domingo, 3 de marzo de 2013

Los panistas, cómplices

Tan obvio como la riqueza de Elba Esther Gordillo lo fue la protección que le brindaron en sus sexenios los presidentes Vicente Fox y Felipe Calderón. Con ese manto de impunidad, se le dio todo el juego político, al punto de que movió sus piezas a discreción durante las administraciones panistas. Ávida de poder, llegó inclusive a pensar en sus prospectos para la Presidencia en 2018, pero su estrategia fue brutalmente frenada por el PRI el martes 26 de febrero.
domingo, 3 de marzo de 2013 | Álvaro Delgado | Proceso
Vicente Fox pudo procesar a Elba Esther Gordillo por enriquecimiento ilícito, pero con un telefonazo de Santiago Creel, secretario de Gobernación, la dejó impune y, junto con Felipe Calderón, la hizo emblema del encubrimiento de los gobiernos panistas a la corrupción sindical, política, educativa y electoral.

Fue el 27 de noviembre de 2002, a casi 24 meses de la alternancia, cuando Gordillo compareció ante la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado (Femospp), acusada por la disidencia magisterial de ordenar el asesinato del maestro Misael Núñez, en 1981, y también por enriquecimiento ilícito.

Una hora antes de la comparecencia de la secretaria general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), celebrada en el auditorio de la Procuraduría General de la República (PGR), el fiscal especial para delitos del pasado, Ignacio Carrillo Prieto, recibió en su despacho una llamada telefónica de Creel.

“Ninguna pregunta por enriquecimiento ilícito, fue la orden recibida por el fiscal. El cuestionario, armado cronológica y secuencialmente, perdió pies y cabeza”, reveló la historiadora Ángeles Magdaleno en “Tres veces… Misael”, texto incluido en el libro País de muertos, crónicas contra la impunidad, publicado en 2011 por editorial Debate.

“Efectivamente, Creel le habló a Carrillo y le dio la orden de que ni una palabra por enriquecimiento ilícito”, ratifica la historiadora, consultada por el reportero. “Yo estaba ahí cuando le habló”.

–¿Y se eliminaron todas las preguntas sobre el enriquecimiento ilícito de Gordillo?

–Sí, las preguntas estaban concatenadas. Se hizo un trabajo larguísimo. Empezamos con unas declaraciones en las que ella decía que era muy pobre, que le había regalado su abuelo tres hectáreas de cilantro y todas esas contradicciones. Y nada se le preguntó.

Tras el telefonema de Creel al fiscal Carrillo Prieto, la comparecencia se redujo al caso Misael, por cuyo asesinato Gordillo era inculpada, pero que, revela la historiadora, actuó con tal prepotencia que hasta pidió que le sirvieran café porque sentía frío.

“Y Carrillo se paró muy dispuesto a servirle el café. Fue muy lamentable todo eso”, recuerda Magdaleno, quien censura también la impunidad de Gordillo en el homicidio. “Meses después la acusación fue desechada –escribió en el texto citado–. El argumento fue muy simple: En 1981 la maestra no era empleada federal; se desempeñaba, como se estableció líneas arriba, en el SNTE”.

Todavía amenazó con presentar una queja ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH). “Lo olvidó luego de que el 3 de febrero de 2003, con un beso, sellaron ella y Marta Sahagún, empoderada y cónyuge de Vicente Fox, su gran amistad. Es decir, el Acuerdo por la Educación”.

Este encubrimiento de Fox representó el encumbramiento de Gordillo en todo el gobierno de la alternancia: suya fue la Secretaría de Educación Pública (SEP), con Reyes Tamez Guerra, quien luego sería coordinador de la diputación federal de Nueva Alianza, el partido que fundó en ese sexenio, socio desde entonces del Partido Acción Nacional (PAN).

Las complicidades de Fox con Gordillo se trasladaron a Calderón, quien fue apoyado por ella desde la elección interna para la candidatura presidencial en 2005, y clave en la elección de 2006. No sólo le entregó multimillonarios recursos y cargos en el gobierno, sino impunidad plena para la ostentación de su riqueza.

Gordillo construía la candidatura presidencial para 2018 de su pupilo Rafael Moreno Valle, gobernador panista de Puebla, cuando Enrique Peña Nieto, del Partido Revolucionario Institucional (PRI) que la engendró, ordenó encarcelarla por enriquecimiento ilícito, el mismo delito por el que Fox la protegió y le permitió llegar –con la complicidad también de Calderón– a la cúspide de la fortuna y el poder.

El PAN se le rindió

La captura de Gordillo cimbró al PAN y la justificación por el encubrimiento en el sexenio de Calderón vino de los dos personajes más incondicionales a éste: Ernesto Cordero, secretario de Hacienda y frustrado delfín, y Germán Martínez Cázares, primer secretario de la Función Pública y luego presidente del PAN.

“Es la hora de que el sindicalismo mexicano rinda cuentas y aplaudo la decisión. Me da envidia de la buena”, confesó Martínez en entrevista con el diario Reforma.

–¿Por qué le da envidia?

–Pues porque es un reclamo que los sindicatos en México deben rendir cuentas, es un reclamo de los ciudadanos. Los sindicatos y los partidos, como todo mundo en México, deben rendir cuentas como rinden cuentas todos los ciudadanos.

–¿Y por qué los gobiernos panistas no fueron por ella?

–No, no sé. No tendría una respuesta.

Cordero, actual coordinador de los senadores del PAN, aclaró que la captura de Gordillo se produjo luego de que la Secretaría de Hacienda detectó multimillonarias transacciones en diciembre de 2012, “pero nosotros no tuvimos esa observación relevante antes”.

Fue Cordero, quien como precandidato presidencial pugnó por una alianza con el Panal y declaró querer “el voto de Elba Esther Gordillo, como el de muchos mexicanos”, el que transfirió como secretario de Hacienda parte de los 4 mil 250 millones de pesos al SNTE, sin que se sepa en qué se aplicaron.

No sólo eso: Gordillo y Miguel Ángel Yunes, exdirector del ISSSTE, cruzaron acusaciones de corrupción con recursos públicos, un pleito en el que ambos solicitaron al gobierno auditorías y sobre lo que Calderón no investigó nada.

En junio de 2011, cuando Cordero era aún secretario de Hacienda, Gordillo acusó a Yunes de malos manejos de 50 mil millones de pesos entre 2007 y 2010, y exigió realizar una auditoría, lo que inició una diatriba que arrojó indicios de corrupción.

Una semana después, Yunes contraatacó: acusó a Gordillo de haberle exigido, en febrero de 2007, en una reunión en su casa de San Diego, California, 20 millones de pesos mensuales para financiar el Panal.

“Obviamente le dije que no, y esto provocó un enorme disgusto”, aseguró Yunes, quien emplazó a Gordillo a que aceptara auditorías al patrimonio del SNTE y de sus bienes personales. “Cómo ella puede hablar de moral y ética cuando ella misma ha corrompido al sistema educativo nacional y a la vida sindical del país”.

Agregó: “Yo nunca fui su súbdito ni acepté ser su cómplice. Soy un hombre honorable, lo he sido toda mi vida y por ello no permito que ella, la reina de la corrupción, ni nadie venga a los medios a señalar que estamos ante evidencias de malos manejos”.

Gordillo sólo respondió con un comunicado: “Como lo señalé en su momento, el desahogo de las imputaciones de corrupción y mala administración de su gestión a partir de la reforma a la ley de dicho Instituto, es un asunto que compete a las autoridades. Confío en que hagan su labor conforme a derecho y en los tiempos que marca la ley”.

La amiga de Calderón

Pero no hubo auditorías al ISSSTE ni al SNTE y la única respuesta de Calderón fue lamentar “un espectáculo así” protagonizado por dos personajes con los que se asoció.

“Por lo pronto lamentarse que se dé un espectáculo así, yo lo lamento en ese sentido, pero en lo que toca al gobierno lo que tenemos que garantizar es que ni un solo centavo del erario haya sido utilizado indebidamente. Ésa fue mi instrucción, ha sido y será siempre para cualquier servidor público, sea de la Lotería, del ISSSTE o del secretario de Estado, quien sea.”

Añadió: “Por eso, sea Yunes o quien sea, tiene y tendrá la obligación de que ese dinero se maneje escrupulosamente, y sea la maestra Elba Esther Gordillo o quien sea la que pida un favor, el que sea, eso no se puede hacer porque va contra la ley, y mi exigencia, y espero que se haya cumplido y las auditorías demostrarán que se haya cumplido, pues que no se maneje eso absolutamente nada en contra de la ley”.

Y se refirió a la alianza con Gordillo. “Respeto mucho a la maestra, pero hay cosas que precisar: Con el SNTE tenemos una alianza abierta que es la Calidad Educativa desde la campaña de 2006, por mediación de Miguel Ángel Yunes”.

En realidad, la alianza venía de antes, como lo muestra un diálogo telefónico que tuvo con Gordillo y Yunes, el 3 de octubre de 2005, luego de ganar la elección interna por la candidatura presidencial del PAN, con el apoyo de ambos:

–No, pues te agradezco, te agradezco todo, Miguel Ángel… De Tantoyuca, mano.

–No, pero bien. Sí te dijo Germán Martínez Cázares que hablamos, ¿no?

–Sí, sí me comentó, y te agradezco, de veras, la ayuda, ¿eh?

Enseguida Yunes le pasa a Calderón a Gordillo, quien se muestra efusiva y le llama “don Felipe”.

–No, qué gusto, mi amiga, ¿cómo está usted, ¿eh?

–Bien, contenta, ya vio Poza Rica, ya vio todo eso, ¿no?

–Sí, muy contento. Militancia, todo eso.

Las menciones a Tantoyuca y Poza Rica es porque ahí tienen influencia las huestes de Gordillo y Yunes, que fueron movilizadas a favor de Calderón, como lo aseguró luego Manuel Espino, entonces presidente del PAN.

Tal alianza prevaleció en la campaña de 2006, cuando Calderón exigió a Espino más de 40 candidaturas del PAN a diputados y senadores para Gordillo. “¡Dame canicas para jugar!”.

–¡Claro!, te damos todo el apoyo –le respondió Espino.

–Pero quiero candidaturas.

–Ve y pídeselas al comité nacional, no a mí, yo no soy el comité nacional.

–Pero tú puedes hacer la petición.

–La puedo hacer, pero no la voy a hacer… Yo no voy a ser el presidente del partido que pase a la historia por concederle candidaturas a Elba Esther, una mujer tan desprestigiada que encabeza el sindicato más corrupto de América Latina.

Junto con Josefina Vázquez Mota y Juan Camilo Mouriño, coordinadora general y coordinador operativo de su campaña, Calderón hizo pactos con Gordillo para, además de candidaturas, entregarles cargos en el gobierno, los mismos prácticamente que tenían con Fox.

Si bien en la SEP colocó a Vázquez Mota como secretaria, el poder lo concentró el subsecretario Fernando González Sánchez, yerno de Gordillo, quien, tras los pleitos con la que sería candidata del PAN, tendría una relación estrecha con Alonso Lujambio.

De hecho, unos días después de que asumió el cargo, el 6 de abril de 2009, Lujambio cenó con Gordillo, pero no en un restaurante, sino en la casa de ella, donde estaba Espino.

–Ya se conocen, ¿verdad? –les dijo Gordillo a ambos en la puerta de su casa, cuando Espino se marchaba.

En el ISSSTE Benjamín González Roaro dejó el cargo a Yunes y en la Lotería Nacional Gordillo colocó sucesivamente a éste, a Miguel Ángel Jiménez y a Francisco Yáñez.

Roberto Campa Cifrián, candidato presidencial del Panal y quien en los hechos declinó por Calderón, fue acomodado por Gordillo como secretario ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

La destrucción del IFE

El contubernio de Calderón con Gordillo venía, entonces, desde el sexenio de Fox y se tradujo en beneficios mutuos: uno de ellos, considerado clave, fue el pacto para repartirse el control del Instituto Federal Electoral (IFE).

En octubre de 2003, el PAN y el PRI, que controlaba entonces Gordillo, se repartieron los nueve consejeros electorales que organizarían las elecciones de 2006, presididos por Luis Carlos Ugalde, a cuya boda con Lía Limón –expanista y hoy subsecretaria de Gobernación– asistió Calderón con su mujer, Margarita Zavala.

“Yo puse a los consejeros electorales, entre Roberto Campa y yo los amarramos”, me confesó Martínez Cázares al referir que él y el operador de Gordillo –también actual subsecretario de Gobernación– integraron la lista que aprobaron sólo el PAN y el PRI, cuya actuación en 2006 fue en función de los intereses de esos partidos.

Luego de que Gordillo fue destituida como coordinadora de los diputados federales del PRI y expulsada, en buena medida por impulsar junto con el PAN y Fox el aumento de impuestos como el IVA, creó su propio partido, Nueva Alianza, del que actualmente es diputado Fernando Bibriesca, hijo de su amiga Marta Sahagún.

El primer presidente fue Miguel Ángel Jiménez, quien luego fue nombrado por Calderón director de la Lotería Nacional, cargo que dejó en medio de un escándalo por ofrecer dinero al candidato del PAN en Campeche, y fue sustituido por Tomás Ruiz, quien a su vez fue sustituido por Jorge Kahwagi, hijo de la pareja de Gordillo.

Tan estrecho era el contubernio de Calderón con Gordillo, que el CEN del PAN aprobó establecer una alianza total con el Panal en la elección de 2009. El único que votó en contra de ese proyecto fue Javier Corral, quien renunció al CEN en julio de 2008, entre otras razones por eso.

“Sin debate alguno se autorizó explorar la posibilidad de una alianza total con la profesora Elba Esther Gordillo para las elecciones de 2009. Cuarenta a favor, uno en contra fue la votación”, escribió en su carta de renuncia.

En entrevista con Proceso, Corral repudió ese plan y le dijo a Martínez: “La del sindicato de maestros está calificada como una de las dirigencias más corruptas de América Latina. ¿En serio el PAN quiere asociarse con ella? ¿En serio el PAN quiere asociarse con quien ha sido el obstáculo a la educación en México? Me pareció muy preocupante.

–¿Y cuál fue la respuesta?

–Que se va a explorar, que se va a investigar, que se está analizando. Yo creo que Germán, por él mismo, no quisiera la alianza.

–¿Se lo están ordenando?

–Yo creo que, en análisis del gobierno, en las cuentas del gobierno, esa alianza se ve como que le pueda sumar al PAN. Yo creo que le resta más. Yo le he explicado a algunos miembros del partido y a algunos miembros del CEN que una alianza con Elba Esther, a nivel nacional, incluso aritméticamente no nos da ni ética ni políticamente. Porque nadie da lo que no tiene.

Aunque no hubo alianza total, el PAN sí se alió con el partido de Gordillo en numerosas elecciones estatales. Un caso emblemático es Michoacán, donde el Panal apoyó a Luisa María Calderón, quien fue derrotada y ahora es senadora.

Otro caso exitoso de alianza del PAN con el partido de Gordillo es Puebla, donde el expriista Moreno Valle logró además sumar a la izquierda para ganar la gubernatura, en 2010, pero sobre todo por a la operación electoral del SNTE, cuyo coordinador fue Juan Díaz de la Torre, designado presidente del magisterio apenas el 28 de febrero.

Espino reveló al reportero en julio de 2011 que Gordillo le había confesado que tenía dos prospectos para la candidatura presidencial en 2018: Moreno Valle y Yunes.

“Quería que llegaran a ser gobernadores por el PAN sin que tuvieran un compromiso permanente con el partido. Tal vez por ello una vez se molestó con Moreno Valle, cuando Rafael se afilió al PAN. ‘Ya eres senador, ¿para qué te afilias al PAN?’.”

–¿El proyecto de Gordillo para 2018 es el gobernador de Puebla?

–Pues sí.

Sin embargo, con la captura de Gordillo, la candidatura de Moreno Valle parece tambalearse…