martes, 9 de octubre de 2012

Acusan a CFE de desastre ecológico en el Río Tuxpan

Lunes 08 de octubre de 2012 | Luis Carriles Enviado | El Universal
TUXPAN, Ver.— Los manglares y humedales que permiten la reproducción de camarón y de ostión así como la pesca en agua dulce en la ribera del Río Tuxpan están muertos en 30% y hay un daño a por lo menos a 50%, el resto está en muy malas condiciones por la lluvia ácida, el contenido de metales pesados en el agua y en la tierra y la fuerte presencia de óxido de azufre en el ambiente.
Hoy la Comisión Federal de Electricidad (CFE) está obligada a poner en marcha un programa de recuperación del manglar, acompañado de varias mejoras en la termoeléctrica Adolfo López Mateos, con más de 21 años de operación.

Juan es un pescador que ha participado en las protestas y pelea lo que fue su fuente de ingresos, entiende que no les van a dar dinero, que CFE tiene que mejorar el desastre que hizo, limpiar y regenerar el manglar y tiene evitar que vuelva a pasar.


“Todo se echó a perder con este cochinero, los peces dejaron de crecer, el camarón o el ostión, ya no se gana nada”, dijo el miembro de la Cooperativa de Producción Pesquera del Puerto de Tuxpan de Bienes y Servicios.

La posibilidad de que el camarón o el ostión puedan alcanzar un tamaño comercial hoy es casi imposible en la Laguna de Tampamachoco, la población de pescadores se ha reducido. De 500 que había hace 10 años hoy sólo quedan la mitad, todo ellos mayores a los 50 años.

Miguel dice que el dinero que pueden ganar es mínimo, no pueden obtener lo suficiente para mandar a los hijos a la escuela, mucho menos para prepararlos para el futuro y la culpa es de la termoeléctrica que sólo benefició a los trabajadores de la CFE.

“Les decimos a los de CFE que ellos trabajen o no, inviertan o no, tiene su salario seguro, no dependen de un buen día, ellos tienen dinero trabajen o no”, explicó.

No hay pescadores jóvenes, todos se han ido a buscar oportunidades en otras actividades y las esposas e hijas que antes se dedicaban a pequeños negocios hoy lavan platos en los restaurantes de las cercanías.

El camarón es ridículo, mide menos de 2 centímetros, y los peces son cada vez más difíciles de encontrar mientras que el ostión simplemente no crece como se necesita. Los pescadores se han reducido a un cuadro de supervivencia y autoconsumo.

Antes de que se contaminara tan fuerte la laguna cuando llegaba la época de frío el camarón se enterraba en la arena o en los manglares y una parte se iba al mar, luego al calor del medio ambiente salía y crecía, hoy prácticamente se va todo al mar y el poco que se queda crece muy poco.

La cooperativa que explotaba la pesca en la Laguna de Tampamachoco contaba con 103 miembros hoy son 70 y de los independientes no hay más de 100, las historias de los pescadores son variadas pero el común denominador es que hay largas jornadas de trabajo por un ingreso de 60 a 80 pesos menos gastos y no hay nuevos pescadores.

Más aún, si las lanchas se dañan de manera permanente no tienen la posibilidad de comprarse una nueva, no tienen los 6 o 7 mil pesos que les cuesta una y entonces trabajan por parejas. Las redes de pesca duran cuando mucho dos meses cuando deben durar dos años, por la presencia de azufre en el agua.

Fuente: El Universal