspectos técnicos y llegar a acuerdos para que esta presa no se vaya a cero, sino mantenga el mismo nivel de afectación de las demás presas que forman parte del sistema Cutzamala.

El diputado dijo que buscará en el Congreso la posibilidad de enviar un exhorto oara que a nivel federal se atienda este tema.

"La zona es estrategia y siendo estrategia necesita inversión para elevar el nivel de vida y abasto de agua potable en la zona de captación, guardar el equilibrio ecológico, que haya infraestructura y se generen fuentes de empleo para la zona. Tenemos que hacer acciones inmediatas para conocer el tema y corregirlo" concluyó el diputado local.

Con información de Luis Contreras y Claudia Hidalgo

Crítico

Ahora la presa agoniza. Está prácticamente seca. La torre sigue allí, como un monolito, pero en lugar de agua, la rodean las vacas, el pasto y la tierra que aridece y se parte entre el lodo y el polvo.

El presidente municipal, Pedro Cabrera González, lo corrobora todo. Dice que el ayuntamiento, la autoridad constitucional, tampoco sabe por qué CFE decide vaciar la presa y mantenerla en sus niveles de agua más bajos.

Sabe que todo esto tiene consecuencias sociales, que la gente se queda sin empleo, que quizá la compañía ya no produce luz.

Fuente: Milenio